¿Próxima a la extinción?

Los bancos cierran la puerta a Abengoa salvo que aparezca un 'caballero blanco'

La compañía celebrará de forma inminente un consejo clave en el que el equipo deberá decidir si va camino a la liquidación o si se acoge al artículo 5 bis solicitando una prórroga a la espera de un nuevo inversor. 

Abengoa
Abengoa
Europa Press

La banca y los acreedores están expectantes ante el nuevo rumbo que tome Abengoa, aunque ahora mismo no tienen ninguna voluntad de dar crédito nuevo y solo lo valorarían en el remoto caso de que apareciera un gran 'caballero blanco', según han trasladado fuentes de mercado a La Información. El consejo de administración de Abenewco 1 -la filial operativa de Abengoa-se reunirá en un cónclave decisivo en los próximos días en el que deberá decidir si inicia el camino hacia la liquidación de la matriz o si se acoge al artículo 5 bis de la Ley Concursal solicitando una prórroga a la espera de encontrar un fondo oportunista o institucional con el que salir a reflote. 

En todo caso, por el momento nadie ha mostrado interés y las opciones cada vez son más inciertas. Ni siquiera el propio Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), se ha fiado de su proyecto y ha decidido denegarle un nuevo rescate. La única oferta sobre la mesa era la de Terramar Capital, la cual estaba condicionada a la obtención de varias salvaguardias, como la de SEPI y hasta un aval de 300 millones de euros de entidades. El consorcio de bancos, a su vez, pedía recibir el dinero nuevo y elaborar un plan de negocio que convenciera a sus equipos de riesgos para otorgar estas garantías, las cuales podrían haberse concedido si el resto de requisitos se cumplía al tener una contabilización menos arriesgada que otro tipo de instrumentos financiero. 

Las entidades acreedoras son de la opinión de que el mejor escenario sería poner punto y final a esta lucha por sobrevivir con rescates y reestructuraciones

Aunque bajo el punto de vista social lo ideal sería que Abengoa no terminara por 'morir', puesto que aglutina a alrededor de 11.000 empleados y el interés en primera instancia es preservarlos, las entidades acreedoras son de la opinión de que el mejor escenario sería poner punto y final a esta lucha por sobrevivir con rescates y reestructuraciones. El impacto esperado sobre las cuentas de la banca estaría contemplado en sus escenarios de provisiones, por lo que el camino más normal es activar la liquidación y que los acreedores se repartan lo que corresponda de Abenewco 1. 

Los problemas de Abengoa en realidad se remontan al año 2014. Por aquel entonces incluso cotizaba en el Ibex 35. Pero tras varias trifulcas en las que se han visto involucrados rescates, moratorias en los pagos o reestructuraciones, la compañía ha llegado a un punto de vulnerabilidad total del que cada vez resulta más difícil recuperarse. No presenta resultados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) desde hace un año. El problema principal es que no está demostrada su capacidad de reembolso de las ayudas que pide y, ni siquiera, su propia viabilidad.

Se da la circunstancia de que el consejo gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la SEPI, acaba de acordar la denegación definitiva de la solicitud de ayuda pública para la firma sevillana por un importe de 249 millones de euros, la última bala con la que jugaba hasta ahora el equipo gestor y con el que esperaba poder remontar. Esta decisión le aboca hacia el que puede ser uno de los mayores concursos de acreedores de la historia empresarial española, puesto que su deuda asciende a cerca de 6.000 millones de euros. 

La compañía, cuya matriz está en concurso desde febrero del año pasado, deberá ahora optar por el marco de la Ley Concursal. SEPI ya había desestimado la petición de 'rescate' público para seis filiales del grupo: Abengoa Energía, Abener Energía, Abengoa Agua, Inabensa, Abengoa Operación y Mantenimiento y Abengoa Solar España. En esta ocasión trataba de trazar un plan para garantizar su viabilidad futura y evitar un nuevo concurso de acreedores.  

El problema es que este 'espaldarazo público' trae también otras consecuencias, puesto que la concesión de esta ayuda condicionaba el resto de la reestructuración para salvar la actividad de Abengoa que se concentra en Abenewco 1 y que pasaba por la entrada del fondo estadounidense Terramar Capital con 200 millones de euros -60 millones de euros en capital y 140 millones de euros en deuda- adquiriendo un 70 % en Abenewco 1, y la concesión de una línea de avales por un importe máximo de 300 millones otorgada por bancos para cubrir las necesidades de su plan de negocio hasta 2027.

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