Bankia cuenta con la capacidad suficiente para devolver a las arcas públicas 256 millones de euros vía dividendo extraordinario este 2019, pero el banco no discutirá esta posibilidad hasta conocer cuáles son los requerimientos de capital que le impone el Banco Central Europeo (BCE) en el marco del proceso del proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP, según sus siglas en inglés).
Estaba previsto que Fráncfort indicase a las entidades sus requisitos de capital este enero, pero hasta el momento no se ha producido ninguna comunicación, por lo que el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri ha aplazado el debate sobre qué hacer con el exceso de capital acumulado hasta la fecha, que alcanza los 418 millones de euros. El banco también está pendiente de que la Junta Única de Resolución (JUR) le comunique los requisitos para el colchón anticrisis (MREL).
Durante la presentación de su plan estratégico 2018-2020, Bankia anunció que se plantearía repartir entre sus accionistas -bien mediante dividendo, bien mediante recompra de acciones- todo el capital que excediera del 12% de CET1 ‘fully loaded’. Esta ratio se ha situado en el 12,28% al cierre de 2018, pero está previsto que se eleve hasta el 12,51% cuando se completen la reorganización del negocio de bancaseguros de Bankia y la venta de activos tóxicos por importe de más de 3.000 millones en activos a Lone Star.
Recuperación de ayudas
Estos 51 puntos básicos por encima del 12% implican que Bankia cuenta con un excedente de capital de 418 millones de euros. De este total, al Estado le corresponderían 256 millones de euros -es el accionista mayoritario del banco con una participación del 61,4% a través del Frob- que se sumarían a los 219 millones que recibirá vía dividendo ordinario con cargo a las cuentas de 2018.
De los más de 22.400 millones de euros inyectados en Bankia durante su rescate, se han recuperado 3.083 millones hasta la fecha. Más de la mitad, 2.122 millones, se han obtenido vía privatización -1.304 millones de euros resultado una colocación del 7,5% del capital en enero de 2014 y 818 millones en la venta del 7% de diciembre de 2017-, mientras que los 961 millones restantes se corresponden con dividendos ordinarios.
El reparto del exceso de capital fue el gran protagonista de la conferencia con analistas celebrada este lunes por la entidad con motivo de la presentación de sus resultados anuales. Y es que si Bankia aprueba en 2019 distribuir todo el capital que le sobra repartiría entre sus accionistas un 'megadividendo' de 775 millones de euros durante el ejercicio. Así, la rentabilidad por dividendo se situaría prácticamente en el 10%, según el cierre de la acción de ayer, entre las más altas de las cotizadas.
As en la manga
Bankia tiene el compromiso de repartir entre su accionistas del banco 2.500 millones antes de 2020. Para ello el banco deberá acelerar ligeramente su ritmo de generación de capital actual en un entorno de política monetaria acomodaticia que penaliza el desempeño del banco. Aún faltan 1.725 millones para llegar a esta meta, pero Bankia está decidido a cumplir con su objetivo "sea cual sea el escenario de tipos de interés", según explicó Goirigolzarri este lunes en rueda de prensa.
Para ello, el banco cuenta con un as en la manga, ya que está pendiente de que el BCE valide un modelo interno de hipotecas que tendrá un efecto positivo sobre el capital, según desveló José Sevilla, consejero delegado de Bankia, durante la charla con analistas. A pesar de que la intención del banco es ir repartiendo el excedente de capital antes de que concluya el plan estratégico, Sevilla evitó concretar el ‘timing’, que dependerá de que no haya sorpresas en la comunicación de capital regulatorio del BCE, que llegará en los próximos 30 días.
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