BBVA deja un año a KPMG como auditor para apaciguar al mercado tras Villarejo

  • La dirección del banco busca evitar el daño reputacional que supondría sustituir a su auditor tan solo tres ejercicios después de ficharlo.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, junto al CEO, Onur Genç
El presidente de BBVA, Carlos Torres, junto al CEO, Onur Genç
EFE

KPMG seguirá un año más auditando las cuentas de BBVA. Así lo ha decidido la entidad que preside Carlos Torres en la reunión del consejo de administración de este miércoles, en la que los gestores del banco han optado por prorrogar un ejercicio más el contrato que mantienen con la firma que preside Hilario Albarracín para no generar más incertidumbre en un momento en el que el grupo tiene serios problemas con la justicia, por la relación de algunos de sus directivos con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, actualmente en prisión preventiva.

Como adelantó La Información, BBVA había puesto en marcha un nuevo concurso para abrir la posición de auditor externo, un proceso al que se invitó al propio KPMG y a sus principales rivales, como son Deloitte, PwC y EY, aunque también a algunas firmas medianas, entre las que destacan BDO, Grant Thornton y Mazars. La decisión sorprendió a propios y extraños dado que el banco 'fichó' a KPMG hace tan solo tres ejercicios y no se ha cumplido el plazo legal que le obliga a cambiar de auditor, que está fijado en 10 años.

Tras analizar las diferentes propuestas, la dirección de BBVA finalmente ha optado por mantener un año más a su actual auditor, según explican a este medio en fuentes financieras. El objetivo es no generar más dudas en el mercado en un momento en el que la entidad atraviesa una grave crisis reputacional tras su imputación como persona jurídica -así como la de algunos de sus directivos- por los presuntos delitos de cohecho, corrupción y revelación de secretos en el caso de las escuchas de Villarejo, que se investiga en la Audiencia Nacional.

El banco habría contratado al entramado empresarial del expolicía con el objetivo de espiar a cientos de políticos, empresarios y periodistas para defender sus intereses ante una serie de contingencias, como el asalto frustrado de Sacyr al capital de la entidad, la presunta extorsión de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) o para investigar a clientes morosos y poder recuperar los saldos pendientes.

Por tanto, con el fin de no agravar su problema reputacional, BBVA ha resuelto que sea KPMG quien examine sus cuentas del ejercicio 2020 y ha postergado la decisión sustituir a esta firma hasta el año que viene. En cualquier caso, entre los motivos que llevaron al banco a plantearse cambiar de auditor estaría la controversia judicial que ha atravesado la compañía de servicios profesionales en Estados Unidos, que se han saldado con una multa de 50 millones de dólares por parte de la Comisión de Valores norteamericana (SEC, según sus siglas en inglés).

Onur Genç, actual CEO de BBVA, negó en la presentación de los resultados del tercer trimestre que la decisión de lanzar un concurso estuviera vinculada en este sentido. "No tiene relación, estamos satisfechos con nuestros auditores", dijo el número dos del banco en una rueda de prensa que se celebró de forma 'online', como es habitual en la entidad.

Contrato de 30 millones al año

Sea como fuere, el contrato de auditoría de BBVA es el tercero más grande del Ibex 35, solo por detrás de Banco Santander (100 millones) e Iberdrola (28,4 millones). Y es que durante 2018 KPMG se embolsó casi 28 millones de euros solo en honorarios por realizar labores de auditoría en el grupo bancario que preside Carlos Torres. La firma que preside Hilario Albarracín auditó en 2018 a ocho compañías del Ibex 35 a las que se añadirán ACS, Endesa y Sabadell, concursos que ha ganado recientemente.

Fuera del selectivo madrileño, KPMG audita a Abanca y Cajamar, entidad que le ha arrebatado recientemente a PwC, que revisa las cuentas de Santander, CaixaBank, Bankinter, Unicaja, Ibercaja y Kutxabank, entre otras. Por su parte, EY audita a Bankia desde las cuentas del ejercicio 2013, justo las posteriores al rescate, y Deloitte a Liberbank.

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