No quiere repetir errores pasados

El BdE se resiste a ser el 'padrino' de las nuevas fusiones bancarias en España

Hernández de Cos ha señalado que la consolidación debe derivarse de los accionistas de los bancos, mientras que De Guindos y Roldán apuntan a operaciones "rápidas e indoloras". 

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. /EFE
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. /EFE

El Banco de España no quiere ser el 'padrino' de una hipotética consolidación del sector bancario en España. Los supervisores -tanto a nivel nacional como europeo- llevan meses hablando sobre la posibilidad de que se produzcan fusiones entre entidades financieras como respuesta a su bajo nivel de rentabilidad, situación que se ha visto acrecentada con la llegada de la Covid-19. Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), decía este martes que las operaciones eran "urgentes", pero Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, ha rechazado ponerles 'fecha y hora' y se ha mostrado en contra de 'apadrinar' cualquier tipo de fusión. 

Para el máximo representante del supervisor nacional, las fusiones "tienen que derivarse de las decisiones de los accionistas de las entidades", recalcó, mostrando que aún respira por la herida de actuaciones de su predecesor en el cargo, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, que no salieron todo lo bien que se esperaba. Las llamadas 'fusiones frías' fueron calificadas por los propios inspectores del BdE como "desastrosas", poniendo como ejemplo la de BFA y Bankia

Hernández de Cos tiene claro que no quiere cometer los mismos errores, por lo que ha dejado la pelota en el tejado de cada entidad y de sus accionistas. "Las entidades tienen que reducir costes y las ganancias de eficiencia se pueden conseguir de muchas maneras, una de ellas tiene que ver con la consolidación bancaria", ha señalado durante su participación en el seminario 'El sistema financiero y la crisis del Covid-19' organizado por APIE y la UIMP. 

Otros de los ponentes en dicho evento han sido más duros con este tema. Es el caso del propio Luis de Guindos que, refiriéndose al conjunto de las entidades de la Unión Europea, ha señalado que los procesos de consolidación "deberían llevarse a cabo de forma relativamente rápida y urgente". Esta opinión también ha sido respaldada por el presidente de la patronal de la banca, José María Roldán, que apuntaba que "lo bueno si breve, dos veces bueno" y apostaba por "hacer procesos rápidos e indoloros". 

"Siempre he defendido que la historia de la banca española está unida a las fusiones. No se entiende que tengamos las entidades de la potencia que tenemos sin las fusiones", reiteraba Roldán. Pero la idea de que es momento de fusiones también ha sido respaldada por algunos de los principales directivos de los bancos como María Dolores Dancausa o Carlos Torres que, sin entrar en detalles y autoexcluyéndose de una posible porra, apuntaban a la posibilidad de que se produzcan operaciones de este tipo. 

La rentabilidad, en mínimos

Lo cierto es que los niveles de rentabilidad de las entidades financieras se encuentran en mínimos tras presentarse los resultados del primer semestre. Atendiendo al conjunto de la banca comunitaria, y en palabras del propio De Guindos, se espera que este indicador se sitúe por debajo del 2% a cierre del ejercicio, aumentando apenas hasta el 3% para 2021. En el caso de España, las entidades, ya de por sí con un nivel bajo de ROE -entendido como la división del beneficio neto obtenido por dicha compañía en relación a sus fondos propios-, se han visto gravemente afectadas por la pandemia de la Covid-19, mermando los beneficios como consecuencia de importantes provisiones y saneamientos de los fondos de comercio y empujando este indicador, incluso, hasta datos negativos. 

Es el caso de Santander, que llegó a una cifra negativa de 9,8% como consecuencia de las pérdidas contables de más de 10.000 millones cosechadas tras dotar el fondo de comercio. Este indicador también ha caído en el resto de las entidades financieras españolas -a excepción de Caixabank, ya que en el caso de la catalana el ROE se redujo en el primer semestre de 2019 como consecuencia del ERE-. Un caldo de cultivo perfecto para que se den integraciones que, algunos niegan, mientras otros se dejan querer. Eso sí, el Banco de España se resiste a actuar como padrino de ninguna boda. 

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