El Popular suma 1.340 millones más a sus 'números rojos': perdió 13.560 millones

  • La entidad castigó las cuentas por los milmillonarios saneamientos y provisiones para la reestructuración de la entidad y los bonos de fidelización
Inspectores del Banco de España dudan del agujero detectado en el Popular (EFE)
Inspectores del Banco de España dudan del agujero detectado en el Popular (EFE)

El Banco Popular perdió 13.560 millones de euros el año pasado, casi 1.350 millones más de los estimados inicialmente. Los datos los recoge el Santander en la memoria correspondiente al ejercicio 2017, registrado hoy en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las cifras contrastan con los 3.326 millones que había perdido en 2016 cuando efectuó también un esfuerzo extraordinario de saneamientos con la intención de salvar la entidad del colapso y cimentar su futuro. 

El sexto banco había reportado unos 'números rojos de 12.218 millones de euros. Las cuentas se encuentran golpeadas por los milmillonarios saneamientos que tuvo que acometer para deshacerse del ladrillo, y provisionar varias contingencias como la compensación en bonos de fidelización a accionistas y bonistas que perdieron sus inversiones con la resolución el 7 de junio, o los costes de reestructuración. 

Los saneamientos han permitido al Santander alcanzar en tiempo récord un acuerdo con Blackstone para transferirle el control de una sociedad donde transferirá activos tóxicos del Popular por un valor bruto de 30.000 millones de euros. 

El grupo Santander ganó 6.619 millones en el mismo ejercicio, cifra que supera en un 7% los resultados del ejercicio previo y después de destinar 897 millones de euros a cargos extraordinarios, entre ellos la integración del Popular y el deterioro de su negocio en Estados Unidos. En concreto, contabilizó una provisión de 752 millones por la revisión del valor de su participación en Santander Consumer USA (SCUSA), que compensó en parte las plusvalías de 297 millones obtenidas con la venta de Allfunds Bank y otros 73 millones por la reforma fiscal en EEUU.

Los 'números rojos' del Popular son los mayores en la historia de la banca después de los 19.059 millones que acusó Bankia en 2012 y cercanos a los de Catalunya Caixa en aquel mismo año y que alcanzaron los 11.856 millones. Son producto de los ajustes superiores a 14.000 millones efectuados durante su rescate para sanear el balance. 

El principal impacto fue de 7.200 millones en provisiones para reconocer deterioros en activos inmobiliarios y créditos dañados; pero además tuvieron lugar otros 4.500 millones en ajustes del valor de activos (parte en activos fiscales diferidos que no podrá usar por la resolución) y 700 millones por la devolución de la inversión a parte de los accionistas y acreedores del Popular.

El ejercicio hundió la solvencia de la entidad en una tasa negativa del -4,9%; que el Santander recompuso con una ampliación de capital casi al instante de 6.880 millones. Los saneamientos supusieron la reclasficación de carteras de activos y reconocimientos de deterioros que dispararon la morosidad del Popular dle 14,91% reportado en marzo al 20% y empujó al instante también la del grupo del 3,55 al 5,37%, si bien minoró la tasa en el último tramo del año.

La mayor fragilidad del Popular en el momento de la adjudicación era, por inmediatez en la necesidad de restaurarla, la liquidez. De su balance habían huído 20.000 millones de euros en depósitos y el Santande inyectó 13.000 millones en el momento de adjudicárselo. Pero a finales de 2017 había recuperado el ritmo de captación.

Mostrar comentarios