Fuego cruzado en las agencias de rating por el impacto de la crisis turca en BBVA

  • Mientras que S&P Global decidió colocar al banco en perspectiva negativa, Moody's ha preferido por mantenerla estable.
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EFE

Las agencias de calificación más importantes del mundo, S&P Global y Moody’s, no se ponen de acuerdo en cómo puede afectar la crisis turca a BBVA. El descalabro económico del país, la fuerte depreciación de su moneda y la probabilidad cada vez más alta de impago en su deuda tienen confundidas a ambas agencias. Mientras que la primera decidió colocar en perspectiva negativa a la entidad, la segunda ha optado por mantenerla estable.

El principal choque que tienen ambas agencias es determinar si el alto volumen de créditos en la cartera de BBVA supone o no un riesgo para la propia solvencia de la firma presidida por Francisco González. En principio, los bancos reservan un colchón de capital proveniente de los beneficios de años anteriores para hacer frente a posibles impagos. El problema aparece cuando la tasa de mora, que mide lo grande que debe ser dicho colchón, se dispara y el banco no solo no recibe todo el capital prestado, sino que tampoco lo tiene provisionado. Por lo que su pasivo es mayor que su activo y tiene problemas para devolver sus bonos.

Lo anterior es básicamente lo que intentan medir las agencias de calificación, y donde chocan muchas veces. En el caso de BBVA, S&P cree que "los acontecimientos actuales en Turquía podrían tener el potencial de afectar negativamente nuestra visión de solvencia del BBVA". La razón es que con una cuota de mercado en el país del 12%, Turquía pesa cerca de un 10% en su cartera de créditos total. De hecho, dicha exposición es bastante más amplia que otras entidades: Unicredit tiene el 4%, BNP Paribas el 2% e ING el 1%.

Por otro lado, Moody’s confirma también que BBVA es el banco más expuesto a Turquía, pero cree que la entidad puede compensar el riesgo con la buena evolución de otras regiones. "La calificación se ha mantenido estable gracias a la resistencia del perfil crediticio de BBVA (…) debido al mejor desempeño de otras unidades del banco, en particular su franquicia española". Por ello, Moody’s mantiene la deuda a largo plazo del banco en el nivel A2 y las calificaciones de su deuda senior en el A3.

La agencia ha destacado entre las fortalezas con las que cuenta la firma presidida por González la evolución del negocio en España. Moody’s valora positivamente el fuerte crecimiento del país y la venta de los activos tóxicos inmobiliarios en España. Con ello, explica la agencia "el banco aumentará la rentabilidad futura al reducir los costes por provisiones y frenar las pérdidas que generaba la unidad inmobiliaria del banco".

Por último, Moody’s explica en su informe que BBVA mantiene limitado el riesgo turco, en especial en la parte de capital. "Cualquier impacto negativo del riesgo cambiario es limitado, ya que BBVA es capaz de cubrir el capital exigido gracias a la contribución esperada de los beneficios". Además, una depreciación de un 10% de la lira turca tendría un impacto menor de dos puntos básicos en el capital de máxima seguridad del BBVA, explican desde el propio banco. Por otro lado, también cuenta con el colchón adicional de la venta de su filial chilena.

Moody’s sí rebaja la calificación de Garanti

Curiosamente, la misma Moody’s ha rebajado la calificación a toda la banca turca, incluida Garanti, unas horas antes de emitir el informe de BBVA. El pasado 7 de junio la agencia inició un estudio de la situación de la banca turca tras el fuerte desplome en los últimos meses de la lira. "La rebaja refleja principalmente el aumento sustancial en el riesgo de un escenario a la baja, donde un cambio negativo adicional en la confianza de los inversores podría conducir a una reducción de la financiación mayorista", alertaba la agencia.

El problema es que el sistema bancario turco es muy dependiente de la financiación exterior, ya que un 75% de los fondos totales de la banca requieren pagos en moneda extranjera. Además, alerta la propia agencia que en los próximos 12 meses las entidades deben refinanciar alrededor de 77.000 millones en bonos.

Además, Moody’s alerta de que la situación económica turca estaría lejos de solucionarse en los próximos meses. La agencia cree que el entorno económico del país se ha deteriorado por encima de las expectativas previas, e incluso prevé la situación siga así. Moodys pronostica un crecimiento del PIB de solo el 1,5% en 2018 y el 1% en 2019, y una tasa de inflación del 20% en 2018 y en torno al14% en 2019. Sin embargo, existe “una considerable incertidumbre y mayores riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento de Turquía” recalca la agencia.

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