Sobre el Pilar 2

El BCE incentiva a la banca a provisionar con recompensas inmediatas en capital

Teme que la retirada del escudo pandémico haga aflorar problemas, por lo que urge a las entidades a dotar más dándoles la libertad de reducir el colchón para absorber pérdidas sin esperar a la revisión de cada año. 

08 September 2021, Hessen, Frankfurt_Main: Christine Lagarde, President of the European Central Bank (ECB), speaks during the Bank's press conference. Photo: Boris Roessler/dpa
  (Foto de ARCHIVO)
8/9/2021 ONLY FOR USE IN SPAIN
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE).
DPA vía Europa Press

La pandemia no ha dado lugar por el momento a un tsunami de préstamos morosos, pero el Banco Central Europeo (BCE) quiere que las entidades no se acomoden y sigan teniendo en cuenta que están operando en un entorno convulso, por lo que les insta a seguir dotando provisiones tanto para cubrir pérdidas futuras como para solventar el déficit que mantienen sobre créditos concedidos antes de esta crisis sanitaria y que ya han entrado en situación de impago. A cambio de asumir una mayor prudencia, la autoridad permitirá que reduzcan sus requerimientos de capital de Nivel 2 -colchón para absorber pérdidas- de forma inmediata, sin tener que esperar al proceso de revisión supervisora (SREP, por sus siglas en inglés) anual.

La banca cree que ha realizado hasta el momento un enorme esfuerzo en su balance para cubrir las potenciales pérdidas crediticias, sobre todo las que puedan llegar tras la retirada de los estímulos y ayudas, pero el organismo que preside Christine Lagarde aún observa un déficit. Esta seguridad que existe entre los propios gestores se dejó notar en las cuentas de las entidades españolas del tercer trimestre de 2021. La mayoría tiene tanta convicción en que ha hecho ya lo suficiente que incluso ha iniciado un proceso de liberación de dotaciones en el extranjero o valoran hacerlo en próximos meses. Eso sí, en España aún no se atreven. No sopesan desbloquear aquí de ningún modo las provisiones extraordinarias que han venido realizando desde que estalló la crisis del coronavirus, aunque sí han ralentizado las nuevas aportaciones.

El Consejo de Supervisión del BCE ha encendido sus alertas porque considera que todavía no es momento de declarar victoria. Los riesgos siguen siendo muy inciertos por la cuarta ola de contagios que se está desarrollando a nivel europeo, por la aparición de nuevas variantes -la última en llegar ha sido ómicron- y por la incertidumbre que existe alrededor de los problemas que se puedan desencadenar tras la retirada del escudo pandémico. En Fráncfort están convencidos de que cumplir con sus expectativas supervisoras para provisiones de créditos improductivos es crucial para que el sector bancario pueda seguir siendo parte de la solución en el camino hacia la recuperación. 

La morosidad del sector es de 422.000 millones, cuyo riesgo se puede mitigar con provisiones, venta de carteras o  reducción de capital de nivel 1 

El BCE reconoce la asombrosa limpieza de activos tóxicos que han realizado las entidades financieras en los últimos cuatro años evacuando más de 570.000 millones de euros, fundamentalmente en los países donde existía un mayor índice de activos improductivos (NPL, por sus siglas en inglés), como España. Pero todavía quedan más de 422.000 millones de euros pendientes en morosidad. A finales de este año los bancos recibirán de forma individual los resultados del SREP y aquellos que no hayan contabilizado las dotaciones suficientes tendrán que hacer frente a la imposición de nuevos requerimientos de Capital de nivel 2. 

Con esta nueva exigencia pretende que el riesgo se mitigue de forma adecuada en los bancos que no cumplen todavía con sus expectativas de cobertura, un paso determinante en el caso de que surjan nuevos riesgos inducidos por la pandemia. Además de las provisiones, la banca cuenta con otras opciones para cubrir la morosidad que ya ha aflorado, como buscando ventanas de oportunidad para la venta de carteras tóxicas con el fin de limpiar balance o restando directamente una cantidad determinada de su capital de Nivel 1 ordinario, que es el mínimo exigible. Cualquiera de estas vías reduce la exposición al riesgo crediticio. 

Uno de cada cuatro bancos debe provisionar más

El sistema bancario de la eurozona tenía un déficit de provisiones de 13.500 millones de euros a principios de 2021. Solo la mitad de los bancos ha sido capaz de cubrir el 'gap'. ¿Cómo lo han hecho? En lugar de dotar más, lo lograron fundamentalmente por las vías alternativas: la venta de carteras de NPLs y sacrificando capital ordinario de Nivel 1. A lo largo de este año se ha ido corrigiendo en unos 7.700 millones de euros, por lo que actualmente existe una brecha de unos 5.800 millones de euros. El BCE calcula que si las entidades acabaran con este déficit podrían beneficiarse de una disminución de los requerimientos de capital de unos 7 puntos básicos. Espera que uno de cada cuatro bancos acabe el año con necesidad de provisionar más, por lo que se les aplicará un requerimiento extra a finales de este mes de diciembre.  

De este modo, una vez que a finales de año lleguen los requerimientos del SREP, los bancos que continúen reduciendo de forma activa cualquier déficit en las provisiones con respecto a las expectativas podrán reducir sus requisitos de Pilar 2, de forma inmediata, sin esperar a la próxima revisión supervisora en 2022. Los bancos que tomen la iniciativa para abordar los préstamos problemáticos se anotarán al instante beneficios en términos de requisitos de capital. El BCE es claro: su objetivo no es castigar, sino más bien incentivar un aprovisionamiento adecuado que, a su vez, facilitará la resolución de préstamos dudosos más antiguos.

Mostrar comentarios