La JUR consideró solvente al Popular hasta dos días antes de su resolución

  • La falta de provisiones intermedia en la entidad ascendía a 14.600 millones de euros, superior a los 10.800 millones en fondos propios
Deloitte
Deloitte

La Junta Única de Resolución europea consideró el 5 de junio que el Banco Popular era solvente, si bien advirtió de la crisis de liquidez por la retirada de depósitos que finalmente llevó a su resolución sólo dos días después, según se desprende de su informe de valoración publicado hoy.

El agujero del Banco Popular era insalvable. Lo confirma el informe de Deloitte que sirvió de referencia para la venta de la entidad al Santander y que ha hecho público la Jur (Junta única de Resolución) omitiendo buena parte de las valoraciones. En el peor de los escenarios, la entidad tenía un agujero o falta de provisiones de entre 11.800 y 20.600 millones de euros.

El agujero intermedio sería de 14.600 millones, superior en todo caso a los 10.800 millones de euros en fondos propios con los que contaba la entidad. El documento de la auditora no despeja prácticamente ninguna de las dudas que había de cara a resolver la situación de las centenares de demandas planteadas por accionistas de la entidad

La consultora se defiende, por su parte, asegurando que la delicada situación de liquidez del banco les obligó a elaborar el informe sobre la valoración de la entidad que desembocó en su resolución en un periodo de tiempo "extremadamente corto".

Hay que tener en cuenta que el documento sirvió de base a una resolución que se llevó por delante 3.400 millones de euros en acciones y títulos de deuda propiedad de más de 300.000 inversores que ahora reclaman revertir esa medida y poder recuperar, así, sus ahorros.

Deloitte señala, además, que no tuvo acceso a "cierta información crítica" y advierte de que el informe cuenta con un "alto grado de incertidumbre" y es "provisional". La firma también explica que la mayoría de la información de la que disponía eran datos del 31 de marzo de 2017.

Fuentes de la JUR señalan que la regulación europea reconoce que las resoluciones pueden ocurrir de forma urgente y que, precisamente por ello, da margen para que se hagan valoraciones provisionales como la efectuada por Deloitte.

Apuntan también que en el momento de contratarles no esperaban que la quiebra del banco pudiese ocurrir "en un periodo tan corto", y como resultado se vieron "obligados a pedir a Deloitte que recortase dramáticamente los plazos", si bien consideran que el resultado del informe es "robusto".

En cuanto a la falta de información, señalan que "es consecuencia de la capacidad del banco para responder", dado que la entidad ya había proporcionado información durante el periodo de venta, pero "no pudo responder" a todas las demandas adicionales que hicieron los auditores.

Mostrar comentarios