La crisis de confianza desatada por Credit Suisse adelantará la remuneración de los depósitos a pesar de que la banca española se encuentra en una sólida posición de solvencia y de liquidez (e incluso de rentabilidad) para afrontar los desafíos macroeconómicos y las tensiones geopolíticas a los que tienen que enfrentarse las entidades. Esta es la conclusión del Banco de España recogida en su Memoria de Supervisión, y defendida por Mercedes Olano, directora general de Supervisión del organismo, quien ha recordado que el LCR (los ratios de liquidez) media se situó a finales de febrero en el 175%, frente al 100% exigido por el Banco Central Europeo (BCE).
Olano ha reconocido que tras los últimos acontecimientos siguen supervisando la liquidez, "pero ya era una prioridad anterior", ha matizado. Desde el organismo se ha señalado que la retirada de los estímulos por parte del BCE puede provocar una reducción de los niveles de liquidez para los bancos, "pero no tanto como parece" ha puntualizado la directora general de Supervisión, porque dependerá de la composición de colateral que tengan. (Según el Banco de España, los bancos tienen 100.000 millones en préstamos LTRO y el doble en el BCE).
Como consecuencia de esta reducción se podría producir un incremento de la competencia entre las entidades, que en un principio el organismo lo contemplaba como un horizonte lejano. "La inestabilidad de los últimos acontecimientos pueden acelerar la retribución de los depósitos", quien descarta una salida de depósitos. "Los depósitos vienen reduciéndose progresivamente porque los clientes piden mayor retribución y los bancos están desviando esos depósitos a fondos y, por otro lado, la inflación está atacando las rentas de sus familias y se están viendo una reducción de su renta disponible".
Olano ha matizado "que todas las piezas hay que verlas en conjunto", y ha descartado similitudes con SVB, ya que la banca española tiene una enorme liquidez, con depósitos muy estables y que están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos. A pesar de tener mucha liquidez, "si los bancos ven un momento concreto de perderla, se producirá un aumento de la retribución de los depósitos, con un trasvase de depósitos a la vista a plazo".
La directora general de Supervisión ha descartado que las tensiones de liquidez haya endurecido el crédito, si no que esta situación se produce por la subida de los tipos de interés. "Hay más clientes que no pueden afrontar esa subida de precios y también menos demanda de crédito solvente", ha añadido. Olano ha reconocido que la subida de los tipos de interés ha permitido repreaciar la cartera de préstamos, un hecho que se notó ya a finales de año y que se tradujo en una evolución positiva de los márgenes de interés.
El BdE pide a la banca que aumente las provisiones
En ese sentido, Olano también ha advertido que "la persistente inflación puede llevar al BCE a seguir subiendo los tipos de interés lo que puede provocar algunas tensiones para pagar los créditos si la renta disponible mengua". Por este motivo, Olano ha pedido a los bancos que aprovechen estos vientos favorables para reforzar su solvencia y aumentar las provisiones de riesgo. Estos llamamientos permitirán que "los bancos mantengan los ratios de solvencia adecuados, niveles de provisiones adecuados, y que éstos sean compatibles con los dividendos que puedan distribuir".
Para Olano el llamamiento que hace a las entidades es que aprovechen este entorno favorable para constituir provisiones sin un esfuerzo y hacer frente a un aumento previsible del ratio de mora.
Olano también ha confirmado que, como consecuencia de las últimas turbulencias, "vamos a revisar con más cuido y atención, los planes de financiación de los bancos". Sin embargo, la directora general ha recordado que "nuestro sistema de resolución es distinto al suizo", por lo que los Cocos en el sistema de resolución europeo se sitúa por detrás del capital. "No esperamos mayores incidencias, creemos que han creado volatilidad y al ser un instrumento que absorbe pérdidas tiene unos tipos de interés muy altos y las entidades pueden elegir emitir en otros instrumentos, sustituyendo unos maás caros por otros más baratos".
El BdE llevó a cabo unas pruebas de resistencia en 2022
Para empezar, porque los resultados obtenidos muestran una adecuada capacidad agregada de absorción de pérdidas tanto en un escenario base (en el que se contemplaba un crecimiento económico más probable hasta 2024) y otro escenario adverso (con una inflación elevada, fuerte moderación del crecimiento del PIB y endurecimiento del acceso a la financiación debido una política monetaria restrictiva).
En el escenario adverso las entidades serían capaces de mantener su ratio CET 1 en un 10,5% (lo que supondría apenas 2,3 puntos porcentuales con respecto a su posición de finales de 2021), mientras que en base, la ratio CET-1 se incrementaría hasta el 13,4% (ligeramente por encima del cierre de 2021). A pesar de estos resultados que pueden invitar al optimismo, el Banco de España reconoce que existen diferencias entre los resultados de las distintas entidades, debido a la dispar posición de solvencia inicial y a diferencias en el impacto sobre ellas de los distintos escenarios.
Aún así, estos resultados pueden servir de termómetro a las que la EBA (la Autoridad Bancaria Española) llevará en la primera mitad del año. También es cierto que estas pruebas se realizaron antes de que estallara la crisis de confianza provocada primero por SVB y que se ha extendido, provocando la venta de Credit Suisse a UBS y las fuertes caídas del sector bancario.
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