A juicio de Andrea Enria

El BCE propone un banco malo que esté gestionado por especialistas en deuda

El objetivo de que esté gestionado por especialistas en deuda pasa por evitar una nueva crisis de morosidad con los préstamos dudosos y actuar rápido. 

Andrea Enria preside el consejo de supervisión bancaria del BCE.
El BCE propone un banco malo que esté gestionado por especialistas en deuda
BCE / L.I.

El Banco Central Europeo (BCE) vuelve a la carga con la creación del banco malo, algo a lo que se opone la Comisión Europea, y en este caso aboga por la posibilidad de que esté gestionado por gestoras especialistas en los mercados de deuda, tal y como ha manifestado Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE, en un artículo de opinión publicado en el Financial Times. 

El objetivo de que esté gestionado por especialistas en deuda pasa por evitar una nueva crisis de morosidad con los préstamos dudosos (non performing loans o NPL) ya que, como manifiesta Andre Enria, "mientras esperamos lo mejor, debemos estar preparados para lo peor. Esta vez tenemos que hacerlo mejor que después de la crisis anterior. La unión bancaria debería hacer esto posible y las empresas de gestión de activos podrían ser la herramienta que nos permita evitar la repetición de errores del pasado". 

Entre esos errores del pasado están ser más rápidos a la hora de abordar los préstamos dudosos, aprovechar esta oportunidad para una reestructuración más profunda del sector bancario y una respuesta europea integrada en lugar de una batería de iniciativas nacionales descoordinadas. 

El presidente del Consejo de Supervisión del BCE ha manifestado estar convencido de que dicha empresa europea de gestión de activos sería una solución eficaz e, incluso, cabe la posibilidad de una red europea de empresas nacionales de gestión de activos ya que "siempre que se diseñen adecuadamente, podría apoyar una recuperación simétrica de nuestras economías". De hecho, destaca que al menos dos factores deben estar anclados a nivel europeo como son la financiación y los precios. 

"Si la financiación es proporcionada o garantizada por un organismo europeo, cada empresa nacional de gestión de activos, independientemente de su ubicación, se beneficiaría de la posición crediticia de la UE y podría acceder a los mercados en mejores condiciones. Sin embargo, los recursos financieros comunes, con todos los beneficios asociados, también requieren metodologías y datos de valoración debidamente estandarizados y verificados para determinar el precio de transferencia de los activos", afirma Enria. 

El acceso directo a esta posibilidad no sería para todos los bancos sino, a juicio de Enria, los que tengan un modelo de negocio viable y que les permita prosperar como entidades independientes una vez haya terminado la crisis económica provocada por la Covid-19. "Para otros bancos, la participación debe basarse en una condición estricta de que incluyan medidas de reestructuración contundentes", enfatiza. 

De hecho, en el improbable caso de que esta solución genere pérdidas, se debe diseñar un marco que limite o excluya cualquier mutualización de pérdidas crediticias en la Unión Europea. "Las pérdidas podrían asignarse de acuerdo con la nacionalidad de los bancos originarios y el esquema nacional correspondiente", concluye Enria. 

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