Frenará actitudes demasiado optimistas

El BCE da rienda suelta al dividendo de la banca, pero vigilará de cerca la 'fiesta'

Las entidades financieras por fin han recibido 'luz verde' para repartir beneficios a partir de septiembre entre unos accionistas que llevan trimestres sin recibir su 'paga extra' o lo han hecho de forma limitada. 

Guindos conversa con Lagarde tras la rueda de prensa.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y la presidenta del organismo, Christine Lagarde. 
ANDREJ HANZEKOVIC / ECB / Archivo

La banca de la eurozona está de celebración. El Banco Central Europeo (BCE) acaba de levantar el veto al sector financiero para el reparto de dividendos. El organismo presidido por Christine Lagarde pretendía decidir qué recomendación lanzar sobre la remuneración al accionista una vez pasado el verano con el fin de ganar tiempo para contar con mayor claridad sobre los efectos de la crisis del Covid-19, pero finalmente no ha querido hacer esperar más a las entidades financieras. Aunque la limitación continuará hasta el próximo 30 de septiembre, la banca ya puede empezar a hacer verdaderas promesas a los accionistas, que hasta ahora seguían condicionadas a la postura que pudiera adoptar el instituto emisor.

Pero volver a la normalidad no será igual de fácil para todas las entidades. La métrica más importante a tener en cuenta a la hora de poder distribuir o no dividendos es el capital. Lagarde y su equipo no quitarán ojo en ningún momento a los planes de cada banco. Esta vigilancia ya era una práctica habitual, pero la idea es intensificar los contactos. Los dictámenes individuales serán privados para evitar el señalamiento y su potencial impacto negativo sobre el mercado, pero está claro que no todas las entidades podrán reanudar sus planes de forma tan boyante y algunos podrían recibir 'toques de cautela'. En cualquier caso, también existen otras vías para generar valor como las recompras de acciones.

"El BCE ha decidido no extender más allá de septiembre de 2021 su recomendación de que todos los bancos limiten los dividendos. En cambio, se evaluarán los planes de capital y de distribución de cada entidad como parte del proceso de supervisión regular", ha indicado en una nota informativa hecha pública tras la reunión del consejo de supervisión del viernes. Al mismo tiempo, les ha reclamando ser "prudentes" al decidir sobre distribuciones de beneficios o recompras de acciones, considerando cuidadosamente la sostenibilidad de su modelo de negocio. Y les lanza una advertencia: no deben subestimar el riesgo de contraer pérdidas adicionales que puedan tener un impacto posterior en su trayectoria de capital a medida que expiren las medidas de apoyo. 

El BCE pide no subestimar las posibles pérdidas futuras con impacto sobre el capital a medida que expiren las garantías estatales

Además, ha señalado que tendrá en cuenta los resultados de los test de estrés que se harán públicos el próximo viernes, 30 de julio. "Se adoptará una visión prospectiva debidamente informada por los resultados de la prueba de resistencia de 2021", ha apostillado. Los supervisores revisarán de forma adicional y muy cuidadosamente las prácticas de riesgo crediticio de cada entidad que pueda afectar la credibilidad de su capital. Los organismos nacionales se pondrán iniciarán el diálogo con las entidades en verano.

Poco después de que la pandemia del coronavirus pusiera patas arriba la economía mundial en marzo de 2020, el BCE pidió a las entidades financieras que se abstuvieran de repartir beneficios como medida de prudencia ante el impacto que esta situación pudiera tener en su capital. Tras haber prorrogado hasta en dos ocasiones este consejo, no vinculante pero acatado por la mayoría de las entidades, el regulador ya no se sentía cómodo y por ello ha decidido adelantar su dictamen. El Banco de Inglaterra ya ha dado vía libre a las entidades bajo su paraguas y lo mismo ha hecho la Reserva Federal (Fed) con la banca estadounidense.

En sus distintos análisis, el Banco de España ha podido constatar que uno de los principales efectos positivos de esta restricción ha sido el mayor capital con el que se contaba para aumentar el crédito a las empresas en los primeros meses de la pandemia. También ha servido como herramienta para garantizar la estabilidad financiera en un periodo de máxima turbulencia. En cambio, el propio sector ha criticado en varias ocasiones la decisión. La banca española se mantenía impaciente. Su desasosiego ante la incertidumbre que lleva girando en torno a la libertad o no para repartir dividendos le ha llevado en ocasiones a tachar de incomprensible la postura del regulador.

Así, de cara a sus accionistas, las principales entidades financieras han ido prometiendo durante los últimos meses que volverían a la normalidad tan pronto como sea posible. Muchas de ellas ya han puesto sus cartas sobre la mesa, aunque todavía está por ver si el BCE les pone freno. Los principales banqueros entienden que el dividendo es como una "paga extra" para los accionistas minoritarios, sobre todo cuando la capitalización del sector, aunque ha mejorado durante 2021, se encuentra en niveles por debajo de los últimos años.

Las promesas de la banca española:

La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, se ha comprometido a recuperar un dividendo de entre el 40% y el 50% del beneficio ordinario del grupo. No obstante, ha sido una de las entidades que hizo todo lo posible por entregar una parte de los beneficios bajo el marco de la última recomendación del BCE que impedía repartir más de un 15% del beneficio acumulado en 2019 y 2020 hasta septiembre de 2021. Abonó el pasado mes de mayo un dividendo de 0,0275 euros en efectivo, unos 476 millones de euros. 

BBVA, por su parte, quiere utilizar las dos vías posibles para ofrecer una palanca a sus 'fieles'. Ya cuenta con el visto bueno de la junta para realizar una recompra de acciones con el objetivo posterior de destruirlas con una reducción de hasta el 10% del capital, el equivalente a unas 667 millones de acciones, valoradas en unos 3.500 millones de euros actualmente. Además, quiere distribuir un dividendo por importe máximo del 35% del beneficio del grupo. La entidad capitaneada por Carlos Torres también desembolsó unos 393 millones de euros (0,059 euros por acción) este año respetando el veto del BCE.

CaixaBank distribuyó en mayo 216,09 millones en dividendos. Se trataba de un pago en efectivo de 0,0268 euros por acción equivalente al 15% del resultado consolidado proforma de CaixaBank y Bankia en el ejercicio 2020. Aunque no ha trascendido cuánto está valorando repartir con cargo a 2021, el presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, ha dicho en alguna ocasión que los futuros dividendos los decidirán el consejo de administración basándose en las recomendaciones de Fráncfort y que, en cualquier caso, serán superiores a los que Bankia podría haber abonado si hubiera continuado en solitario. 

De su lado, Bankinter se convirtió en la primera entidad española en anunciar la vuelta al pago del dividendo bajo las directrices del BCE. En total, el banco 'naranja' repartió en marzo entre sus accionistas cerca de 45 millones de euros a través de un dividendo de 0,0497 euros brutos por título. Su consejera delegada, María Dolores Dancausa, tiene plena confianza en que podrá volver a distribuir beneficios, puesto que considera que no existe ninguna razón para que no sea así. La banquera ha indicado esta semana que Bankinter es un banco "solvente y de resultados previsibles". ¿Su idea? Contar con el plácet para distribuir un pay-out del 50% en metálico.

La única excepción ha sido Banco Sabadell. El banco catalán ha acatado la recomendación inicial del BCE y no ha distribuido ganancias entre sus accionistas desde la pandemia para guardar capital para afrontar la crisis. Banco Sabadell no repartió dividendo con cargo a 2020. El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, confirmó a principios de año que la decisión de no repartir dividendos con cargo al ejercicio pasado era firme, aunque abrió la puerta a recuperar el pago de forma "prudente" en 2021 y siempre y cuando se alcancen las ratios de capital requeridas por el regulador. 

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