Deja de vender su marca

Bimbo, de ponerle el nombre al pan a proveedor de lujo de Mercadona

El productor de bollería, fundado en México por catalanes en 1945, lleva años tratando de reinventarse para paliar sus millonarias pérdidas.

Bimbo
Bimbo, de ponerle el nombre al pan a proveedor de lujo de Mercadona.

Si uno habla de Bimbo, lo primero que se le viene a la cabeza es la palabra "pan". Es lo que tiene haber rebautizado el pan de molde hace medio siglo, ser la panificadora líder en el mundo, estar presente en América, Europa, Asia y África, fabricar más de 13.000 productos y ser una de las mayores organizaciones del sector alimentario en España y Portugal. Sin embargo, los problemas financieros que arrastra desde hace tiempo han llevado a la compañía a tratar de reinventarse a través de un modelo basado en la internacionalización y, al mismo tiempo, en la mutación progresiva a proveedor de lujo.

Al menos, ese es el camino que ha escogido en el caso de su relación con Mercadona. La cadena de supermercados es conocida por su preferencia por los interproveedores, renombrados como 'totalers' el año pasado, un término que trata de eliminar la cláusula de exclusividad con la que ataba hasta ahora a sus fabricantes de marca blanca. Ahora, Mercadona negocia producto a producto, algo que permite a los productores vender bajo la marca Hacendado (o Deliplus) y, al mismo tiempo, distribuir sus propios productos.

A priori, el ecosistema perfecto para Bimbo, que la semana pasada pasó a convertirse en el proveedor de facto de Mercadona después de una compleja operación en dos fases en las que ha adquirido las dos fábricas de Cerealto Siro Foods, uno de los fabricantes más longevos de la cadena de supermercados, que llevaba suministrándole bollería desde 1998. Ante esta situación y, debido al posible conflicto de intereses que surgiría al coexistir Bimbo y Bimbo como marca blanca de Mercadona, la panificadora informaba a la CNMC de que no proveerá de más productos bajo la marca Bimbo que los preexistentes.

Pérdidas en España desde la reunificación de Bimbo

De este modo, renuncia en el principal supermercado de España a la enorme comerciabilidad de la marca Bimbo desde que en 1965 salió al mercado español el primer pan de molde, producido en su fábrica de Granollers (Barcelona). En aquel momento, uno de los fundadores de la compañía original (mexicana), Jaime Jorba, decidió crear una réplica en España, con idéntico nombre, símbolos y filosofía. Sin embargo, tras casi cuatro décadas de autonomía, en 2011 el mexicano Grupo Bimbo adquiere e integra a Bimbo España y Portugal, que pasaría a llamarse Bimbo Iberia.

Aquella absorción coincidió con el inicio de los problemas financieros para Bakery Iberian Investments, la matriz de Bimbo, que pagó 115 millones de euros a la estadounidense Sara Lee para tomar el control de la marca en España. Pero la familia Servitje, detrás de la compañía, no se quedó ahí: en 2016, compró Panrico, por la que pagó otros 234 millones de euros; después, llevó a cabo una serie de ampliaciones de capital prácticamente continuas que, en total, en 2017 llegaron a los 164,8 millones, mientras que en 2018 tuvo que inyectar otros más de 30 millones adicionales solo en la rama española.

Y es que, lejos de remontar, el negocio de Bimbo en España parece un pozo sin fondo: si en 2016 el grupo se dejó 79,4 millones, en 2017 logró rebajar esa cifra a 59 millones, pero en el último ejercicio presentado (2018) las pérdidas se dispararon hasta los 185 millones de euros en todas sus divisiones en nuestro país. De ese total, 98 millones corresponden a Bimbo S.A., que representa a las fábricas de Granollers (Barcelona), Solares (Cantabria) o Madrid (es decir, la producción tradicional de la compañía en España); otros 87,1 millones a la antigua Panrico; y lo restante a la rama comercial de Bimbo en España.

De ahí la necesidad de Bimbo de recuperar el trono de la bollería en España, incluso recurriendo a estrategias inéditas hasta ahora. Y, por eso, ha tratado de reforzar su posición reinventándose como proveedor de Mercadona... 'adquiriendo' ese rol, una vez más, a golpe de talonario. Una operación que, por un lado, le permite quitar de en medio a un actor que llevaba tiempo plantando cara a Bimbo como marca blanca y, por otro, buscar nuevas fuentes de ingresos en un modelo que se ha demostrado de éxito. Al cabo, Cerealto Siro Foods era el principal proveedor de bollería de la cadena que aglutina más del 25% de la cuota de mercado del sector de los supermercados.

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