Bimba & Lola reorganiza sus sociedades tras descartar su venta al capital riesgo

  • La compañía integra divisiones y reduce su estructura después de analizar y descartar su traspaso, valorado en casi 400 millones de euros.
Bimba y Lola crece en Francia con tres córners de la mano de los grandes almacenes Printemps
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EUROPA PRESS

Estuvo a punto de protagonizar una de las grandes operaciones corporativas del sector de la moda de gran consumo de 2018 pero, al final, las aspiraciones económicas de sus accionistas (y las dudas de los inversores que se interesaron por ella) se llevaron las expectativas por delante. Ahora, Bimba & Lola afronta 2019 sin el respaldo del capital riesgo y con el objetivo de acelerar su implantación internacional.

Un replanteamiento que ha conllevado cerrar 2018 adelgazando su estructura societaria. La compañía acaba de unir, a finales de diciembre, dos de las socidades españolas que hasta ahora componían su perímetro. En concreto, ha integrado Bimba & Lola Casa en su matriz, la enseña que sirve de paraguas al resto de divisiones y negocios internacionales: Bimba & Lola Studio.

El negocio de Bimba & Lola Casa estaba inactivo. Creada en 2008, la filial estaba enfocada en la fabricación y venta de artículos de decoración y textil para el hogar, un negocio que la compañía gallega no ha llegado a poner en marcha. A pesar de no estar operativa, esta sociedad sumaba un patrimonio superior a los 2,8 millones de euros, según las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil.

Bimba & Lola deja aparcada su aventura en el segmento de la decoración y el textil destinado al hogar por la que sí han apostado otras firmas vinculadas a la moda, como Inditex, con Zara Home; o H&M, que acaba de estrenar esta línea en uno de sus establecimientos de Madrid.

Una venta inacabada

El replanteamiento de la estructura de Bimba & Lola, controlada por María y Uxía Domínguez (sobrinas del diseñador Adolfo Domínguez), llega sólo unos meses después de que las dos empresarias gallegas barajasen la venta de la compañía, que encargaron al banco de inversión Morgan Stanley. El cuaderno de venta de la firma pontevedresa estuvo sobre la mesa de algunas de los grandes nombres del capital riesgo internacional pero no hubo transacción.

Finalmente, las dos firmas que se interesaron por la cadena, Permira y Carlyle, ofrecieron cerca de 400 millones de euros. Sin embargo, las expectativas de las fundadoras eran superiores para una empresa que suma cerca de 24o tiendas, facturó 180 millones de euros, según los datos de 2017 que comunicó la propia, y logra un resultado de explotación (Ebitda) de 33 millones.

Aparcada la venta, la enseña trata de acelerar su internacionalización, con mercados objetivo como Francia, Italia o México, donde quiere consolidarse como cadena ligada al concepto de 'lujo accesible'. Para lograrlo, nombró a mediados de 2018 a un nuevo consejero delegado, José Manuel Martínez (que ya fue CEO de Esprit y que trabajó nueve años en Inditex). También anunció la creación de un consejo de administración para elevar el perfil profesional de la firma que, desde su creación en 2006, ha estado vinculada a sus dos fundadoras y accionistas.

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