Dos años el salario fijo

Páramo cobrará 1,6 millones de BBVA por 'no-compite' aunque seguirá de asesor

  • El consejero ejecutivo, que percibe una remuneración fija  superior a los 800.000 euros,  no ha sido renovado en su cargo de administrador. 
El exconsejero ejecutivo del BBVA José Manuel González-Páramo.
El exconsejero ejecutivo del BBVA José Manuel González-Páramo.

La renovación del consejo del BBVA que anunció hace apenas unos días la propia entidad bancaria tiene premio para una de las salidas. El aún consejero ejecutivo de la compañía José Manuel González-Páramo se embolsará una indemnización de 1,6 millones de euros tras perder su sillón en el máximo órgano de la compañía. Dicha cuantía es la que se desprende se desprende de la información que la propia entidad ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este mismo miércoles. González-Páramo seguirá vinculado al banco como asesor externo pero, no obstante, cobrará la citada compensación económica, según han confirmado a este periódico fuentes oficiales de la entidad financier.

El marco retributivo del BBVA establece una cláusula de no competencia con carácter  post-contractual para todos aquellos administradores de la entidad que tienen la condición de consejeros ejecutivos, como es el caso de González-Páramo. Salvo excepciones de jubilación, invalidez o incumplimiento grave de las funciones, la norma en cuestión determina una compensación para estos administradores equivalente a la remuneración fija por un periodo de dos anualidades, que se hará efectiva en cuotas mensuales.

En este sentido, y de acuerdo con el informe de remuneraciones de la entidad que encabezan Carlos TorresOnur Genç , el hasta ahora consejero ejecutivo se embolsó durante el ejercicio 834.000 euros en concepto de retribuciones fijas, por lo que al multiplicarlo por los dos años que durará el pacto de no competencia firmado entre ejecutivo y entidad bancaria, esta cifra superará los 1,6 millones. 

Pero estos 834.000 euros son solo una parte de la cantidad definitiva que se llevó el consejero que ahora dejará la entidad bancaria. A ella habría que sumarle las partes variables que, de acuerdo con el citado informe de retribuciones de 2019, son 75.000 euros en efectivo como consecuencia del variable a corto plazo de este ejercicio, y otros 98.000 de la parte a largo plazo de 2016.

Más allá de esto, también se hizo con 14.998 acciones de la entidad financiera como consecuencia del pago de la parte variable a corto plazo de 2019 y otras 13.355 devengadas del variable a largo plazo del año 2016. Durante el último ejercicio, González-Páramo también se benefició de aportaciones a diferentes sistemas de previsión por un total de 404.000 euros, la mayor parte de ellos -250.000 euros- con destino a una eventual jubilación. 

La política de retribuciones del BBVA establece, no obstante, que la compensación a recibir por los consejeros ejecutivos se vincule exclusivamente sobre la base del salario fijo. Las dos anualidades que paga la entidad se sitúan en los límites que recomienda la CNMV de cara a la revisión del Código de Buen Gobierno Corporativo que está sometida a consulta pública hasta este próximo viernes. El regulador considera que las indemnizaciones por blindaje se limiten a un máximo de dos años, incluyendo la cláusula de no-competencia que impide a los altos directivos de las sociedades cotizadas trabajar en otras entidades.

De consejero ejecutivo a asesor externo

En el caso de González-Páramo el pago del no-compite tiene cierta singularidad por cuanto que el todavía consejero ejecutivo del BBVA seguirá vinculado al banco en calidad de asesor externo. El banco no ha precisado ningún detalle sobre las condiciones económicas en las que el exconsejero  realizará sus nuevas labores de apoyo a la alta dirección de la entidad que preside Carlos Torres. En el fondo de la cuestión lo que no se entiende muy bien desde la perspectiva del buen gobierno corporativo es la razón por la que el BBVA prescinde de un ejecutivo al que luego va a contratar como  asesor sin mayor solución de continuidad que el pago de 1,6 millones de euros para que no trabaje en la competencia.

González-Páramo dejará su actual cargo en el principal órgano de gobierno del BBVA en la próxima junta de accionistas que se celebrará el 14 de marzo en Bilbao. Su incorporación como consejero del banco data del año 2013, durante la etapa presidencial de Francisco González. Previamente González-Páramo fue el representante de España en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) durante ocho años. Su reputación y experiencia profesional le acreditaron desde el primer momento como uno de los principales candidatos para sustituir al propio FG. Al final, el anterior presidente del BBVA prefirió ceder el relevo en favor de Carlos Torres.

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