Impacto de la exclusión financiera

BdE achaca parte del cierre de negocios rurales al recorte de oficinas bancarias

El organismo ha advertido de un déficit significativo de servicios financieros fuera de las grandes ciudades, asegurando que el 59% de los municipios rurales no disponía de una sucursal bancaria en 2020

Fachada del Banco de España
Fachada del Banco de España
Europa Press

El Banco de España constata que las entidades financieras juegan un papel fundamental en la supervivencia de los pequeños negocios rurales y asegura que se observa un déficit significativo de sus servicios en algunos municipios. Esta advertencia llega justo en un contexto marcado por la tendencia a la concentración en el sector, protagonizado fundamentalmente por la ya efectiva absorción de Bankia por CaixaBank y la unión entre Unicaja Banco y Liberbank, que se prevé que se produzca a finales de este trimestre o principios del siguiente. 

El organismo presidido por Pablo Hernández de Cos recoge en su último informe anual publicado este jueves un trabajo realizado recientemente por tres universidades españolas en el que se expone los efectos del cierre de sucursales en el medio rural. Además de la propia supervivencia empresarial, los autores del documento señalan adicionalmente como elemento negativo la interrupción operativa de las relaciones entre empresario y banco. Los clientes se ven obligados a buscar a otra entidad a la que acudir para solicitar crédito o consumir otros productos o servicios, provocando que se pierda el vínculo personal y tomándose decisiones por parte del grupo bancario menos ajustadas a la situación individual. 

El 59% de los municipios rurales no dispone de sucursal, lo que supone once puntos porcentuales más que en 2008

De hecho, hasta el 59% de los municipios rurales no disponía de una sucursal bancaria en 2020, lo que representa once puntos porcentuales más que en el año 2008, de acuerdo con los datos del supervisor incluidos en el informe. También se ha referido a los problemas que esta situación supone para el acceso al efectivo, que no puede cubrirse, como otros servicios bancarios, a través de la banca electrónica. A pesar de los recortes, que reducen el efecto dinamizador para el entorno rural que supone la provisión de servicios bancarios, el Banco de España justifica esta tendencia por la búsqueda de rentabilidad de las entidades financieras y la caída de la demanda de las propias oficinas.  

Con motivo de la fusión entre CaixaBank y Bankia, el nuevo grupo cerrará durante este año más de 1.530 oficinas. Se trata del 27% del total de la red y se basa en su mayoría en las denominadas S1, S2 y de entre 2 y 4 empleados, referidas a la red rural.  Unicaja Banco y Liberbank harán lo propio cuando firmen 'su matrimonio', momento en el que pondrán encima de la mesa su propuesta de recortes. Por su parte, BBVA ha anunciado recientemente la clausura de 530 sucursales, la mayoría en Cataluña. 

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también pone la lupa sobre este escenario, tratando de evitar un aumento del riesgo de exclusión financiera, fundamentalmente en los lugares donde estén presentes únicamente las partes implicadas en operaciones de consolidación y que debido a ellas aparezca la posibilidad de cierre de las oficinas bancarias en esas zonas. Esta situación de inexistencia de presión competitiva, además, podría provocar un empeoramiento en las condiciones comerciales para los clientes.

"Es imprescindible la colaboración entre los bancos y el Estado"

Para afrontar esta situación, el Banco de España ve con buenos ojos que las entidades hayan adoptado una serie de medidas compensatorias como las oficinas móviles (ofibuses) o los agentes financieros, que atienden a los clientes periódicamente en los municipios que no disponen de oficina bancaria. Otras alternativas a las que se refiere son la retirada de efectivo con motivo de una compra  o los acuerdos bilaterales recientes entre diferentes entidades bancarias y Correos para acceder al efectivo en las oficinas postales. 

No obstante, a la vista de la evolución y las perspectivas de que se siga bajando la persiana en muchas sucursales, el Banco de España entiende que el principal ingrediente para hacer frente a esta nueva realidad serán los programas de formación en competencias financieras y digitales a través del diseño de una estrategia conjunta para defender a los colectivos vulnerables frente a la exclusión financiera y la brecha digital en el entorno rural. De este modo, se antoja imprescindible la colaboración entre las autoridades públicas y los bancos si se pretende maximizar el grado de aprovechamiento de la oferta de servicios financieros y digitales en las zonas rurales mediante la formación de sus ciudadanos. 

Mostrar comentarios