Memoria Anual de Supervisión

El Banco de España advierte a la banca: la mora 'apretará' en un futuro próximo

El organismo al mando de Pablo Hernández de Cos desvela que el saldo de dudosos ya experimenta un ligero repunte a pesar de que parezca estancado si se observa únicamente la ratio. 

Hernández de Cos
El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos

El riesgo de crédito se alza como la prioridad supervisora del Banco de España para 2022. La autoridad capitaneada por Pablo Hernández de Cos teme por la aparición de este 'leviatán' sobre los balances bancarios, ya que la dudosidad se vislumbra cada vez más cerca a medida que van desapareciendo los apoyos públicos diseñados tras el estallido de la pandemia. "Es necesario mantener la prudencia, dado que es posible que en un futuro próximo se produzcan deterioros de la calidad de los activos crediticios derivados de la materialización diferida en los balances de las entidades de parte del impacto de la crisis del Covid-19", advierte el organismo en su última Memoria de Supervisión. 

La directora general de Supervisión del Banco de España, Mercedes Olano, ha sido clara: "La morosidad va a crecer". En este sentido, ha instado a la banca a cumplir con la norma contable, aunque reconoce que existe una "gran distorsión" entre lo que se refleja del crédito moroso y la provisión (20% o 25%). Se prohíbe totalmente no cumplir con las condiciones dando de baja del balance un activo, que en este caso son los préstamos morosos. "Tendrán que convivir con este pequeño desajuste que se produce", ha alertado, añadiendo que se ha venido recordando al sector que esta norma existe y no se puede saltar. 

Aunque la ratio de morosidad se mantiene estable en el entorno del 3% desde principios de 2020, el Banco de España desvela que ya observa un ligero repunte del saldo de dudosos. "La ratio parece estancada, pero crece ligeramente si se depura el saldo con bancos centrales", precisa. En todo caso, confía en que las provisiones acumuladas durante la pandemia suavizarán las posibles necesidades de fondos derivados de estos potenciales deterioros. La subgobernadora, Margarita Delgado, pide a la banca que analice adecuadamente sus riesgos y que no libere bajo ninguna circunstancia las dotaciones, por lo menos hasta que la incertidumbre se disipe. El foco deberá seguir estando en los sectores más afectados, como la hostelería y los servicios de alimentación.

Cree que el Gobierno ha permitido una dilución del salto abrupto del impacto, pero pide que bajo ninguna circunstancia se liberen las provisiones acumuladas

En relación a los avales públicos, el Banco de España asegura que las exposiciones ICO continuaban presentando bajas tasas de dudoso teniendo en cuenta su clasificación contable. A cierre de septiembre de 2021 estaba en el 2,7%. Pero la incertidumbre llega de las significativas tasas de préstamos en vigilancia especial, que a la misma fecha ya eran del 21,1% e incluso comenzaban a mostrar signos de deterioro. El banco central nacional mantiene una vigilancia extrema sobre esta cuestión, aunque reconoce que las ampliaciones de los plazos de los vencimientos aprobados por el Gobierno diluyen el eventual salto abrupto (cliff effect) entre 2025, 2026 y 2028. Un 39% de créditos disfrutan todavía de carencias y empezarán a expirar a mediados de 2022, por lo que antes de este cambio mediante Real Decreto, los vencimientos se concentraban en 2025. 

Y al riesgo derivado de la crisis sanitaria se le une ahora el geopolítico. Hernández de Cos cuenta, en una carta incluida en la Memoria de Supervisión, que el sector financiero se enfrenta a esta nueva perturbación en una situación en la que había recuperado los niveles de rentabilidad previos a la crisis de la pandemia y en la que, como muestran los distintos ejercicios realizados por las autoridades supervisoras micro y macroprudenciales, su capacidad de resistencia se mantiene, con carácter general, elevada. 

Sin embargo, y a pesar de que las exposiciones financieras directas a Rusia y a Ucrania de las entidades bancarias españolas son muy reducidas, el Banco de España realizará un seguimiento estrecho de los efectos de la crisis sobre la banca y sus acreditados. Además, pondrá un foco particular en aquellos sectores empresariales y grupos poblacionales en los que la recuperación pospandemia estaba siendo más lenta o tardía, así como en aquellos que se encuentran especialmente expuestos a las consecuencias económicas derivadas de la invasión armada. En este contexto, las entidades deberán mantener una elevada prudencia, con un reconocimiento adecuado y temprano de los riesgos asociados, a fin de preservar la confianza en el sector y de facilitar el mantenimiento del flujo de crédito a la economía.

Junto con estas emergencias, el gobernador del Banco de España empieza a ver debilidades en el mercado inmobiliario español. Los precios de la vivienda están aumentando en el área del euro a su ritmo más rápido desde 2005 y en algunos países existen indicios de que se sitúan por encima de su valor de equilibrio de largo plazo, al tiempo que los estándares de los préstamos hipotecarios se están deteriorando. ¿Una nueva burbuja? Por el momento, el organismo monetario cree que en España se encuentran cerca de sus valores de equilibrio de largo plazo, sin que, por tanto, existan todavía señales claras de sobrevaloración. Eso sí, reconoce que han aumentado de manera importante en 2021.

Mostrar comentarios