El Fondo de Garantía perderá 25 millones tras cubrir el agujero de Banco Madrid

  • Se convirtió en acreedor al cubrir las cuentas de clientes por hasta 100.000 euros. La previsión es que los acreedores recuperen el 80% de su deuda.
(Ampliación) Banco Madrid compra Inversis por 215 millones de euros
(Ampliación) Banco Madrid compra Inversis por 215 millones de euros

La banca perderá unos 25 millones de euros en la liquidación de Banco Madrid a través del Fondo de Garantía. Cuando se intervino la filial del andorrano BPA, el vehículo desembolsó a sus clientes el dinero que tenían en depósitos convirtiéndose al instante en acreedor del banco por la cuantía satisfecha y, como el resto, sufrirá una quita de alrededor del 20% en la restitución de la deuda, refieren fuentes al corriente de un proceso que ya enfila la recta final.

Que Banco Madrid estuviese enfocada a la gestión de patrimonios en lugar de al negocio retail y que contase con holgada solvencia jugó a favor de los clientes. Su colapso atrapó recursos de alrededor de 15.200 ahorradores, empleados y proveedores. Pero la inmensa mayoría pudieron rescatasen los fondos en poco tiempo ya que disponían de depósitos inferiores a los 100.000 euros cubiertos por el vehículo cuyo patrimonio se encarga de nutrir la banca porque es el escudo que sirve de protección a sus ahorradores.

La red del Fondo de Garantía hizo posible casi 14.250 de los ahorradores recuperasen su dinero. Y su entrada en juego redujo así a menos de 1.050 el censo de acreedores con recursos aún atrapados y pendientes, por tanto, de la venta de los bienes de la entidad para recuperar su dinero -entre ellos y uno de los principales el Fondo de Garantía-. Este vehículo comprometió algo más de 125,75 millones de euros en su cometido, de los que el pasado ejercicio ya había recuperado 65,98 millones conforme al balance recogido en los informes anuales del organismo.

En una decisión bastante atípica, el administrador concursal -Legal y Económico, Data Concursal y la Agencia Tributaria- pidió el plácet al juez que lleva el caso para adelantar el 50% de la deuda ya en 2016 a la vista del buen ritmo al que logró enajenar gran parte del patrimonio de la entidad. Lo habitual en procesos concursales es rendir cuentas y buscar satisfacer la deuda con acreedores cuando se ha completado el proceso por la imposibilidad de conocer hasta el último momento la cuantía de dinero que se rescatará.

En Banco Madrid el administrador hizo rápidamente líquidos un gran volumen de activos al encontrarse invertidos en títulos de deuda, junto a otros valores de renta variable. Para las desinversiones más complejas adoptó un sistema también nuevo: las subastas online, con procesos casi totalmente automatizados y abiertos a la máxima competencia. Un mecanismo que le permitió adjudicar de forma ágil, por ejemplo, la gestora a Trea Capital por 16,5 millones de euros y después de suscitar en interés de una veintena de firmas -en liza final la disputaba Imantia, el fondo StormHarbour Securities y Santander-.

El dispositivo se mostró, en cambio, ineficiente para colocar los inmuebles porque la dispersidad geográfica y la heterogeindad de los locales no atrajeron postores y el administrador concursal tuvo que replantear la fórmula por una venta unidad a unidad que acaba casi de cerrar. Su retraso en los últimos meses -el banco fue intervenido en 2015 después de que Andorra tomase el control de la matriz- responde, sin embargo, a que la mutua de Previsión Sanitaria Nacional (PSN) bloqueó la liquidación exigiendo la devolución instantánea de 900.000 euros.

Créditos y un 'dividendo' inesperado de EEUU

Superado el penúltimo escollo, a la entidad solo le queda por colocar algunos créditos. Un tipo de activos que se venden a otras entidades financieras y con altos descuentos. Y en el camino se ha encontrado con un activo casi imprevisto: la opción a recuperar unos cinco millones perdidos en transacciones con moneda extranjera como perjudicado en una causa abierta en Estados Unidos contra varias entidades por manipulación de tipos de interés y de cambio, que enfila su desenlace.

La resolución de Banco Madrid ha sido una de los procesos de insolvencia más complejos al ser el primer concurso de una entidad financiera con la singularidad adicional de tropezar con ahorradores, clientes de a pié y no solo proveedores o financiadores. El Informe de Liquidación definitivo elevó a 15.700 el número de acreedores y a 22.000 los créditos a revisar, gestionar y buscar atender.

La enajenación del patrimonio permitió al administrador concursal devolver la mitad de los 400 millones en deuda reconocida y antes del verano buscará reintegrar otro 25% -los acreedores habrán recuperado para entonces el 75%, un umbral significativamente elevado en procesos donde la urgencia por resolver el problema suscita el interés de inversores oportunistas y ofertas a precio de derribo-.

Entre los clientes aún ‘atrapados’ y junto al Fondo de Garantía -probablemente el mayor acreedor- figuran deportistas, empresarios, artistas o la policía (la Asociación de Defensa de la Naturaleza, la Mutualidad de Previsión Social de la Policía o Aisge, gestora de los derechos de propiedad intelectual de actores o bailarines, entre otros). Sufrirán quitas de alrededor del 20%, pero la que no recuperará nada, por el último en cobrar, es la matriz BPA y sus propietarios. Banco Madrid cayó desestabilizado por las sospechas de blanqueo de las que alertó el Tesoro de EEUU, aunque archivaría el expediente. A la investigación en España se le ha dado carpetazo en el momento que el juez determina que es un proceso ‘no culpable’. Continúa en Andorra sin, hasta la fecha, una resolución firme que avale las denuncias de ‘máquina de blanqueo’.

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