Operación Bankia: desidia española, colocación en 35 minutos... y cierto alivio

  • Casi el 90% de las acciones las acaparan firmas anglosajonas -los españoles menos del 2%-. Un solo inversor invierte más de 100 millones. 
Goirigolzarri, Bankia
Goirigolzarri, Bankia
EFE

Operación relámpago, con peticiones llegadas desde medio mundo por el doble de las acciones ofrecidas y casi monopolio de inversores foráneos, pero con sabor agridulce porque el Estado vende, de nuevo, a pérdidas. Así se ha escrito la reanudación en la privatización de Bankia con la colocación de otro 7% en manos del Fondo de Reestructuración (Frob) por 818,3 millones. Entre los protagonistas involucrados se respiraba ayer satisfacción... y quizá hasta cierto alivio.

Y es que el pistoletazo a la operación arrancó formalmente en septiembre. Lo detonó el ministro de Economía, Luis de Guindos, desvelando que el Estado vendería hasta un 9% antes de concluir el año. La ventana se abre el 31 de octubre, cuando expiran los días de reserva después de la presentación de resultados y Cataluña se interpone en el camino. Mientras la tensión política desaconseja dar el paso el valor iba sufriendo porque el mero anuncio de venta se convierte en imán de inversores especulativos que apuestan a ganar jugando al descuento que esperaban de la oferta -los bajistas llegan a copar el 4,5% del capital-.

La maquinaria en pleno estaba, de hecho, lista desde septiembre. Es entonces cuando BFA ficha a un ‘pool’ de bancos de inversión para que monitoricen el mercado buscando la mejor ocasión. Y en el parqué sobrevuela el convencimiento sobre la existencia de una línea ficticia en el entorno de los 4 euros que pondría en marcha el proceso.

Pero el umbral teórico se rebasa decenas de veces sin que pase nada mientras el calendario se va acortando de manera inexorable. “Había que encontrar la ocasión antes de las elecciones catalanas -el próximo 21 de diciembre- o posponerlo al próximo año con la situación política despejada”, refieren en el mercado.

La teórica raya de los 4 euros y el balón de Basilea III

Curiósamente el detonante parece casi pulsarse fuera. Que los reguladores internacionales decidiesen el jueves suavizar los requerimientos de capital de Basilea III y posponer hasta 2020 cualquier quita a la cartera de deuda pública hace volar a la banca en bolsa. Bankia salta un 6% en dos sesiones, se coloca cómodamente por encima de los 4 euros -4,173 cotizaba la víspera- con el título en máximos desde agosto y se lanza la desinversión.

El ‘road show’ periódico de Bankia había puesto a la cotizada española en el mundo. Y los bancos colocadores, Deutsche Bank, UBS y Morgan Stanley cierran en tiempo récord una operación más pensada en sembrar el mejor cimiento para cuando el Estado vaya enajenando el 60,63% restante que buscar una recaudación a corto plazo. Tras contactar inversores en tres continentes -EEUU, Europa y Asia-Pacífico-, reciben una demanda de títulos que multiplica por 2,3 veces el paquete ofrecido.

La alta concurrencia facilita la colocación en escasos 35 minutos y con apenas un 2,7% de descuento frente a la víspera cuando la horquilla que suele aplicarse en operaciones similares oscila entre el 3 y 5%. Sin ir más lejos, el Frob tuvo que rebajar un 4,4% cuando vendió el otro 7,5% del banco en febrero de 2014.

Entre otros números la transacción deja los siguientes: compraron acciones 74 inversores institucionales de 15 países, aunque mayoritariamente anglosajones: un 83% británicos y estadounidenses, un 11% del resto de Europa, el 4% del resto del mundo y ¡menos del 2% españoles! No ocultan que esta ha sido uno de los objetivos: atraer las miras y el compromiso del inversor internacional para que continúe apostando -y ¿participando?- en posteriores colocaciones, y dé liquidez.

Sembrar para vender a mejor precio

El capital de Bankia pasa en esa media hora de pertenecer en un 67,54% al Estado, un 4,6% a institucionales españoles y el 18,20% a foráneos -hay otro 9,65% en manos de minoristas-, a estar el 25,1% en las carteras de fondos y otros gestores internacionales. Al menos uno de ellos apostó a lo grande con una inversión que rebasa los 100 millones.

Con la propia colocación persigue quitar corsé a un valor condicionado por el bajo ‘free float’ para que se revalorice y el Estado maximice la recuperación de ayudas. Pero hoy las cifra son tozudas y se repliega a pérdidas. El Erario ha comprometido 22.424 millones en el grupo BFA Bankia y 1.645 millones adicionales en BMN, cuya integración ejecutará en los próximos meses. Es decir, 24.069 millones en conjunto.

Hasta la fecha ha recaudado 2.656 millones con el 14,5% enajenado desde 2014 y el cobro de dividendos e ingresaría otros 7.100 millones si completase la salida al mismo precio fijado en la privatización de ayer. Es decir, las pérdidas del Estado ascenderían a 14.100 millones. Para empatar y evitar quebrantos a los contribuyentes la cotización debe casi triplicarse. Hay tiempo.., aunque solo hasta final de 2019.

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