El BBVA se despidió de 2018, un año marcado por el adiós de un presidente histórico como Francisco González, con unos resultados de fuste, los mejores desde 2007. El banco que ahora comanda Carlos Torres registró un beneficio neto de 5.324 millones de euros en el ejercicio, cifra un 51% superior a la registrada un año antes, gracias a la recurrencia en los ingresos, el control de costes y la plusvalía por la venta de su negocio en Chile.
El resultado de las primeras cuentas que firmará el nuevo presidente se ve favorecido por los menores saneamientos, pues en el año 2017 tuvo que aplicar el deterioro de su participación en Telefónica, que restó 1.123 millones, y por la venta de BBVA Chile, que aporta este año plusvalías por 633 millones de euros, lo que compensa la menor aportación de los resultados por operaciones financieras y el impacto negativo por la hiperinflación en Argentina (266 millones de euros).
El negocio en México es el gran catalizador de las cuentas de BBVA, aportando el 41% del beneficio, por delante de España, que supone casi el 25%. Por su parte, Turquía, país que ha estado marcado por la inestabilidad en 2018, supone el 9,8% de los resultados del grupo, justo por detrás de Estados Unidos, que representa el tercer mercado del banco azul.
El margen de intereses del banco cayó ligeramente, un 0,9%, y se situó en 17.591 millones de euros, mientras que los ingresos por comisiones disminuyeron un 0,8%, hasta 4.879 millones de euros. Así, el margen bruto cede un 6%, hasta 23.747 millones de euros. La ratio de capital CET1 'fully loaded' ha mejorado ligeramente, hasta el 11,3%, mientras que la tasa de mora ha descendido hasta el 3,9%.
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