Torres gana tiempo y ordena investigar a fondo tras 6 meses sin rastro de Villarejo

  • El presidente del BBVA ha contratado también a Uría, el bufete que trabaja con el Santander, para que ayude en la investigación, que lidera Garrigues.
Carlos Torres
Carlos Torres
EFE

El tiempo apremia en la cúpula del BBVA y no hay noticias sobre posibles actuaciones irregulares de Villarejo en toda la documentación oficial examinada sobre la actividad del banco en los últimos catorce años, más allá de lo publicado sobre la contratación de su agencia, Cenyt, para espiar al supuesto ‘grupo hostil’ liderado por Luis del Rivero que amenazaba el puesto de Francisco González en 2004. Ante las dudas  sobre la gestión y la buena gobernanza que todo ese proceso ha generado en la entidad, su actual presidente, Carlos Torres, ha ordenado una investigación a fondo de todas las comunicaciones y archivos informáticos que se conservan desde entonces, con el objetivo de ganar tiempo y demostrar a todo el mundo que, aunque al final no se encuentren más indicios del paso del excomisario que los que ya se han publicado, al menos se ha hecho todo lo posible humana y técnicamente posible para aclarar las cosas.

Aunque el escándalo de las miles de escuchas que el polémico policía puso en su día por orden de la cúpula de la entidad no se ha dejado notar en el mercado, la necesidad de generar confianza en clientes e inversores y frenar la quiebra de reputación que ello supone ha levantado todas las alarmas. Carlos Torres ha recibido ya presiones de todo tipo para obtener una explicación convincente de aquellos hechos, más allá de que se trataba de luchar con todo lo posible contra una conspiración empresarial para que el banco cambiara de manos. Pero el 'escurridizo' Villarejo no parece haber dejado ningún rastro visible que puede apuntar hacia algún tipo de actividad ilegal en todo lo analizado a nivel interno desde hace más de seis meses, según aseguran fuentes financieras cercanas a la entidad, hasta el punto de que los asesores legales recomendaron a su máximo responsable hace un par de semanas la necesidad de contratar a un equipo de expertos informáticos y ‘telecos’ para revisar todo lo que de forma oficial y en una primera revisión no se puede ver. Sobre todo en lo que respecta a un gran cúmulo de archivos electrónicos y tecnológicos que habría que desencriptar.

La maniobra, comentada esta misma semana por Torres con el presidente del Gobierno y la ministra de Economía en Davos, abre un periodo más amplio de tiempo para intentar sacar algo en claro, dado que “hasta ahora, todo lo que se ha publicado es más que lo que desde dentro sabemos que pudo hacer el banco”, explican desde el entorno del banco. Se han dado casos en los que este tipo de procesos (forensic) pueden tardar más de seis meses. 

Hasta tal punto llega la preocupación en el seno de la entidad, que más allá de los servicios jurídicos que tiene del primer despacho de este país (Garrigues), la idea del presidente es contratar también al segundo de los bufetes de derecho de los negocios del ránking español, Uría y Menéndez, que es el despacho que trabaja principalmente con el máximo rival del BBVA en España, el Banco Santander. “No es que se llegue a plantear un conflicto de interés, porque son despachos con muchas áreas de práctica distintas y grandes profesionales independientes, pero resulta chocante que se llegue a ese nivel de duda”, señalaba este jueves un analista del mercado financiero. Fuentes oficiales del BBVA han matizado que se trata de que Uría ayude en la investigación, que en todo momento va a ser liderada por Garrigues.

Fuentes internas que estaban en la cúpula del banco en el año 2004, cuando se generó una crisis por el intento del entonces presidente de Sacyr de hacerse con el control, aseguran que ni en el comité de dirección ni en el gabinete de crisis que se creo 'ad hoc' se habló nunca de la contratación de Cenyt ni de Villarejo: “No me extraña que no encuentren nada ahora; nosotros entonces no teníamos ni idea de que esto estaba ocurriendo y estábamos allí”. Es más, casi todos los miembros de ese grupo, junto a otros directivos, se encuentran entre los números que, supuestamente, estaban siendo controlados por el excomisario.

¿Desde cuándo estaba Villarejo metido en el banco?

El banco se enfrenta ahora a una avalancha de demandas, incluso alguna en forma de querella (vía penal) por las posibles infracciones cometidas contra las personas a las que se espió, tanto dentro como fuera del banco. Exministros como Miguel Sebastián, o el empresario Luis del Rivero, están preparando su estrategia legal para pedir responsabilidades por haber sido invadida su intimidad con la grabación de sus conversaciones telefónicas, como por las calumnias e injurias vertidas sobre sus vida personal y profesional. Hay incluso asociaciones de accionistas minoritarios que se añadirían a esa batalla legal contra el banco posibles delitos contra el mercado, si bien el mayor riesgo para su reputación está en las diligencias abiertas en la Audiencia Nacional por el juez Manuel García Castellón, dentro de una de las piezas separadas que investiga al juez Villarejo.

Una de las claves a tener en cuenta en esa litigación pasa por descubrir desde cuándo (y hasta cuándo) ha estado el BBVA contando con los servicios del supuesto 'agente doble' Villarejo, más allá del caso Sacyr. Fuentes policiales aseguran que ya hubo indicios de alguna actuación del excomisario cuando en enero de 2004, el BBVA salió del mercado de Marruecos, en plena enemistad del Gobierno español, entonces en manos de José María Aznar, con el Ejecutivo marroquí. Pero por el momento no existen pruebas de que eso fuera así, más allá de las insinuaciones que al respecto ha hecho el abogado de Villarejo.

Desde el mes de septiembre de 2002, el BBVA contaba con los servicios de otro excomisario muy cercano a Villarejo como jefe de seguridad. Se trata de Julio Corrochano, que llegó a ser el responsable de la Policía Judicial y, tras 30 años de servicio, paso al sector privado. Según las informaciones publicadas por Moncloa.com, Corrochano sería el hombre que movía los informes elaborados por la empresa de Villarejo para informar al entonces presidente del banco, tanto sobre la supuesta trama de Sacyr como de otras muchas cosas, como informes de riesgo-país en las zonas en las que el BBVA opera u otros trabajos a medida. Esas informaciones apuntan incluso a que el banco de FG ya contaba con los servicios de Cenyt antes de que llegar Corrochano, incluso que ha estado cobrando por sus informes hasta hace apenas un año.

Fuentes financieras internas que entonces trabajaban muy cerca de la cúpula del banco corroboran esta versión y aseguran que Corrochano “ha estado haciendo trabajos para FG con Villarejo y de todo tipo hasta hace nada”. Puestos en contacto con el exresponsable de seguridad, no ha querido hacer declaraciones al respecto, ni sobre lo publicado sobre él ni sobre su trabajo en la entidad y su relación con Villarejo.

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