Santander finiquita su luna de miel con el Gobierno y marca el paso al resto del Ibex

  • La entidad ha sido la primera en cargar contra las iniciativas fiscales que baraja el Ejecutivo y abre la veda al resto que presentarán resultados.
Ana Botín y Francisco González
Ana Botín y Francisco González

Banco Santander, a través de su consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha abierto la veda a desafiar las nuevas medidas fiscales que baraja el Ejecutivo. La entidad ha señalado que atacar las deducciones por doble imposición pondría a las grandes empresas en clara desventaja. Además, ha asegurado que tomará “las medidas que tenga que tomar”. También se ha quejado de que eliminar los impuestos diferidos sería un golpe para la seguridad jurídica del país. Todo ello, en mitad de una avalancha de presentaciones de resultados y ruedas de prensa.

La relación de Banco Santander y el nuevo Gobierno había comenzado de la mejor manera. Al poco de conocerse la elección de Nadia Calviño como nueva ministra de Economía, recibía una felicitación especial. Ni más ni menos que la presidenta de la entidad, Ana Botín, escribía en su perfil de Twitter: “En un momento clave para la Unión Europea, tener a @NadiaCalvino como nuestra nueva ministra de Economía es una garantía de que España seguirá aumentando su peso en las instituciones europeas. Enhorabuena Nadia”.

Algo más de una semana después, el propio Sánchez era el que se mostraba afable con los grandes directivos y presidentes de las grandes empresas y comenzó a deslizar su intención de promover encuentros con ellos. De hecho, Botín fue uno de los primeros nombres que aparecieron en la lista de los pesos pesados del Ibex que el presidente del Gobierno querría recibir en Moncloa.

La buena relación comenzó a erosionarse poco después. Pronto se filtró la intención de Sánchez y su equipo de aplicar un nuevo impuesto a los bancos. La filtración socialista no solo fue el primer punto de fricción entre Santander y Gobierno, sino que el sector arropó a la firma cántabra. El consejero delegado de Banco Santander alertaba al Gobierno de que el sector “no era excesivamente boyante” para soportar más impuestos. A Álvarez, le siguió el también consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, y el presidente de Bankia, Ignacio Goirigolzarri.

No obstante, tras ese primer globo sonda, el punto crítico ha sido la explícita intención del Ejecutivo de reformular el Impuesto sobre Sociedades. Un propuesta que buscaría obligar a las grandes entidades a aumentar el tipo efectivo sobre los impuestos que pagan y que se podría resumir en dos frentes: por un lado, actuar sobre las deducciones por doble imposición que tienen las multinacionales españolas. Por otro, limitar, o incluso eliminar, los activos fiscales diferidos o DTA con los que las firmas abaratan su factura fiscal.

El problema de lo anterior, es que ya sea una u otra, Banco Santander será de las empresas más afectadas, y en el caso del sector bancario la que más. Por ello, Álvarez ha decidido levantar el tono tanto para una como para la otra. Además, el consejero delegado ha sido cauteloso en la forma y a quien lanzar el mensaje. Mientras que en la ‘conference call’ -encuentro con analistas de inversión- ha pasado de puntillas sobre el asunto, en la posterior presentación ante la prensa ha sido más incisivo. Hasta el punto de abrir una pequeña vía a abandonar España si prosigue la idea de retocar la doble imposición.

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno baraja distintas opciones para subir la presión fiscal. / EFE

“Si alguien como nosotros, que depende críticamente del dividendo de las filiales, tiene que, sobre un dividendo que ya ha pagado impuestos en el origen, pagar otro, esto puede afectar a la morfología de las entidades”, explicó Álvarez sobre un posible retoque en las deducciones por doble imposición. Por morfología, debe entenderse “estructura legal” cómo responde en otra pregunta. Por último, Álvarez reafirma la idea al señalar que, “dependiendo de lo que se haga, tendremos que tomar las decisiones que convengan” y siempre buscando “lo que más beneficie” al accionista.

Abre un frente más allá de la banca

El hecho de que Banco Santander haya sido una de las primeras empresas grandes en presentar resultados, con rueda de prensa posterior, pone a prueba al resto. El consejero delegado del banco ha abierto la caja de truenos a la espera de que pasen por la palestra los demás, por mucho que no a todos les toque tan de cerca. Álvarez se ha mostrado mucho más duro en el caso de la doble imposición que en el de los DTA, no por casualidad sino porque en el sector bancario sería la más perjudicada. Tan solo a BBVA le afectaría con similar fuerza.

Por el contrario, en el caso de los activos fiscales diferidos, el perjuicio sería más general. Álvarez se ha quejado de que cambiar la fiscalidad pasada “pondría en duda” la seguridad jurídica en España. Además, las declaraciones del consejero delegado coinciden en tiempo con la petición del banco de 1.000 millones en dichos créditos por las pérdidas del Banco Popular. “Me parece que es lo que debería ser”, ha apostillado Álvarez sobre el derecho del Santander a pedir dichas deducciones futuras.

Al final, en el juego de declaraciones ‘cada uno arrima el ascua a su sardina’. El Santander se ha mostrado muy contrario a retocar la doble imposición o las deducciones por DTA, mientras que ha pasado de puntillas por el impuesto a la banca que afectaba más a otras entidades como Bankia o Banco Sabadell. Aunque, en todo caso, ha abierto la veda de los mensajes políticos al más alto nivel en contra de las nuevas medidas que estudia el nuevo Ejecutivo. Que pase el siguiente.

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