Concluye el 18 de mayo

BBVA dispara su control en Garanti al 66% a una semana del cierre de la opa

La entidad se conformaba con superar el 50% -desde el 49,85% actual-, pero la mejora de la oferta le ha permitido contar por el momento con el compromiso de venta de al menos un 16,12% de los accionistas. 

Garanti BBVA
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Garanti

El esfuerzo de BBVA ha valido la pena. El próximo miércoles, 18 de mayo, es el último día del periodo de aceptación de la opa voluntaria que la entidad ha lanzado sobre el 50,15% que no posee de su filial Garanti. Dadas las mínimas expectativas de alcanzar el 100%, el banco quiso dejar constancia en numerosas ocasiones que se conformaba con superar el umbral del 50%. Pero a una semana del cierre de la operación ya ha disparado su control sobre cerca del 66% certificando su victoria, según los registros del supervisor bursátil turco consultados por La Información. 

No obstante, para BBVA no ha resultado fácil. Además de las críticas recibidas por tomar esta decisión estratégica como forma más eficiente para utilizar su exceso de capital, la operación estuvo a punto de frustrarse por el precio. Su primera oferta de 12,2 liras por acción anunciada en noviembre de 2021 no convenció y los accionistas demandaron una mejora de las condiciones nada más abrirse el calendario de aceptación de la opa. A solo una semana de cerrar el plazo inicial, el grupo se vio abocado a ajustar el precio al alza, hasta situarlo en 15 liras por acción, un 23% más que su anterior propuesta. 

Dos semanas y media después de trasladar la mejora de la oferta y ampliarse automáticamente el plazo hasta el próximo 18 de mayo, el banco presidido por Carlos Torres obtiene el compromiso de venta del 16,12% del capital. Unos 1.032 accionistas están dispuestos a venderle alrededor de 677,3 millones de acciones, con lo que BBVA ya estaría en disposición de alcanzar el 65,97% de su filial otomana. Todavía queda una semana y es posible que continúe acaparando una mayor proporción de títulos. 

El importe máximo a desembolsar por BBVA se fijó entonces en 31.595 millones de liras turcas (equivalente a unos 1.960 millones de euros al tipo de cambio actual) asumiendo que todos los accionistas minoritarios de Garanti BBVA venden sus acciones. Según la estimaciones de la entidad, los impactos financieros de la opa dependerán del porcentaje de los accionistas que decidan aceptar la oferta y vender sus acciones. En todo caso, estima un golpe máximo de aproximadamente menos 34 puntos básicos sobre la ratio de capital CET1 fully loaded.

Su empeño por Turquía sorprende cuando la situación en este país es cada vez más delicada. La inflación en el país otomano está totalmente disparada, colocándose sobre el 69,97% en abril -último dato disponible-. Y la guerra no está haciendo otra cosa más que recrudecer esta situación. La incertidumbre es tal que BBVA ya analiza aplicar desde este mismo segundo trimestre, que empieza en abril y finaliza en junio, la clasificación contable de la hiperinflación, un método que utiliza en otras geografías como Argentina y Venezuela. Si decide establecer este clasificación, las cuentas se resentirán, pues tendrá un impacto negativo sobre la aportación de la filial turca en el resultado consolidado del grupo. El primer año de aplicación de la contabilidad por hiperinflación se suele observar que la contribución del beneficio es limitado.

La preocupación deriva en que el mercado turco funciona bajo el régimen complejo de Recep Tayyip Erdoğan, así como en un contexto de fuerte depreciación del tipo de cambio y una tasa de inflación muy alta, la mayor registrada en las últimas dos décadas. Y a pesar de la confluencia de todas estas circunstancias, el Banco Central de la República de Turquía (BCRT) ha empezado a rebajar los tipos de interés, al contrario que el resto de sus homólogos de supervisión monetaria. Según argumentan, el objetivo de este nuevo marco es facilitar el ajuste de la cuenta corriente a través de un tipo de cambio más débil. Esta mejora, a su vez, serviría para reducir las presiones depreciatorias sobre la moneda y, por tanto, sobre la inflación. 

Estas decisiones ya empiezan a pesar sobre la banca otomana, donde Garanti se alza como el segundo mayor banco privado y el quinto del país si se incluyen también los públicos. Su importancia se refleja en que los activos de esta filial contabilizan el 8,5% del total del grupo BBVA y su contribución al beneficio neto asciende al 13,1%, con unos 740 millones de euros. Sólo es superado por México y España. Aunque el sector bancario turco en términos generales se ha mantenido relativamente saneado hasta principios de 2022, ciertos indicadores llaman ya a la prudencia, como por ejemplo el de la solvencia. 

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