El impuesto a la banca de Iglesias existe: la próxima factura será de 350 millones

  • El líder de Unidas Podemos ha insistido en la necesidad de crear un tributo específico con el que recuperar los 60.000 millones del rescate
Pablo Iglesias en el debate de RTVE
Pablo Iglesias en el debate de RTVE
EFE

El impuesto a la banca que quiere introducir Pablo Iglesias si llega al Palacio de la Moncloa ya existe. Se trata del Impuesto sobre los Depósitos en las Entidades de Crédito, una figura impositiva específica instaurada a nivel nacional en 2012 por Cristóbal Montoro -entonces Ministro de Hacienda- que permitirá al Estado ingresar unos 350 millones de euros este año, una vez que los bancos españoles abonen las cantidades devengadas por este tributo durante el ejercicio 2018.

En los debates televisivos celebrados esta semana, el líder de Unidas Podemos ha situado en el centro de su discurso a la banca y ha insistido en la necesidad de recuperar los más de 60.000 millones de euros del rescate financiero, de los cuales hasta el momento se han reingresado 5.150 millones en las arcas públicas, según datos del Banco de España. Está previsto recuperar otros 9.857 millones adicionales, lo que supone que se dan por perdidos algo más del 75% de los fondos públicos destinados para mantener a flote a las antiguas cajas de ahorros.

Para recuperar la totalidad de las ayudas públicas, la formación que comanda Pablo Iglesias propone introducir un impuesto a las transacciones financieras -medida que ya ha sido aprobada por el PSOE pero que no se ha activado-, una reforma del impuesto de sociedades de las grandes empresas y un impuesto específico sobre las entidades financieras, según consta en su programa electoral.

"Del mismo modo que el rescate fue una operación específica destinada al sector bancario y no se extendió a trabajadoras y trabajadores autónomos, familias, pymes ni otros sectores económicos, tiene todo el sentido establecer un impuesto específico para recuperar, también a través de otras reformas, los 60 000 millones del rescate bancario", argumenta Podemos, aunque desde las entidades se defienden alegando que las ayudas fueron a parar a las cajas, no a los bancos, y que los fondos sirvieron para salvar a los depositantes, que hubieran perdido parte de sus ahorros.

Las entidades deben pagar el 0,03% de sus depósitos

Sea como fuere, lo cierto es que el sector financiero ya cuenta con un tributo específico que apenas se conoce y sobre queapenas hay datos públicos de recaudación: el Impuesto sobre los Depósitos de las Entidades Financieras. Este gravamen nació en 2001 en Extremadura -un recurso ante el Tribunal Constitucional lo paralizó durante 10 años- y también se implantó en Andalucía en 2010 y en Canarias en 2012. Para evitar una regulación diferente en cada región, Montoro optó a finales de 2012 por crear este tributo a nivel estatal, aunque en un primer momento no se recaudó nada, ya que se estableció un tipo impositivo del 0%.

Este tipo se elevó hasta el 0,03% en 2014 y se calcula sobre los ahorros que los clientes de los bancos tienen guardados en ellos. La recaudación del impuesto, que se devenga anualmente y se ingresa en julio del año siguiente a su devengo, se distribuye después entre las comunidades autónomas en función de la cuota de oficinas y depósitos bancarios que atesoren. 

Dado que el ahorro medio depositado en los bancos españoles durante 2018 fue de unos 1,17 billones de euros, según datos de AEB y CECA, las entidades deberán ingresar unos 350 millones en las arcas públicas. Las únicas cifras oficiales disponibles sobre la recaudación específica de este impuesto a nivel estatal datan de 2016, cuando se obtuvieron 391 millones.

Banco Santander, al ser la entidad con mayor cuota de depósitos en España tras la compra del Popular, es quien más tiene que pagar por este impuesto (unos 70 millones en 2018), por delante de CaixaBank y BBVA (con algo menos de 60 millones, cada uno), Bankia (40 millones), Banco Sabadell (30 millones) y Bankinter (15 millones). Con estos importes, en cualquier caso, será difícil satisfacer la pretensión de Iglesias de recuperar los 60.000 millones del rescate en una década.

Pedro Sánchez cedió ante las presiones del sector

Las cifras también están lejos de los objetivos de recaudación que tuvo Pedro Sánchez cuando llegó a la presidencia del Gobierno y planteó un impuesto finalista a la banca con el que obtener 1.000 millones de euros para financiar el déficit de la Seguridad Social. Sánchez, no obstante, ha acabado cediendo ante las presiones del sector -Santander llegó a amenazar en público con modificar su estructura legal- y ha congelado esta medida, retirándola incluso de su programa electoral.

Según fuentes conocedoras, entre las opciones que se planteó el Ejecutivo cuando se discutió el impuesto a la banca se contempló crear un tramo estatal al Impuesto sobre los Depósitos. También se barajó reformar el Impuesto de Sociedades -cuyo tipo para los bancos se mantiene en el 30%-, entre otras medidas, que quedaron descartadas ante su complejidad técnica.

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