El Grupo Santander aplica un 'lifting' a su marca para adaptarla al mundo digital

  • El objetivo es unificar el logo en todos los mercados en los que opera para dar una imagen global única. Lo extenderá en Portugal, Polonia y Argentina
Evolución logo de Banco Santander
Evolución logo de Banco Santander

El Santander aplica un pequeño 'lifting' a la imagen corporativa dentro de la apuesta digital para mejorar su cara a través de dispositivos móviles y la extenderá, como marca unificada, a todos los países donde opera. El logotipo adopta una tipografía propia y más estilizada que potenciará un 20% la visibilidad en canales online, conservando el color rojo fuego y la llama que acompaña al grupo cántabro desde 1986, desveló hoy la presidenta del grupo, Ana Botín, a los accionistas en junta general.

"Por primera vez en la historia del grupo, unificaremos nuestra marca en todos los mercados. Esta nueva marca conecta mejor con las nuevas generaciones, es más moderna y mejora un 20% la visibilidad en formato digital", refirió la banquera. La aplicación unificada del logo se tiene muy avanzada y se cerrará de forma progresiva. Hoy mismo ha empezado a funcionar así en Portugal, y quedan por realizar las adaptaciones en Polonia, Argentina y toda la red del Popular en España. 

 

Son mercados donde quedan logotipos propios de las filiales fruto de adquisiciones recientes. En 2015 se quedó Banif en el mercado luso, un año después asumió en Argentina el negocio de Citigroup  y el pasado se adjudicó el Popular en el proceso abierto por la Junta Europea de Resolución (JUR). La imagen única lucirá en todo el grupo en el plazo de un año o año y medio. 

Para reforzar su reconocimiento echará mano de un recurso que ha surtido exitosos réditos en el pasado: aprovechará el patrocinio de la Champions Leage, la competición de liga de fútbol con mayor audiencia mundial, para "que llegue a todos los rincones de planeta", como ya hizo con la Fórmula 1 cuando extendió sus señas de entidad a otros países claves como Reino Unido, Alemania o Brasil. 

La banquera ligó la decisión con la apuesta por la digitalización donde aspira a llegar este año a 30 millones de clientes digitales, un tipo de usuario que renta cuatro veces más conforme a sus cálculos. Bajo esta convicción lanzó a finales del pasado ejercicio una estrategia de aproximación, bautizada precisamente como 'digilosofía' con el objetivo de incrementar el número de usuarios digitales en 1,2 millones durante este año solo en España (pasaría de unos tres a 4,2 millones).

Busca posicionarse con las mismas herramientas que gigantes como Google o Amazon, ofreciendo más oportunidades de contratación, poniendo el banco en el móvil y acostumbrando al usuario a utilizar dicho canal de relación, las tablets o cualquier otros dispositivos tecnológicos. "Esta nueva marca es moderna, digital y conecta mejor con las nuevas generaciones", refirió, reivindicando que el histórico color y la llama "transmiten fortaleza, solidez y confianza". Se trata de hecho, de una de las marcas más valiosas a escala mundial, conforme a los rankings que mide este activo intangible.

La renovación de la marca, realizada de la mano de la consultora de marcas Interbrand, llega tras encuestas a los empleados y los clientes en todos los países, que apostaron por mantener el legado y esencia, pero necesitaba refrescarse, refirió la entidad. Su acuñación será progresiva a canales, sucursales e, incluso, en material de oficina.

Nuevo logo Banco Santander
Así a evolucionado la marca Santander

A pesar de que las señas del Santander -color y llama- llevan treinta años definiendo su imagen, el logotipo ha experimentado numerosos cambios, paralelos al desarrollo del grupo. En el momento de la fundación en 1857, el banco prestó poca atención a buscar un distintivo adoptando simplemente el nombre 'Banco de Santander'.

El primer logotipo llega en 1949 y será en 1986 cuando entra la llama, en una versión prácticamente igual a la que se ha mantenido hasta ahora. Con una variante no pequeña: entre 1972 y esa fecha vistió el verde, hasta quedar relegado por el vivo color fuego. Tras la fusión con el Central Hispano en 1999, adoptaría la nomenclatura BSCH, incorporando el azul y blanco al distintivo, mutado después a Santander Central Hispano. En 2007 recuperará el fondo rojo y el icono histórico, junto al nombre.

Con la llegada de Ana Botín a la presidencia modificó también el lema, adoptando la claim "el valor de las ideas" y el mantra "sencillo, personal y justo" acercando la marca al compromiso con los clientes y sociedad, con connotación más emocional. El nuevo paso le moderniza, bajo la apuesta digital para garantizar "servicios sin fricciones", con productos "en cualquier canal, en cualquier momento y en cualquier lugar".Las ventas digitales del grupo suponen ya una de cada tres, y el pasado año lanzó distintos proyectos puros digitales como el relanzamiento de Openbank, a los que anunció que sumará otros.

En este campo la banquera reclamó un campo de juego igual para los distintos jugadores: "el marco debe garantizar las mismas reglas para todos los que realizamos la misma actividad. Dar un crédito o hacer un pago conlleva los mismos riesgos, los ofrezca un banco u otra empresa". En un mensaje similar al lanzado por el presidente del BBVA, Francisco González, reclamó "un marco regulatorio para la era digital, ágil, flexible y justo". Y criticó que los nuevos entrantes no deban sujetarse a las reglas férreas de la banca: "esto no puede ser así y debe cambiar". 

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