Por colaborar con la investigación judicial

Béjar amplía su demanda contra BBVA y dice que su despido fue una represalia

  • El directivo se verá las caras con la entidad financiera el próximo viernes 14 de febrero en el Juzgado de lo Social número 12 de Madrid.
Antonio Béjar y Francisco González
Antonio Béjar y Francisco González
DCN

Antonio Béjar acaba de ampliar su demanda contra BBVA para intentar demostrar en los tribunales con un mayor grado de detalle que su despido por parte del banco, sin ningún tipo de indemnización ni de pensión, fue un modo de represaliarle por estar colaborando con la justicia. Así lo sostienen fuentes financieras cercanas el exdirectivo del banco. Y la noticia se conoce a tan solo unos pocos días de que tenga lugar un nuevo episodio que se antoja clave para el devenir del caso Villarejo: la vista oral del juicio entre ambas partes que está previsto que se celebre el próximo viernes 14 de febrero, San Valentín, en el Juzgado de lo Social número 12 de Madrid.

En la ampliación de su demanda laboral, Béjar, que sigue solicitando la nulidad del despido por improcedente, detalla el modo en el que se le despidió y explica que se le informó de la apertura de un expediente disciplinario justo cuando estaba prestando testimonio en la Audiencia Nacional el pasado 26 de julio. Ese mismo día y después de un teletipo publicado por la agencia Efe en el que se decía que había empezado a colaborar con la justicia, BBVA le aparta de la presidencia de Distrito Castellana Norte (DCN), un cargo de confianza en la entidad financiera.

Más adelante, BBVA comunica al dirigente su despido como empleado de BBVA tras haber detectado en el 'forensic' encargado a Garrigues, Uría Menéndez y PwC que él era el encargado de gestionar la relación con Grupo Cenyt, el entramado empresarial de José Manuel Villarejo. El directivo lo niega y denuncia que ha sido utilizado como cabeza de turco para proteger los intereses de BBVA una vez que se había separado de la línea de defensa de la entidad financiera, al contratar un abogado diferente, y había comenzado a colaborar con la justicia. 

En este sentido, y pese a que BBVA defiende que siempre ha colaborado con la justicia, hay dudas de que el objetivo de la investigación interna haya sido el esclarecimiento de los hechos y no una parte de la estrategia jurídica de la entidad para su defensa. "Fue una charla entre amigos", comentó a este medio un antiguo dirigente de la entidad al respecto del 'forensic', todo lo contrario a lo ocurrido con Béjar, a quien se le entrevistó en hasta tres ocasiones, de acuerdo a su testimonio en la Audiencia Nacional.

Y es que el directivo señaló el pasado verano que la última entrevista que mantuvo con Helena Prieto (socia de Garrigues al frente del 'forensic' y de la defensa de la entidad en la Audiencia), que se celebró el 2 de julio, fue "muy desagradable". "Esta señora empezó a cuestionar mi versión, no a recoger información, y a decirme que cómo podía pensar que ella se iba ella a creer que si yo, que estaba en medio de pagos por 7 millones a Cenyt, no sabía quién era Cenyt", dijo Béjar ante el juez y los fiscales al frente del caso Tándem en el que se acusa a BBVA de haber realizado pagos por 10 millones de euros a las empresas del excomisario.

"No tengo que aguantar que el 'forensic' ponga en cuestión mi palabra sin pruebas. Me empezó a decir que todo era mentira", dice Béjar, que inmediatamente después de la última entrevista llamó a María Jesús Arribas, entonces máxima responsable del departamento legal, para decirle que "no iba a soportar" que le echaran encima a él una cosa que era del banco. "No voy a soportar que se intenten derivar responsabilidades, ¡que las asuma quien las tenga! (...) El banco sabe perfectamente lo que pasó, no voy a soportar una cosa que es vuestra", le dijo a Arribas, según relato en la Audiencia.

Durante su testimonio en la Audiencia Nacional Béjar sí que reconoce que despachó con Rafael Redondo, socio de Villarejo en Cenyt, pero defiende que la contratación de la firma del excomisario a la hora de realizar investigaciones patrimoniales a grandes clientes morosos se realizó después de que Francisco González, expresidente de BBVA, le dijera en un reunión que iban a "trabajar con una empresa que" iba "a contratar Julio Corrochano", el entonces responsable de seguridad de la entidad. Según Béjar, este testimonio también lo realizó ante el 'forensic'.

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