La nueva dirección de Evo Banco ha comunicado este jueves a la plantilla que cerrará cuatro de las cinco oficinas que mantiene en la actualidad el próximo 18 de octubre. En concreto, la entidad, que ha sido adquirida recientemente por Bankinter, clausurará las sucursales de Barcelona, Bilbao, Sevilla y Valencia, por lo que solo mantendrá el establecimiento de la calle Serrano en Madrid, según informan fuentes sindicales y ha confirmado la entidad financiera.
Bankinter, que antes del parón de agosto remodeló la cúpula de Evo Banco, dice que el ajuste se debe a que la entidad adquirida tiene un perfil digital. Según las fuentes consultadas, el cierre de estas sucursales supondrá el despido de un total de 12 trabajadores por amortización de sus puesto de trabajo, aunque el banco no confirma la cifra de empleados afectados y asegura que el impacto, que se reducirá con recolocaciones en la medida de lo posible, se "detallará en las próximas semanas".
En todo caso, la consejera delegada de Bankinter y presidenta no ejecutiva de Evo, María Dolores Dancausa, señaló a comienzos de año que no está previsto aplicar un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en el grupo financiero. Y es que la entidad que dirige es de las pocas que genera empleos netos en la actualidad.
Enésimo ajuste en Evo Banco
Sea como fuere, Evo Banco ya cerró 39 sucursales y redujo su plantilla en algo más de 260 trabajadores (algo más del 50% de la plantilla) a finales de 2017 -antes de su adquisición por parte de Bankinter- en el marco de un ERE que el banco justificó con la necesidad de adaptarse a un entorno de transformación digital, innovación tecnológica y rentabilidad en el negocio de la banca minorista. En 2015 la entidad contaba con 79 oficinas y unos 1.100 empleados, por lo que la reducción de su perímetro ha sido prácticamente constante desde entonces.
Gracias a la compra de Evo por 66 millones, Bankinter consigue incorporar 452.000 nuevos clientes procedentes de esta entidad cuyo perfil es de forma mayoritaria joven y de carácter digital. Esta entidad aporta también un total de 3.050 millones de euros en depósitos y 745 millones de euros en préstamos hipotecarios.
El retorno sobre la inversión (ROI) se espera que sea superior al 10% en el medio plazo. El objetivo de la adquisición reside en impulsar la estrategia digital de Bankinter, que se había quedado algo rezagada en este aspecto en comparación con alguno de los principales bancos españoles. Hasta junio de 2019, Evo Banco alcanzó un resultado neto de 31 millones, de acuerdo a los últimos estados financieros de la AEB.
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