Fondos franceses y holandeses paralizan la compra de activos catalanes de Comsa

  • La operación, que incluye activos concesionales en autopistas, en juzgados de Terrassa y Gerona y en la prisión de Tarragona, entra en renegociación.
Tramo entre Vic y Caldés de la autovía Eje Transversal.
Tramo entre Vic y Caldés de la autovía Eje Transversal.

La incertidumbre que siembra el pulso soberanista en Cataluña torpedea proyectos de inversión. El fondo de infraestructuras de Natixis, Mirova, y el de pensiones holandés PGGM han frenado la alianza proyectada con Comsa Corporación para entrar en un abanico de activos entre los que se incluyen concesiones en autopistas de peajes en la sombra catalanes, en juzgados de Terrassa y La Bisbal (Gerona) y en la prisión de Mas d’Enric (Tarragona).

Los fondos y el grupo de infraestructuras e ingeniería retiraron el pasado 27 de septiembre la notificación que habían elevado apenas 21 días atrás, el 8 de septiembre, al organismo de Competencia de la Comisión Europea para lanzar el proyecto. Fuentes al corriente de la operación atribuyen el cambio de paso al temor sobre los efectos que una eventual declaración unilateral de independencia del Govern podría tener sobre los activos afectados en la inversión, extremo no desmentido ni confirmado por las empresas involucradas.

En Comsa justifican la retirada de la notificación a la autoridad europea en que la operación no se encontraba cerrada y prosigue la negociación, mientras que fuentes consultadas en ambos fondos eludieron pronunciarse porque las conversaciones se mantienen abiertas. Cómo mínimo, la sociedad de inversión socialmente responsable de Natixis Asset Management -con 6.000 millones de euros en activos bajo gestión y 40.000 millones en votos y compromisos delegados- y el holandés PGGM -gestiona 206.000 millones en distintos fondos- se tientan la ropa.

Cuatro de los seis activos, radicados en Cataluña

La transacción comunicada en su origen preveía que Comsa, en proceso de desinversión de activos no estratégicos, depositara en una estructura de nueva creación su 22% de Cedinsa; las concesiones inmobiliarias del centro penitenciario de Tarragona, de los juzgados de Terrassa y la localidad de La Bisbal, junto a los del Metro de Málaga, y Albali, compañía encargada de la señalización de un tramo de alta velocidad ferroviaria entre Albacete y Alicante.

El ramillete de activos se alojarían en el nuevo vehículo Infraco (Mircon Concesiones de Infraestructuras), cuyo capital compartiría Comsa, instrumentado como una ‘joint venture’ con los vehículos de inversión en infraestructuras de los fondos galo y holandés.

En el foco, las autopistas que la Generalitat quiere recuperar

El activo, a priori, en el foco del giro independentista es Cedinsa, donde Comsa comparte propiedad con las constructoras FCC, Copcisa y Copisa. La sociedad integra activos en los que se ha comprometido más de 1.509 millones de euros en inversión en cuatro concesiones de peaje en la sombra: Eix del Llobregat, Cedinsa d'Aro, Cedinsa Ter y Eix Transversal, que reúnen un total de 267 kilómetros de longitud.

La entrada de inversores o venta directa de concesiones de autopistas se encuentra prácticamente paralizada desde que el consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat, Oriol Junqueras, anunció la intención de destinar 400 millones del Fondo de Liquidación Autonómica (FLA) para recuperar el Eix Transversal, incluido en los activos de Comsa. Aún cuando Hacienda cerró el paso a una inversión así, difícilmente se cerrará operaciones mientras se mantenga la incertidumbre.

La Generalitat tiene hasta final de año -el 31 de diciembre- para recuperar ciertas concesiones de autopistas. Mientras continúe viva la ventana pueden negociarse operaciones para que esté todo listo, pero su firma tiene visos de posponerse hasta que expire el plazo del derecho de recuperación.

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