Barceló utiliza su gestora Crestline para lanzar un 'megafondo' y crecer en el lujo

  • El grupo hotelero adquirió en 2017 el 100% de la gestora estadounidense, que suma una cartera de 119 hoteles de cadenas como Marriott, Hilton o Hyatt.
Imagen de un hotel Hyatt.
Imagen de un hotel Hyatt.

Los grandes grupos hoteleros están pisando el acelerador en pleno auge de alternativas como Airbnb. Uno de esos movimientos lo acaba de dar el grupo mallorquín Barceló. A través de su gestora estadounidense Crestline Hotels & Resorts va a lanzar un fondo de 300 millones de dólares (alrededor de 257 millones de euros) para crecer, sobre todo, en el segmento de alta gama.

Crestline, que gestiona casi 120 hoteles de otras cadenas en Estados Unidos, persigue con este movimiento aumentar su cartera de activos con los socios que considera estratégicos, según ha comunicado la enseña norteamericana. Además, ha detallado que en la financiación de esos 300 millones de dólares, la mitad será endeudamiento financiero y, el otro 50%, a través de acciones.

Una inversión que destinará a oportunidades que, asegura, ya está identificando y que se centran en los segmentos de alto nivel. El objetivo, añade la gestora, es reconvertir hoteles que actualmente tienen bajo rendimiento para dar un giro a su rentabilidad.

"El fondo tiene unos parámetros de inversión flexibles, lo que nos permite adquirir hoteles, invertir en 'joint ventures' o aportar financiación híbrida, considerando arrendamientos a largo plazo", argumentó el presidente y consejero delegado de Crestline, James Carroll, al explicar la creación del fondo.

El movimiento de Barceló

Antes de este movimiento, Crestline gestiona actualmente 119 hoteles, 'resorts' y centros de conferencias. En total, suma más de 17.000 habitaciones en Estados Unidos y no bajo la enseña Barceló, sino que gestiona activos de cadenas como Marriott, Hilton o Hyatt.

Su historia con Barceló no ha sido lineal. La cadena hotelera mallorquina adquirió el 100% de Crestline en 2002, sólo dos años después de su fundación, cuando sólo sumaba unas 7.000 habitaciones. Ese movimiento dio lugar a la gestora Barceló Crestline. Tuvo el control absoluto hasta 2013, cuando vendió el 60% de su accionariado a la firma AR Global.

Hace poco más de un año, en abril de 2017, volvió a hacerse con la totalidad de la firma con el objetivo de acelerar su crecimiento en Estados Unidos, donde Barceló no tiene hoteles bajo su enseña, en una operación valorada en 22 millones de dólares.

El nuevo fondo en Estados Unidos se suma a la inversión de 160 millones de euros que Barceló realizó en 2017. Este año, la compañía familiar prevé logra un beneficio neto de 180 millones de euros. Se quedaría así lejos de los 243 millones de euros que ganó en 2017, un año marcado por los 172 millones logrados con la venta a Hispania de su participación del 24% en la Socimi.

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