Según el BdE

La banca pasa el test de estrés que deja ver pérdidas de hasta 4 puntos de capital

Las entidades financieras bajo supervisión del MUS serían las más afectadas. Su CET 1 se situaría en los 8,4 puntos si se produce una caída del PIB del 5,7% hasta 2022 y el desempleo llega al 23,5%. 

Imagen del Banco de España
El BdE calcula que la banca puede perder más de 4 puntos de capital por la crisis. 
EP

El Banco de España (BdE) ha dado el visto bueno a los test de resistencia de la banca. De acuerdo con estos, calcula que, en el peor de los escenarios que se produzcan tras la crisis, las entidades financieras nacionales podrían perder hasta cuatro puntos del capital. Este es el resultado de los test de estrés que acompañan al Informe de Estabilidad Financiera de otoño del supervisor en el que se estudian las consecuencias de la pandemia para el sector financiero. De acuerdo con la citada documentación, el impacto brusco y sin precedentes sobre la economía a nivel global que ha supuesto la pandemia debilitará la posición de capital de la banca, tanto de aquellas entidades con presencia internacional como de las que operan únicamente en nuestro país. Pero el sistema financiero es resistente. 

El supervisor ha puesto el foco en dos escenarios concretos. El primero, denominado base, contempla una senda de recuperación más rápida, si bien el crecimiento acumulado del PIB real es negativo, con una caída del 1,6%, en el periodo comprendido entre 2020 y 2022. Mientras, el escenario adverso contempla un mayor impacto de la crisis sanitaria en 2020 y un menor grado de recuperación y mayor caída acumulada del PIB, indicador que alcanzaría un golpe del 5,7% en el periodo, conformando el escenario de riesgo del ejercicio.

El Banco de España, como viene siendo habitual, ha agrupado a las entidades en tres tipos para mostrar los efectos que sobre cada una de ellas tendrían los escenarios. El primer grupo lo forman las entidades españolas sujetas a la supervisión directa del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) que cuentan con una actividad internacional más significativa. El segundo grupo incluye al resto de entidades bajo supervisión directa del MUS y, el tercer grupo lo forman entidades bajo supervisión directa del Banco de España, de menor tamaño y sin actividad internacional destacable.

Las peor paradas son las que forman parte del segundo grupo. De acuerdo con el test de estrés, las entidades bajo supervisión directa del MUS experimentarían una reducción de la ratio de capital CET1 de un punto porcentual en el escenario base, cifra que aumentaría hasta los 4,6 puntos porcentuales en caso de que se diese un escenario adverso. En el escenario base, las pérdidas por deterioros en España alcanzarían el 12,1% y la diferencia de estas con respecto al uso de provisiones (4%) y la generación de nuevos recursos de capital (5,2%) es desfavorable. En este sentido, la caída del crédito en España en el horizonte 2020-2022, y con él de los APR, aumenta el efecto positivo del resto de impactos (1,9%), y compensa los resultados netos. 

Si se tiene en cuenta el peor de los escenarios, el BdE calcula que la generación de recursos a través del margen de explotación desciende respecto al base y las pérdidas por deterioro aumentan por la existencia de peores condiciones macroeconómicas en España, lo que produce una mayor merma de la solvencia. El resto de efectos también aumentan ligeramente respecto del escenario base por la mayor caída del crédito. El resultado final, de darse este escenario, sería una ratio CET1 de 8,4 puntos. 

Estas consecuencias no distan mucho de las que podrían sufrir entidades más grandes con presencia internacional. En este caso, tal y como se ve en los gráficos anteriores, se parte de una ratio CET1 de 11,9 puntos, inferior al de los otros dos grupos de entidades. En el escenario base, las provisiones disponibles para cubrir deterioros en España y la reducida capacidad de generar nuevos recursos de capital, no pueden compensar el volumen de pérdidas por deterioro en el negocio en España y, en mucha menor medida, correcciones de valor del soberano. La contracción de la actividad económica en el periodo comprendido entre 2020 y 2022 en la mayoría de los principales países del negocio internacional de este grupo de entidades -Brasil, México, Reino Unido y Estados Unidos-, y el moderado crecimiento acumulado en otras áreas de presencia, por ejemplo en Turquía, generan pérdidas de crédito, que absorben los márgenes de explotación generados en España y el extranjero.

Si se trasladan estos números al escenario adverso las contribuciones se agravan debido al mayor shock inicial a la actividad y a su persistencia, señalan desde el Banco de España. Por un lado, la generación de recursos se reduce fundamentalmente por las mayores pérdidas por deterioro en los negocios fuera de España, y, por otro, las pérdidas por deterioro en España ascienden hasta el 6,5% de APR. El valor final de la ratio CET1 en el escenario adverso sería del 8%.

Las entidades más pequeñas serían las menos perjudicadas en cualquiera de los dos escenarios. En el primero, verían aumentado su ratio de capital en 0,8 puntos, mientras que en el adverso la caída es de 1,3 puntos porcentuales. Estos bancos cuentan con la ratio de CET1 de partida más alta, situada en el 17,9%, un modelo de negocio más sencillo y conservador en cuanto a productos y un limitado alcance geográfico. En el escenario base, las provisiones existentes y los recursos de capital generados absorben la mayoría de las pérdidas por deterioro. El resto de impactos tendrían una contribución positiva moderada. 

En caso de que se produjese el peor de los escenarios, la generación de nuevos recursos de absorción de pérdidas se reduciría y los deterioros aumentarían, lo que provoca una reducción de la solvencia mitigada en parte por el resto de efectos. La ratio de CET1 acabaría en esta situación en el 16,6%, el valor final más alto de los tres grupos.

Los escenarios contemplan un 'shock' inicial más severo

De acuerdo con la información del Informe de Estabilidad Financiera de otoño del BdE, con respecto a ejercicios pasados, este test de estrés registra un deterioro en el escenario base con un shock inicial mucho más severo. En cuanto al escenario adverso, las caídas de la ratio CET1 son mayores que las del ejercicio pasado, condicionadas por la "extrema" dureza del escenario, pero se ven mitigadas en una magnitud significativa por las medidas de apoyo que se han puesto sobre la mesa en los últimos meses. 

Es precisamente gracias a estas medidas a las que se mitiga de forma significativa el consumo de capital del sector bancario. En concreto, los  avales públicos al crédito empresarial actúan directamente por dos canales: reducen la ponderación por riesgo de la parte avalada de los préstamos concedidos bajo este programa y las pérdidas en caso de impago. En este sentido, los avales absorben entre un 11,6% y un 48,7% de la pérdida esperada en el escenario base, mientras que en el escenario adverso el rango es de entre un 12,4% y un 43%. Ello se traduce en una mejora notable en la ratio de capital de 1,5 puntos porcentuales en el primer caso y de 1,7 puntos en el escenario adverso. A ellas se suman otras, como las moratorias, la restricción al reparto de dividendos, el programa TLTRO del Banco Central Europeo (BCE) o el 'quick fix'.

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