
BBVA ha cerrado 2020 con un beneficio de 1.305 millones de euros, un 62,9% menos que en el año anterior como consecuencia de la anticipación de provisiones por la pandemia, especialmente en la primera mitad del año, y el ajuste negativo de 2.084 millones de euros por el fondo de comercio de EEUU -realizado en el primer trimestre de 2020-. La entidad que encabeza Carlos Torres ha comunicado al mercado este mismo viernes su intención de pagar un dividendo de 5,9 céntimos por acción con cargo a este ejercicio y aprovechar el capital que le dará la venta de la filial de EEUU para recomprar en torno al 10% de las acciones del grupo, crecer en sus mercados e incrementar la remuneración al accionista.
La entidad de orígenes vascos ha aprovechado esta comunicación para comunicar la intención de BBVA de regresar en 2021 a su política de retribución al accionista, es decir, de distribuir anualmente entre un 35% y un 40% de los beneficios íntegramente en efectivo y mediante dos distribuciones, previsiblemente en octubre y abril y sujeto a las aprobaciones pertinentes, una vez que la recomendación por parte del BCE sea revocada y no exista ninguna restricción ni limitación adicional.

En resultados, el margen de intereses creció un 3,6% en 2020 hasta los 16.801 millones de euros, los ingresos por comisiones aportaron 4.616 millones de euros en el conjunto del ejercicio, casi inamovible con respecto a 2019. En conjunto, los ingresos recurrentes -margen de intereses más comisiones-, crecieron un 2,7% en el ejercicio. El margen bruto se elevó hasta los 22.974 millones de euros en 2020, un 4,5% más.
Por su parte, el resultado de operaciones financieras (ROF) en el año registró un crecimiento interanual del 37,6%, hasta los 1.692 millones de euros. Los planes de contención de costes llevaron a una rebaja de los gastos de explotación de un 2,6% en 2020 -hasta 10.755 millones de euros. En este sentido, el ratio de eficiencia -el gasto que la entidad realiza por cada 100 euros que consigue- se situó en el 46,8%, 342 puntos básicos por debajo del de 2019.
El margen neto ascendió a 12.219 millones de euros en 2020, un 11,7% más interanual, gracias a la fortaleza de los ingresos recurrentes y a la contención de gastos. Con respecto al capital, el ratio de capital CET1 ‘fully-loaded’ a 31 de diciembre se situó en el 11,73%, 21 puntos básicos por encima del nivel de septiembre de 2020. Por ello, BBVA ha decidido elevar su objetivo de capital y situarlo en un rango de entre el 11,5% y el 12%. Si se tiene en cuenta el acuerdo para vender la filial en Estados Unidos, este indicador aumentaría hasta el 14,58% a cierre de diciembre.
El coste del riesgo siguió mejorando a lo largo del ejercicio. En el acumulado del año, se situó en el 1,51%, frente al pico de 2,57% alcanzado en marzo. Los ratios de morosidad y cobertura cerraron el ejercicio en el 4,0% y el 81%, respectivamente. En cuanto a balance y actividad, la cifra bruta de préstamos y anticipos a la clientela se situó un 3,5% por encima del cierre del año anterior, hasta 378.139 millones de euros. Los recursos de clientes cerraron diciembre de 2020 un 11,9% por encima de los saldos de diciembre de 2019, hasta 512.097 millones de euros.
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