Cuarto reparto suspendido

BBVA 'congela' de nuevo el dividendo en Argentina y atesora ya 242 millones

El consejo de la filial de la entidad ha aprobado la distribución de una nueva remuneración, que quedará suspendida y que se suma a las tres pagas 'extra' pendientes a que el banco central del país levante el veto. 

Edificio de la sede de BBVA en Madrid
Edificio de la sede de BBVA en Madrid
Europa Press

Los accionistas de la filial argentina de BBVA esperan con aflicción el momento en que el Banco Central de la República de Argentina (BCRA) levante el veto al dividendo, previsto actualmente para el próximo 31 de diciembre. El consejo de administración de la entidad acaba de aprobar la distribución de una nueva remuneración, que se suma a las tres pagas 'extra' que todavía están pendientes de reparto. Los propietarios de las acciones del banco en el país de América del Sur saben que 28.000 millones de pesos argentinos (unos 242 millones de euros al cambio actual) son suyos, pero siguen sin poder verlos en sus cuentas. 

La cúpula de BBVA Argentina se ha reunido esta semana. En el cónclave celebrado, los gestores han decidido convocar de forma extraordinaria a sus accionistas el próximo 3 de noviembre para someter a aprobación la distribución de un nuevo dividendo de 6.500 millones de pesos mexicanos (unos 56,2 millones de euros). Eso sí, su reparto sigue sujeto a que el BCRA deje de limitar al sector en sus decisiones de capital, una medida que el organismo supervisor impuso tras el estallido del Covid-19 y que prorrogó este verano hasta final de año. 

Los dueños de la filial de BBVA en Argentina llevan ya dos años de sequía en cuanto a dividendos se refiere. Sin embargo, a partir de 2022, siempre y cuando el banco central no decida abrir la mano antes, vivirán un torrente de millones. La suma de las cuatro pagas 'congeladas' supone multiplicar por cinco el agregado de todos los dividendos distribuidos por el banco desde el año 2013. La última paga que recibieron fue en 2018, por importe de 2.407 millones de pesos argentinos (20,83 millones de euros). Suponía un pay-out del 25%.

La suma de las cuatro pagas 'congeladas' supone multiplicar por cinco el agregado de todos los dividendos distribuidos por el banco desde 2013

Con cargo a los beneficios ordinarios de 2019, el grupo aprobó primero un dividendo de 2.500 millones de pesos argentinos (21,62 millones de euros) y otro de 12.000 millones de pesos argentinos (104 millones de euros). Fueron autorizados en 2020, por lo que la crisis sanitaria ya había estallado y tuvieron que ser suspendidos. Supone un total de 14.500 millones de pesos argentinos (125,4 millones de euros) y un pay-out del 46%. Ese año obtuvo ganancias por importe de 31.352 millones de pesos argentinos (271,2 millones de euros).  En 2020 los beneficios se vieron recortados hasta los 12.032 millones pesos argentinos (104,1 millones de euros), pero eso no echó para atrás a BBVA Argentina para apartar un dividendo atractivo. La ratio pay-out que fijó entonces fue del 58%, lo que supuso reservar 7.000 millones de pesos argentinos (60,55 millones de euros).

BBVA Argentina registró en el primer semestre de 2021 un resultado neto ajustado por inflación de 10.513 millones de pesos (unos 90,94 millones de euros), lo que supuso un 23,7% más que en el mismo periodo de un año antes. Solo en el segundo trimestre, ganó 7.220 millones de pesos (62,45 millones de euros), un 14,3% más que entre abril y junio del ejercicio precedente. La entidad considera que estos resultados se obtuvieron gracias al incremento de las comisiones, al foco en la eficiencia operativa demostrando una correcta gestión de gastos y por el mantenimiento de los márgenes en un contexto de volatilidad. 

Esta misma situación se repite en otras geografías, como en España, aunque el Banco Central Europeo (BCE) ha sido en este caso algo más complaciente. En su país natal, la entidad presidida por Carlos Torres ha apostado por utilizar las dos vías posibles para ofrecer una palanca a sus 'fieles'. Ya cuenta con el visto bueno de la junta para realizar una recompra de acciones con el objetivo posterior de eliminarlas con una reducción de hasta el 10% del capital, el equivalente a unas 667 millones de acciones. Además, quiere distribuir un dividendo por importe máximo del 35% del beneficio del grupo. En cualquier caso, desde que se desató la pandemia, el banco ha desembolsado unos 393 millones de euros (0,059 euros por acción).

Las entidades del Viejo Continente ya están muy cerca de tener libertad a la hora de repartir el exceso de capital. El próximo jueves 30 de septiembre se cumple la fecha marcada por el organismo presidido por Christine Lagarde para poner fin a las limitaciones. No obstante, volver a la normalidad no será igual de fácil para todas los bancos. La jefa del BCE y su equipo no quitarán ojo en ningún momento a los planes de cada banco. Esta vigilancia ya era una práctica habitual, pero dado que la situación sigue siendo delicada, se intensificarán los contactos. Los dictámenes individuales serán privados para evitar el señalamiento y su potencial impacto negativo sobre el mercado, pero está claro que no todas las entidades podrán reanudar sus planes de forma tan boyante y algunos podrían recibir 'toques de cautela'. 

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