Cesce quiere privatizar su ‘Google’ de empresas para impulsar el crecimiento

  • Una venta parcial de Informa permitiría que dejase de ser empresa pública, un corsé que coarta su expansión y frena la tracción de su rentabilidad.
El presidente de Cesce, Álvaro Rengifo.
El presidente de Cesce, Álvaro Rengifo.

El abandono de la privatización de Cesce ofreció a la compañía la oportunidad de relanzar su negocio con planes de expansión, pero dejó ‘corsés’ que limitan el crecimiento a sus filiales. El caso más paradigmático es Informa, el ‘Google’ para información comercial, sectorial y de solvencia sobre empresas líder en España, al que compañía pública española de seguro de crédito a la exportación y que gestiona la cuenta del Estado desearía darle alas con una privatización parcial.

Las restricciones se originan, de forma indirecta, a raíz de la ley 40/2015 con la que el Gobierno preparó el camino para vender el 50,25% en Cesce que seducía a una veintena de aseguradoras y fondos, nacionales y extranjeros. Su entrada en vigor en octubre de 2016 provocó que las filiales donde la compañía ejercía el control -accionarial o gerencial- resulten consideradas como empresas públicas. Conclusión: cada paso que den se sujetará por las correspondientes -y rígidas- normas que rigen su actuación. “Dichos corsés complican mucho la gestión cuando se trata de empresas que compiten en el sector privado”, deslizó ayer el presidente de Cesce, Álvaro Rengifo, en el Fórum Europa.

El grupo Informa D&B es el líder en España, Portugal y Colombia con una porción del negocio próxima al 60%. Su facturación ronda los 100 millones de euros y, pese a la crisis, el resultado no ha bajado en ningún momento de los 55 millones. Sus inmediatos competidores en terreno nacional son Iberinform, que factura 24 millones -casi el 85% a la matriz Crédito y Caución del grupo Catalana y el resto al mercado abierto- y Axesor, con unos 26,4 millones.

La compañía ha operado desde su fundación en 1992 con reglas equiparables a sus competidores privados, pero desde el cambio de normas de 2016 tropieza con limitaciones para gestionar la plantilla y efectuar todo tipo de contrataciones que coartan su libre desarrollo, al estar obligada a seguir protocolos de actuación y transparencia del sector público, explicaron fuentes consultadas.

La principal desventaja, que le ha hecho perder algún profesional en el último año y estar expuesta al ‘robo’ de talento, es la imposibilidad de convertir contratos temporales en indefinidos, tener que mantener nóminas congeladas y no puede ofrecer las retribuciones demandadas por los especialistas tecnológicos, un perfil clave para rodar el negocio en este tipo de firmas que suministran ‘online’ información comercial, financiera, sectorial y de marketing de las empresas.

Operan como ‘repositorios’ de datos para todo tipo de clientes, pero de especial interés para compañías que surcan fronteras internacionales o nacionales en búsqueda de negocios y quieren garantizarse la elección de clientes o proveedores cumplidores con sus pagos, o testar el desarrollo de nichos de actividad antes de tomar una decisión estratégica. Entre los clientes principales y asiduos figuran las entidades financieras, al ser una herramienta privilegiada para revisar solvencias de clientes reales y potenciales y tomar el pulso a los sectores donde exponen los recursos.

El precedente de Logalty

Abrir el capital de Informa supondría solo una vuelta a los orígenes porque se gestó hace 26 años bajo propiedad de Cesce en un 60% y el 40% restante de la francesa ORT Telematique. En el grupo Informa D&B trabajan 810 personas, 360 de ellas directamente en Informa y la necesidad de reclutamiento es usual para apoyar el crecimiento de negocio, refieren fuentes al corriente de la evolución de la actividad. Hoy cuenta con unos 80.000 clientes, pero los usuarios reales de la base de datos superan el millón. 

El Gobierno resolvió una situación parecida en Logalty, subsidiaria del grupo Informa, hace un mes escaso. El consejo de ministros autorizó el 9 de marzo a Informa a vender un 1% del capital en Logalty a Seur, cuya participación es del 10%. Así se desembarazó del corsé de empresa pública al quedar la cuota estatal por debajo del 50% y podrá acometer el refuerzo de plantilla ágil que requiere la evolución de su negocio y plan de expansión, sin tener que renunciar a rentabilidad.

La situación de Informa requiere un esfuerzo superior para que se pierda la mayoría accionarial pública al pertenecer en su integridad a Cesce, que ve además con buenos ojos como alternativa una regulación ‘ad hoc’ que reconociese a la sociedad un estatus especial. Ahora bien, la solución menos conflictiva, porque no generaría diferencias entre empresas públicas, sería la desinversión parcial. Pero cualquier decisión así es potestad de Hacienda y Economía, bajo cuyo paraguas cae el grupo. Si se decidiese a dar el paso, según las fuentes consultadas, no faltarían postores porque por Informa llevan años interesándose 14 ó 15 grupos y fondos españoles y extranjeros.

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