El BCE pide más capital a BBVA y Caixa ante los síntomas de recesión en Europa

  • El organismo sube ligeramente el requisito de solvencia de los dos bancos por los colchones anticíclicos que se han activado en el Viejo Continente.
Quién es quién en el Banco Central Europeo
Quién es quién en el Banco Central Europeo
ECB

El Banco Central Europeo (BCE) no 'afloja' los requisitos de solvencia a la banca española. Es más, el capital regulatorio que deberán mantener algunas entidades financieras, como BBVA y CaixaBank, durante el ejercicio 2020 se ha elevado ligeramente como consecuencia de los colchones anticíclicos que diversas autoridades nacionales de Europa han puesto en marcha a fin de mitigar el impacto de la próxima recesión en el 'Viejo Continente'.

Y es que en un momento en el que ya retumban los tambores de la próxima crisis, un total de 11 Estados europeos exigen a las entidades mantener un determinado nivel de capital. El objetivo de esta medida, cuyo carácter es macroprudencial, es limitar la expansión del crédito en tiempos de bonanza económica para amortiguar su caída cuando la situación empeore. Funciona como una especie de 'hucha' que los supervisores imponen a las entidades para utilizarla en el momento en que vengan mal dadas.

Nueve países del continente han activado este mecanismo en 2019, mientras que Alemania, Bélgica y Luxemburgo lo harán en 2020. También será el año que viene cuando Francia, Dinamarca, Eslovaquia y Bulgaria aumenten el tamaño del 'colchón anticrisis' que ya requieren a las entidades con negocio allí. Como consecuencia todas estas decisiones, el nivel mínimo de solvencia que el BCE exige a BBVA y CaixaBank se ha elevado de cara al ejercicio 2020.

En el caso del banco de origen catalán aumenta en tres puntos básicos, hasta el 8,53% CET1, mientras que en el que preside Carlos Torres sube un punto básico, hasta el 9,27%. Ambos incrementos tienen que ver con la actividad que estas dos entidades desarrollan en los países que ya han activado los colchones de capital y, por el momento, el impacto de los mismos en su operativa es poco significativo.

A Santander y Sabadell, por su exposición en Reino Unido y los países Nórdicos (en el caso del primero), también les impactan los colchones de capital anticíclico impuestos en Europa. De hecho, el grupo cántabro es el banco español que más capital tiene que 'guardar' por este motivo, si bien el requerimiento del BCE, remitido ayer, se ha mantenido estable. En el caso de la entidad que preside Josep Oliu, el requisito del supervisor comunitario ha bajado un punto básico tras haber reducido negocio.

Colchón Capital Anticlícico

Aparte de los colchones de capital anticíclicos que deben mantener los bancos, que pueden sufrir modificaciones trimestrales, los requisitos de capital que impone el BCE para el ejercicio 2020, en el marco del proceso de revisión y evaluación supervisora -también conocido como SREP por sus siglas en inglés-, se han mantenido estables, como ya avanzó este medio hace algunas semanas.

La banca esperaba que el BCE suavizara sus exigencias

Esta decisión, que aún no es definitiva, supone un 'jarro de agua fría' para algunas entidades que esperaban que el supervisor suavizase las exigencias de solvencia. Más si cabe después de la mejora en el perfil de riesgo que ha experimentado el sector durante los últimos años tras el desagüe de más de 40.000 millones en activos tóxicos ligados al ladrillo. Además, Andrea Enria, jefe de supervisión del BCE, se había mostrado a favor de levantar el pie del acelerador en lo que a capital se refiere.

No obstante, la razón que explica que los requerimientos de solvencia no hayan cambiado este año es la cercanía del anterior SREP, que finalizó el pasado mes de febrero por los últimos test de estrés de la EBA (Autoridad Bancaria Europea), por lo que la situación de las entidades es similar a la de entonces. Normalmente, la decisión final sobre este proceso de supervisión se suele comunicar a cada banco a finales de año.

Está por ver si en España se acaba imponiendo el colchón de capital anticíclico, un mecanismo muy defendido por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. La medida tendría un impacto significativo para las entidades y, pese a que penalizaría ahora el negocio de los bancos -frenando el crédito y limitando su rentabilidad- el gobernador asegura que los beneficios que se obtendrán en un futuro, cuando llegue la próxima recesión económica, serán muchísimo mayores.

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