Bewe: de ofrecer pilates al Santander a crear un gestor de centros de 'wellness'

  • La startup fundada por el creador de Sindelantal, comprada por Just Eat, e invertida por Seaya Ventures busca acelerar tras una ronda de 2 millones.
Diego Ballesteros, creador de la plataforma Bewe
Diego Ballesteros, creador de la plataforma Bewe
L.I.

Año 2008. Sanitas se rascaba el bolsillo y compraba Mundosalud por unos 3 millones. En aquel entonces la compañía era la encargada de gestionar espacios de compañías grandes como Banco Santander para talleres y clases de pilates. A uno de sus cofundadores, Diego Ballesteros, se le había quedado en el tintero una herramienta para gestionar el día a día del negocio: reservas, clientes... La operación le obligó a frenarlo. Años después, y tras vender Sindelantal en España y México al gigante Just Eat por varias decenas de millones de euros, este emprendedor lucha por hacer crecer su plataforma de gestión de centros de belleza y bienestar Bewe con la que espera superar los 2,5 millones de euros de ingresos.

Ballesteros arrancó en el año 1996. Tenía un destino laboral: ser el comercial que venda la publicidad en internet de Ole.com -fundado por Pep Vallés- tras su alianza con Europa Press. No hubo tiempo para ejercer como tal. Telefónica pagó unos 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros al cambio actual) por el buscador. ¿Consecuencia? Creó Ocioteca, unas páginas amarillas de ocio. Esta aventura le permitió crear el canal de contenido vinculado a ocio de Yahoo, MSN... Recibieron 1,5 millones de euros de hoy de inversión. "No sabíamos qué hacer con tantísimo dinero", admite en una entrevista con La Información. Pero todo explotó. La burbuja puntocom se pinchó y todos sus contratos desaparecieron.

Con ese fracaso como regusto amargo, decide asociarse con unos amigos fisioterapeutas. Era el inicio de los 2000 y el método pilates explotó. Crearon la compañía Mundosalud. Ballesteros desarrollo una línea de negocio alternativa: crear espacios dentro de compañías grandes para ofrecer pilates, yoga o escuela de espalda. "Ganamos el concurso de la ciudad financiera del Banco Santander, porque Botín [expresidente, fallecido en 2014] era una apasionado del pilates", explica. Con 60 empleados, era imprescindible gestionar clientes, horarios... y no tenía ninguna herramienta. Se lanzó a desarrollarla, pero llegó Sanitas con la cartera. Pagaron, según explica, unos 3 millones. "Yo no gané mucho dinero porque cometí muchos errores como pagar más de un millón de euros por una sala en calle Fortuny de Madrid; pero fue un gran máster y me dio la visión de empresario total, al margen de internet".

Sindelantal como precedente

Esa herramienta de gestión, germen de lo que hoy es Bewe, se quedó en un cajón. Ballesteros volvió a internet. Lanza con Nacho González-Barros, creador de Infojobs, Salir.com y ayuda a lanzar Niumba -comprada años después por Tripadvisor por 12 millones-. Un tiempo después decide retomar otro negocio del pasado: ¿Por qué no crear una plataforma para reservar sitio en restaurantes? Era el germen de Sindelantal, que la creó junto a Evaristo Babé, compañero en esta última aventura. Nace en 2010. Dos años después, el gigante Just Eat, paga cerca de 5 millones de euros. No fue algo buscado. Se quedaban sin caja y el mercado español de inversión estaba roto en plena crisis económica.

Con el dinero en el bolsillo, deciden crear la segunda parte: Sindelantal México. Logran capital del fondo español Seaya Ventures y se lanzan. "México estaba prácticamente virgen y el mercado era enorme", explica. Pero no fue fácil: "Pensábamos que íbamos a llegar allí y que iba a ser coser y cantar; el tortazo fue enorme pues los hábitos y la cultura son totalmente distintos". Justo dos años después, en 2015, Just Eat vuelve a sacar la chequera. Paga cerca de 30 millones de euros en efectivo. Según Ballesteros, tenían sobre la mesa otra oferta dos días antes del competidor alemán Rocket Internet de 10 millones más. La desecharon.

Miora y algunos errores

Su socio decidió tomarse seis meses de vacaciones. Él no. "Cometo otro de los grandes errores de mi vida: empalmo un proyecto con otro". El nuevo es Miora. Precisamente quería cerrar el círculo que quedó abierto con Mundosalud: crear una herramienta para que los clientes pudieran contratar centros de belleza y éstos pudieran gestionar toda la actividad. Hace un "despliegue brutal": abre oficinas en México, Colomba, Perú, Chile y Puerto Rico, con una inversión fortísima en marketing tras la ronda de 3,1 millones de euros procedente de Seaya Ventures, cuya managing partner, Beatriz González, confía plenamente tras la venta de Sindelantal.

Pero llegan los primeros problemas tras el lanzamiento en 2016. Tienen una explosión en volumen de reservas pero hay métricas que preocupan. "El volumen de cancelaciones en los centros era enorme, porque no estaban gestionándolas con el software de gestión", lamenta. Medio año después decide frenar. Sólo se centrará en el software de gestión y elimina la línea de reservas. Para reforzar su tecnología compra la herramienta de Merchants Digital Services, el resultado de la fusión de las cuponeras Groupalia y Offerum. "Yo había desarrollado mi software, pero tenía un enfoque más de marketing y ellos habían puesto el foco en gestión... de la unión nace Bewe", apunta Ballesteros.

Pese a que 'quemó' mucho dinero de esos 3,1 millones, aún quedaba caja para completar el giro. Con un cambio: el centro de operaciones se ubicó en Bogotá (Colombia). Por tener costes más bajos que en España y también por el propio mercado. "Hay perfiles de mucho nivel para atención al cliente", apunta Ballesteros. Lanza en enero de 2017, manteniendo la oficina de México y cerrando Chile y Perú. Ficha a Francisco Lanas, director general de Grupo Intercom en su época dorada de la primera década de los 2000, como CEO. Y él se coloca al frente de la oficina de España y negocia una nueva inyección de capital para acelerar.

2 millones de inversión y a crecer

Finalmente logra 2 millones de euros aportados por el fondo mexicano Dila Capital y el vehículo The Venture City, liderado por la primera empleada de Facebook en España, Laura González-Estefani. Tenía aire para seguir adelante. Su objetivo es consolidar la herramienta. ¿Y el modelo de negocio? Básicamente es el de un SaaS, como se conoce en el argot. Es decir, cobra una comisión mensual (desde 29 euros al mes) por la explotación de su herramienta, gestionada desde la nube.

Su público objetivo hoy es el formado por centros de belleza y bienestar pequeños. "Queremos profesionalizar a empresas que no tienen nada y que deben dar el salto de un Excel a una herramienta como la nuestra", apunta. El 80% de su negocio hoy proviene del vertical de belleza. Pero quiere ampliarlo también a centros deportivos y relacionados con la salud. Hoy ofrecen la automatización en la gestión de las citas, los cobros...

En 2018, primer año completo de actividad, cerró con unos ingresos cercanos al millón de dólares -900.000 euros al cambio-. El objetivo es conseguir que en 2019 roce los 2,5 millones de euros. Por ahora son objetivos poco ambiciosos. ¿Por qué? Ballesteros, con más de veinte años de experiencia en el sector, huye del volumen. "Como emprendedor, tengo mucha más ilusión de crear un negocio con Ebitda positivo, que hacer una empresa muy grande que pierda mucho dinero; prefiero una cifra de negocio más ajustada pero con Ebitda claro", justifica.

Hoy aseguran tener más de 2.000 clientes en una veintena de países. Pero realmente la mitad del negocio procede de España y la mayoría del otro 50% se centra en los grandes mercados latinoamericanos. Su horizonte está puesto en Estados Unidos. "Es el gran objetivo: hay una oportunidad excelente y The Venture City, con sede en Miami, puede ser una buena puerta para negocios latinos", afirma. La competencia allí es dura. Hay una referencia que supondría el rival a batir: Mindbody, una antigua cotizada del mercado bursátil de Nueva York que fue 'privatizada' por un fondo de inversión al recomprarla por 1.900 millones de dólares. "Volverán a sacarla a bolsa en 2 o 3 años", augura Ballesteros.

¿Y si acaban comprando como ya hicieran Just Eat con Sin Delantal? "Después de tantos años y haber logrado tres ventas de startups no tengo esa ansiedad; me hace mucha más ilusión hacer el proyecto más grande". admite. Mientras tanto, Ballesteros sigue luchando por construir esa herramienta que se dejó en el tintero cuando Sanitas compró su empresa en aquel 2008.

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