Liberbank está abierto a estudiarlas

Bankia y Sabadell se dejan querer ante la oleada de fusiones que anuncia Guindos

La escasa rentabilidad de las entidades financieras españolas las pone en el ojo del huracán de la consolidación en Europa, un objetivo que se persigue desde el BCE. 

José Ignacio Goirigolzarri, Bankia
José Ignacio Goirigolzarri, Bankia
Europa Press

Las fusiones entre bancos están a la orden del día. Si hace apenas unos días era Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el que hablaba de que la consolidación en el sector financiero europeo era "ineludible", los nuevos datos que ha arrojado la banca a cierre del primer semestre y la voluntad de algunos de sus directivos hace que estas operaciones estén cada vez más cerca. Bankia y Sabadell son las únicas entidades que se han dejado querer y no han dicho un 'no' rotundo a la posibilidad de participar en estos movimientos en el sector. A ellos se suma Liberbank, que ha manifestado estar abierto a explorar "cualquier iniciativa" de fusión. 

La rentabilidad de las entidades financieras ha caído en picado en este último trimestre, empujada sobre todo por las importantes provisiones que han lastrado las cuentas de resultados de los diferentes bancos. Gracias, en parte, a la situación vivida en los últimos meses, el sector financiero ha podido reducir costes en cifras más importantes de las previstas inicialmente, un gesto que marca un inicio pero no es suficiente para solventar el problema de base que tiene el sector en España. 

A este mismo punto se refería el propio De Guindos en sus declaraciones del pasado día 20 de julio cuando decía que "el proceso de reducción de costes es fundamental, es absolutamente imprescindible".  Esta idea ha calado en el sector y ha sido repetida como una especie de mantra por los diferentes CEOs de las entidades, grandes y pequeñas, durante la última semana. "Si vemos el sector bancario español y el europeo, los niveles de rentabilidad están muy por debajo de lo óptimo, significa que podrían surgir (fusiones) para mejorar costes y la curva de rentabilidad", decía Onur Genç, segundo espada de BBVA.

A algunos de los segundos de a bordo de las entidades españolas las preguntas sobre la posibilidad de acometer este tipo de operaciones les han venido como anillo al dedo para plantarse en un rotundo 'no'. Es el caso de Santander, cuyo CEO, José Antonio Álvarez, señaló que "no estamos en eso, sino en transformar los negocios. Nuestra prioridad es liderar las regiones en las que estamos". Situación similar la que reflejó el propio Genç que, si bien señaló que si llegan, tienen la responsabilidad de estudiar oportunidades, admitió que su objetivo es el crecimiento orgánico. 

 El pasado viernes, el CEO de Caixabank, Gonzalo Gortázar, también se manifestaba en este sentido al señalar que "con el tamaño que tenemos no nos hace falta una operación corporativa". Otro cierre en banda. En cambio, hay quién ha sido más moderado en sus declaraciones. Es el caso de Sabadell que, a través de su segundo espada, Jaime Guardiola, señalaba que "podemos seguir por nuestra cuenta" si bien dejaba la puerta abierta al afirmar que el hecho de que "que nosotros pudiéramos estar en las quinielas también tiene cierta normalidad". 

Más claro todavía fue el CEO de Bankia, José Sevilla, al señalar que "es posible pensar que en este contexto haya un cierto incentivo para procesos de consolidación". Sevilla cree que se ha creado el "caldo de cultivo" perfecto para que se produzcan integraciones tanto a nivel nacional como internacional. "En Bankia siempre hemos estado a favor de las fusiones, como prueba nuestra operación con BMN", reiteró. Toda una declaración de intenciones. 

Liberbank, candidato destacado

En otro orden de cosas, también estaría en la línea de salida Liberbank. La entidad heredera de Caja de Asturias señaló a través de Manuel Menéndez, su CEO, que estaban abiertos a explorar "cualquier iniciativa" de integración siempre y cuando cree valor para el accionista. Este punto es la mayor dificultad a la que se enfrenta un movimiento de este tipo, pues la situación de los mercados ha hecho que las cotizaciones de las diferentes entidades estén por los suelos, situándose por debajo de su valor en libros. 

"Espero que en las próximas semanas, en los próximos meses, se vaya produciendo de alguna forma este movimiento de consolidación", decía Luis de Guindos, uno de los padres de Bankia, hace unas semanas. Y el primer movimiento llegó el viernes, cuando la gallega Abanca anunció un preacuerdo con Credit Agricole para adquirir Bankoa. El intercambio de cromos acaba de comenzar y el BCE, con su guía para este tipo de operaciones, está deseando que continúe. 

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