Los accionistas de Banco Santander reeligieron en la última junta de la entidad financiera, celebrada el pasado día tres de abril, a Ana Botín como consejera del banco con más de un 98,31% de los votos a favor, según el informe sobre los acuerdos adoptados y las votaciones que ha hecho público la propia entidad. En cambio, este apoyo de los propietarios de títulos a la presidenta se ha visto deslucido por la cada vez más creciente cantidad de votos en contra de las remuneraciones de los consejeros.
En concreto, los dos puntos del orden del día de la junta de accionistas que estaban referidos a la política de remuneraciones y el informe en el que se recogen los datos salariales de la cúpula de la entidad obtuvieron un 6,93% y un 5,60% de los votos en contra, respectivamente. Estas cifras se han multiplicado en los últimos años, un hecho que es común a muchas de las compañías del Ibex 35 y no solo a las del sector financiero.
Si se toma como referencia un periodo de cinco años, se puede observar que en el caso de la política de remuneraciones de los consejeros, la estrategia a seguir por las compañías con respecto a la estructura salarial de sus máximos responsables, el porcentaje de votos negativos se ha triplicado. Así, y de acuerdo con la información que provee el propio banco, en la junta de accionistas de 2015 -cuya votación se refería al ejercicio cerrado el 31 de diciembre de 2014- solo un 2,11% de los votos computados fueron en contra de dicha política.
Si se tiene en cuenta el informe anual de remuneraciones de los consejeros, es decir, lo devengado en el ejercicio inmediatamente precedente, las cifras son similares. En la junta de accionistas de hace cinco años apenas un 2,83% de los votos recogidos fueron en contra de este punto del orden del día, cantidad que se ha duplicado hasta el 5,6% que se obtuvo en la junta de este mismo mes de abril. Todo ello se ha producido pese a que la presidenta de la entidad, Ana Botín, recortó su bonus durante el ejercicio de 2019 en un 12%, lo que dejó su sueldo en 9,95 millones, un 5% menos que en 2018.
Fue precisamente en esta última reunión de propietarios de títulos, celebrada en Madrid y a puerta cerrada, como consecuencia del coronavirus, en la que se aprobaron, entre otros acuerdos, la reelección de Ana Botín, actual presidenta de la entidad, como miembro del consejo de administración, lo que faculta su continuidad al frente de la entidad. El banco consiguió un 65% de quórum, según la propia compañía, y los accionistas respaldaron su gestión y revalidaron su posición con más de un 98% de los votos a favor.
Aumento de los votos en contra en otras cotizadas
El aumento del porcentaje de los votos contra los informes de remuneraciones es algo común en gran parte de las compañías cotizadas, sobre todo en las del Ibex 35. Así por ejemplo, y teniendo en cuenta las más recientes, el consejo de Iberdrola contó con un apoyo positivo de poco más del 91% y BBVA, una de las primeras entidades en realizar su junta cada año, con más de un 6% en contra.
Los grandes asesores de voto -'proxy advisors'- llevan con la mirada puesta en las remuneraciones del consejo bastante tiempo y han reforzado sus análisis de cara a la temporada de juntas que acaba de comenzar y que durante este ejercicio se extenderá hasta octubre. En este sentido, la política de retribuciones de los máximos responsables de las compañías está bajo la lupa del principal asesor de voto, ISS. La firma instó a finales del pasado ejercicio a las compañías a modificar ciertos puntos concretos con el fin de incorporar las cláusulas de no competencia como parte del informe de las remuneraciones. No en vano, dichas cláusulas aumentan de forma exponencial las cuantías definitivas que ingresan muchos ejecutivos.
En un momento de tensión como el actual, con la presión de una incipiente crisis económica como consecuencia del riesgo sanitario que está suponiendo la pandemia del coronavirus, la cúpula de Banco Santander -junto con otras entidades- tomó la delantera y decidió recortar hasta el 50% de su salario (fijo y variable) en el caso de Botín y el CEO de la entidad, José Antonio Álvarez, y del 20% para el resto del consejo. Sin embargo, estos cambios no fueron sometidos al refrendo de la junta general de accionistas, por lo que no cuentan con un respaldo societario. En este sentido, Botín señaló que será el comité de remuneraciones a final de año el que decida cómo reflejar esta medida para dar cuenta en el informe de 2020.
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