Santander no esperaba un coste tan alto por Orcel de un banco 'amigo' como UBS

  • Cuando se anunció el nombramiento se estaba hizo una estimación inicial a la espera de un coste "a la baja" por ser un directivo cercano al banco.
Ana Botín en la Junta de Accionistas del Banco Santander, 12 de abril de 2019
Ana Botín en la Junta de Accionistas del Banco Santander, 12 de abril de 2019
EFE

El responsable de la comisión de nombramientos del Banco Santander, Bruce Carnegie-Brown, también tuvo ocasión de explicar a la junta el caso de la fracasada contratación de Andrea Orcel, el otro gran tema que planeaba sobre la gestión del banco en los últimos años. En la misma línea que había advertido la presidenta y utilizando sus mismas palabras, el responsable de la comisión de nombramientos señaló que la contratación se anunció en septiembre de 2018 con “una estimación razonable” de los costes, atendiendo que se trataba de un directivo muy vinculado con la casa y de un banco, UBS, del que Santander era uno de los grandes clientes.

Esa percepción de buena fe, incluso de cálculo a la baja de la percepción del banquero suizo, no fue finalmente la esperada y en enero de este año se malogró la contratación. “Estas decisiones demuestran la fortaleza de la entidad”, selló el Carnegie-Brown.

Fuentes del banco aseguran que el proceso entre los representantes legales del banco y los de Orcel sigue abierto, en busca de un pacto final sobre la indemnización que se debe llevar el directivo que evite llegar a los tribunales con este enfrentamiento. Incluso alguno de los accionistas que tomaron la palabra durante la junta de este viernes en Santander se felicitó de la decisión final tomada por el banco en este caso, si bien tampoco se explicaban todavía cómo no se tuvo en cuenta el coste total a la hora de anunciar el nombramiento.

‘Paridad técnica de genero’

Uno de los giros más importantes que la presidenta del Banco Santander ha llevado a cabo en los últimos años ha sido sacar a la luz su defensa del feminismo y de la necesidad de promocionar a las mujeres a los puestos de responsabilidad de las grandes empresas. La apuesta por la diversidad en el banco se maneja con una plantilla en la que el 55% son mujeres, pero solo ocupan un 20% de los cargos directivos del grupo, si bien Ana Botín se felicitó de lo mucho que se ha avanzado en esta área, con el hecho de que la mayoría de las directoras territoriales de la entidad ya son mujeres.

El objetivo a medio plazo es que una tercera parte de los directivos sean mujeres, de forma que se pueda empezar a hablar en el banco del “concepto técnico de paridad” que, tras la presidenta y el consejero delegado, explicó el responsable de la comisión de nombramientos y retribuciones. El objetivo del banco es que en su consejo de administración a medio plazo haya paridad, entendida como una proporción en la que ninguno de los dos géneros (masculino y femenino) tenga una representación por encima del 60% del total ni por debajo del 40%. Es decir, cualquier proporción en ese contexto flexible se considerará en el banco como una situación de paridad, para cumplir con el empeño de su presidenta de poner a la mujer en el lugar que le corresponde dentro del tejido empresarial y predicar con el ejemplo en su banco.

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