Inmoglaciar, la promotora controlada por Cerberus, dará un salto de escala de la mano de la megaoperación rubricada por el fondo con BBVA. La gestora estadounidense y el banco han identificado y seleccionado un centenar de suelos en Cataluña para su transferencia a la compañía burgalesa que contribuirán a diversificar su cartera, especialmente volcada en Madrid, aunque cuenta también con otros proyectos en Cataluña, Zaragoza y Andalucía.
Cerberus tomó una participación mayoritaria de la promotora en diciembre pasado con intención de apresurar su crecimiento y con la vista puesta, pasado el tiempo, en una eventual salida a bolsa. Con más de 2.000 viviendas en desarrollo (1.000 con entrega prevista para este año), se trata de la quinta promotora residencial española. La compañía anunció precisamente hace escasos días que invertirá 165 millones de euros para abordar la obra más ambiciosa en sus 35 años de historia con la edificación de un millar de viviendas para el proyecto ‘Ciudad Futura’ en Arganda del Rey, en el sudeste de Madrid.
De forma paralela se le abre ahora un nuevo caudal de negocio con la operación rubricada por Cerberus con BBVA, por la que el fondo pasará a controlar el 80% de una sociedad donde el banco evacuará una exposición inmobiliaria de 13.000 millones de euros brutos. Aunque su ejecución está pendiente de ciertos permisos oficiales, personal vinculado a ambos accionistas llevan meses analizando y documentando los activos para diseñar la estrategia de desinversión y agilizar su puesta en marcha.
En los trazos gruesos de esa hoja de ruta se decidió identificar suelos para su desarrollo por parte de Inmoglaciar, buscar activos con alto potencial para extraer las máximas rentabilidades con su puesta en alquiler individual o a través de socimis, y otros enajenables en paquetes o carteras. Según fuentes al corriente de esos estudios, a fecha actual ya se ha dispuesto que vaya a la promotora un centenar de terrenos ubicados en Cataluña, donde se localizan casi la mitad de los activos.
Cerberus adquirió con su control probablemente la única pieza que le faltaba para maximizar la posición en el mercado inmobiliario español. Su aterrizaje o toma de posición en el país la ejecutó con un servicer adquirido a Bankia, germen de Haya Real Estate y que actualmente gestiona activos inmobiliarios de Liberbank, Sareb o el contrato íntegro de Bankia una vez absorbida BMN. La cartera comprada a BBVA por 4.000 millones le convierte además en gran propietario e Inmoglaciar proporciona la plataforma para desarrollar obras sobre terrenos.
A medio o largo plazo, el fondo podría intentar seguir los pasos de otras gestoras especialistas e impulsar la cotización en bolsa de la filial como ha ocurrido con Castlelake y su promotora Aedas Home; Värde Partners con Aelca y Vía Célere, o Lone Star con Neinor Homes. Sería un paso natural después de potenciar y hacer crecer su dimensión y rentabilidad.
Tal abanico de filiales permite a Cerberus buscar sinergias, aunque cada una tiene la trayectoria trazada y operan de forma autónoma. En Divarian, la sociedad cuyo capital compartirá durante unos años con BBVA, puede darse además la concurrencia de varias promotoras, a tenor de los pasos dados en el marco del acuerdo. Y es que el banco rebautizó como Divarian Desarrollos Inmobiliarios a su promotora Anida, además de a la sociedad patrimonial de los activos que transfiere.
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