La empresa 'fantasma' de Romana tras salir de la Sareb y recalar en el Santander

  • La exsecretaria general del Tesoro preside la sociedad de formación 'TypingDream17', fundada en agosto pasado y sin actividad. 
Belén Romana explicará el martes al Congreso las pérdidas de la Sareb en 2013
Belén Romana explicará el martes al Congreso las pérdidas de la Sareb en 2013

Se dijo que se tomaría un tiempo para descansar antes de dejarse reclutar para un cargo directivo o iniciar nueva etapa profesional. Era enero de 2015 y Belén Romana dejaba la presidencia de la Sareb. En junio se incorporaba al consejo de administración el grupo Aviva y a finales de ese mismo año lo hacía en el Santander. Ahora los registros oficiales revelan que en junio se involucró en la creación de la firma de formación ‘TypingDream17’, de la que asumió la presidencia.

El objeto social reza que nace para “la prestación de servicios educativos, formativos y la realización, organización e impartición de programas de grado, postgrado, cursos de formación y seminarios, ya sean presenciales o a distancia, a través de internet mediante la docencia”. La sociedad arrancó con 20.000 euros de capital, sede en una casa de la madrileña localidad de Pozuelo de Alarcón y con Cristina Fernández Alezpu de consejera delegada, si bien los mismos registros descubren que se mantiene sin actividad.

A la que también fuera directora general de Política Económica y directora General del Tesoro se le ha incluído a menudo en quinielas sobre candidatos de España a instituciones europeas por cualificación y ser colaboradora estrecha de Luis de Guindos. Era la música que sonaba cuando las apuestas de que el Ministro de Economía tenía a tiro de piedra el Eurogrupo estaban más altas, apenas unos meses después de su sorpresiva -y amarga- salida del ‘banco malo’.

Y fue coincidiendo con la derrota del ministro ante el emergente responsable de Finanzas de Holanda, Jeroen Djsselbloem, en julio de 2015 cuando la fichó Aviva. Escasos días antes Romana aceptaba entrar en el consejo de administración del gigante asegurador británico y el grupo presidido por Ana Botín la incorporaría en diciembre al sillón dejado por Sheila Bair, quien fuera presidenta del Fondo de Garantía de Estados Unidos (FDIC) entre 2006 y 2011. Su vacante se produjo en julio, pero el Santander tardó cinco meses en incorporar a Romana, algo que se interpretó como dar cierto tiempo de espera dado que el banco es el primer accionista privado de Sareb con un 17,3% del capital.

Su nombre vuelve a figurar de nuevo en las cábalas ahora que España confía en recuperar presencia en los cenáculos de poder de la Unión Europea y se aspira a la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE). Hay quien recuerda que se perdió el puesto de José Manuel González Páramo en el consejo de gobierno del organismo porque Antonio Sáinz de Vicuña no daba el perfil, al ser abogado de formación y no economista. Romana sí reuniría el currículum “técnico”, además de permitir jugar a la ‘cuota femenina’.

Sin embargo, en la salida del ‘banco malo’ se aireó la idea de que prefería el sector privado para alejarse de la ‘sospecha’ de gestor político que siempre le ha perseguido. Clave en la que se interpretó precisamente su llegada a la Sareb, al ser el vehículo que el Gobierno instrumentó con el apoyo impresdincible de la banca sana para rescatar a las entidades con problemas y, por derivada, despejar las dudas que se cernían sobre el conjunto del sistema financiero con altos peajes en los mercados.

Los difíciles primeros compases de funcionamiento de la Sareb, con falta de sintonía en la estrategia en la misma cúpula directiva (que derivó en la salida de varios directivos como el número dos Walter de Luna), y el pulso con el Banco de España por la circular que obligaría a valorar los inmuebles a precio real de mercado, cambiando las reglas de juego a mitad de partido, decantó su dimisión y sustitución por Jaime Echegoyen. A falta de actividad aún, la simple constitución de la sociedad ‘TypingDream17’ no despeja si es una apuesta personal por otra actividad como han hecho incontables ejecutivos al desligarse de su empresa, sobre todo banqueros, o una instrumental.

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