Estos jóvenes quieren cargar móviles con plantas e iluminar tu casa con el césped

  • La empresa barcelonesa Arkyne Technologies ha creado la tecnología para generar electricidad a partir de la fotosíntesis de las plantas.
Cargar móviles con planta será posible en breve
Cargar móviles con planta será posible en breve

¿Y sí los bosques y los prados fueran la fuente de energía del futuro? Aunque parezca una pregunta más propia de una película de ciencia ficción que de una conferencia o un encuentro científico-tecnológico de principios de siglo XXI, no es así. La pregunta la lanzó un joven sevillano, Pablo Vidarte, hace poco más de un año en Valladolid. Y el propio Vidarte y su socio, otro andaluz como él, en este caso de Huelva, tienen la respuesta: su empresa, Arkyne Technologies, ha desarrollado un proyecto denominado Bioo para generar electricidad a partir de la fotosíntesis de las plantas.

Y, de momento, ya han conseguido crear plantas que cargan móviles o que dan acceso a wi-fi; para 2020 anuncian un panel de césped que alumbrará una farola y para 2025 esperan sacar al mercado, “un panel bajo césped de 100 m2, que genere la energía suficiente para dar suministro eléctrico a una casa entera”, adelanta Pablo Vidarte, jefe ejecutivo y fundador de Arkyne Teccnologies.

“Tras la fotosíntesis”, explica Pablo, “en la denominada rizodeposición, las plantas segregan por las raíces sustancias, principalmente carbono, que microorganismos descomponen, rompen la sustancia, y entonces se liberan electrones, que nosotros capturamos con dos electrodos, uno positivo y otro negativo, y a partir de ahí funciona nuestra ‘batería biológica’”.

Sería la cuadratura del círculo de la energía limpia. Aunque quizás, esto sí sea algo de ciencia ficción, al menos por ahora. En Arkyne tienen los pies en el suelo, en este sentido. “Esta tecnología todavía no es competitiva a gran escala, vamos paso a paso”, aseguran. “Todavía no tenemos la eficiencia de la energía solar, evidentemente, pero sí que tiene muchas ventajas competitivas como por ejemplo que produce electricidad durante el día y la noche, esté lloviendo, nevando o nublado… Y puede ayudar en muchos sectores como la agricultura, en smartcities…”.

Imagen del prototipo del césped 'energético'
Imagen del prototipo del césped 'energético'.

Volviendo a la energía solar, Pablo Vidarte no quiere comparar el coste y el precio que tendrán cuando se comercialicen los paneles Bioo respecto a los paneles solares, “porque los precios evolucionan constantemente y es imposible calcularlo ahora” y además, incide en que “no estamos compitiendo con la energía solar en la generación eléctrica a gran escala y solo vamos a atacar esos nichos en los que tenemos una ventaja competitiva”. La tecnología Bioo, eso sí, “utiliza para fabricar sus paneles materiales más baratos y más sostenibles que la solar. Ésta usa silicio, que contamina muchísimo en su extracción y es escaso y carísimo, mientras que nosotros utilizamos materiales basados en el carbono, que hay en abundancia y son baratos. Son derivados del grafito, como el grafeno y similares”.

Los creadores de Bioo explican que “ahora mismo” su tecnología está “dirigida a sensores y cosas similares”, para 2020 “la tecnología que vamos a crear, la de los paneles”, la que permitiría alumbrar una farola, “será de un vatio por metro cuadrado” y la que “queremos crear para 2022 y comercializar en 2025 serás de 3w por m2. Ésta será la que daría la iluminación para casas”.

Arkyne, donde trabajan 20 personas entre las oficinas, el laboratorio y el taller mecánico, avanza con cuidado, pero con paso firme y decidido y su invento ha sido recibido con expectación y reconocimiento. Pablo Vidarte y Javier Rodríguez, con apenas 21 años y provenientes de la Salle Universitad Ramón Llull y de la Universidad Autónoma de Barcelona, han sido considerados en los dos últimos años por la revista Forbes dentro de los 30 europeos de menos de 30 años más influyentes; representaron en 2017 a España en la Exposición Universal de Energías del Futuro en Astana (Kazajstán) y el Parlamento Europeo “nos ha seleccionado este año como cabeza de lista de las 50 empresas más innovadoras de Europa”.

Esta visibilidad ha ayudado a Arkyne Technologies en su financiación desde su creación en 2015 hasta la fecha y, por ejemplo, “contamos con el apoyo de la Unión Europea, que nos concedió una ayuda Fase 2 dentro del proyecto 20/20 de 1,8 millones de euros”, en 2016 levantaron una primera ronda de financiación de 250.000 euros y 60.000 de ENISA y “en junio esperamos culminar otra ronda de financiación de 650.000 euros”.

Una financiación necesaria porque la ‘ruta comercial’ de Bioo comenzará este mismo mes de abril de 2018, ya que hasta la fecha no han empezado a monetizar su ‘pila biológica’ ni sus paneles. El primer producto que pondrán en el mercado en un mes será el Bioo Ed.

Un producto destinado a colegios y centros educativos “que sirve para que los niños hagan sus propias baterías biológicas en el colegio a partir de plantas. No es solo que los niños aprendan una ‘tecnología rara’, sino que además aprendan de biología, química, física o tecnología, de una forma muy multidisciplinar, que es lo que se busca ahora, y aplicando los conceptos que tienen que aprender en clase, los conceptos que se dan desde 3º de la ESO hasta 1º de Bachillerato”. Un Bioo Ed del que en Arkyne Teccnologies esperan, “en base a los contratos de intención firmados y al interés de los distribuidores”, unas ventas de “unos 450.000 euros”.

La planta que cargaba móviles, la Bioo Lite, no salió al mercado, “fue solo un prototipo”, mientras que la que da acceso al wi-fi, una especie de wi-fi password, estará a la venta en 2019. “No es un router”, especifica Pablo Vidarte, “es una maceta con conectividad NFC y compatible con todos los dispositivos android con sistema NFC, que te da acceso, sin contraseña, a un router externo. Tú acercas el móvil, te aparece un mensaje en la pantalla: ¿quieres conectarte al wi-fi? Le das al ok y ya estás conectado”.

En 2020 estará listo el panel que permitirá dar luz a, por ejemplo, farolas de alumbrado público, y para 2022 tendremos probado y terminado “el panel al que ahora estamos más orientados en materia de I+D”. Paneles que se instalan en un jardín, un parque o una zona verde, “y empieza a producir electricidad a partir del césped”. Un césped, “que debe de estar bien cuidado, evidentemente”.

Así “se puede ahorrar agua porque tras la fotosíntesis las plantas también liberan hidrógeno, que combinado con el oxígeno es agua (H2O), y producir electricidad” para sectores como la agricultura, por ejemplo, y “en 2025 queremos que esté dispuesto y sea competitivo para el sector residencial porque para entonces ya planeamos y tendremos dispuesto un panel, que con un jardín de cien metros cuadrados ofrezca suficiente energía para iluminar una casa entera.”

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