Rentabilidad a finales de 2022

Blablacar levanta 97 millones de fondos para acelerar tras la crisis de la Covid

España se mantiene como segundo mercado en ingresos tras Francia. La compañía se plantea lanzar la venta de billetes del AVE con Ouigo en 2022.

Las sanciones a Blablacar son "un paso en la dirección incorrecta", según OCU
Blablacar cierra una nueva ronda de financiación internacional.
EUROPA PRESS

Blablacar vuelve de nuevo a escena después de la crisis del coronavirus. La startup francesa de transporte acaba de levantar casi 100 millones de euros en una nueva ronda de financiación con fondos internacionales. El objetivo es pisar el acelerador en el mundo 'post-pandemia'. España se mantiene como segundo mercado en ingresos para todo el grupo, que está presente en más de una veintena de plazas, mientras que está entre los países prioritarios para lanzar un 'marketplace' de venta de billetes de tren a lo largo del próximo año.

La operación ha contado con el respaldo de Vostok New Ventures, un fondo sueco que controla casi el 9% de las acciones y que también es socio minoritario de Wallapop. Se suman dos fondos nuevos. Por un lado, Otiva, creado por los fundadores de Avito, el gigante ruso de los anuncios clasificados online vendido hace dos años por 4.000 millones de dólares. Por otro, FMZ Ventures, respaldado por el expresidente de inversiones de Alibaba. La valoración no se ha hecho pública pero, según explican diversas fuentes conocedoras, ha rondado los 2.000 millones de euros, ligeramente superior a la ronda anterior de finales de 2018.

El modelo de negocio ha pasado de ser una comunidad de viajes compartidos a un marketplace de movilidad compartida, que incluye no sólo el 'car-pooling' (compartir trayectos en coche) sino también autobuses de larga distancia. Los ingresos proceden de las comisiones por esa intermediación en la plataforma y por la operación de los buses de manera directa con sus propios medios. Desde la compañía se muestran optimistas mientras las restricciones se van levantando y se avanza en la vacunación. "El modelo basado en la comunidad de Blablacar con costes fijos bajos y una red flexible ha resultado ser un claro ganador. Esta financiación fortalece nuestra posición y nos brinda más poder para nuestra estrategia de crecimiento", explica el CEO, Nicolas Brusson.

La compañía llegó a ser rentable a finales del año 2018 a nivel global. Sin embargo, la expansión vivida en 2019, con la compra de la compañía francesa de autobuses Ouibus, y las fuertes restricciones a los viajes causadas por la pandemia del coronavirus ha hecho regresar los números rojos -la compañía no comparte números actuales-. Justo antes de que estallara la crisis sanitaria, su CEO aseguró que un estreno bursátil estaba en el horizonte, pero no había fecha establecida. "Estamos felices de ser una empresa privada durante al menos un par de años más", aseguró a Bloomberg en febrero de 2020. Ahora, sigue sin fecha. Y la gasolina en forma de capital que acaba de recibir, junto con una caja saneada, les permite mantener esa hoja de ruta.

Además de acelerar el crecimiento de los servicios en países emergentes como Rusia, México o Brasil -cuyos ingresos están creciendo a doble dígito-, parte de los fondos se destinarán a aprovechar oportunidades de fusiones y adquisiciones en un mercado especialmente castigado por la Covid-19. El optimismo con la recuperación de los viajes este verano les lleva a prever una fuerte subida de su red de autobuses y ampliar la oferta multimodal para incluir trenes durante los próximos 18 meses.

En esa estrategia de adquisiciones, anuncia la compra de la ucraniana Octobus, que ha desarrollado un sistema de gestión de inventario para ayudar a digitalizar el suministro de autobuses. Esta adquisición busca reforzar su capacidad tecnológica para tratar de apoyar a los operadores de autobús fuera de Europa, donde todavía venden la mayoría de los tickets de forma online. "Ahora, con la financiación, estamos en una posición que nos permite asumir algunos riesgos y jugar a la ofensiva", explica Brusson.

El negocio en España

En España, la compañía mantiene sólo una línea de negocio: el coche compartido. Es con la que arrancó y se mantiene así. La razón: la regulación excesiva del sector de los autobuses, con la adjudicación pública de líneas. Eso es lo que les impide entrar a operar con su propia marca (Ouibus). Pese a esa limitación, este mercado se ha consolidado como el segundo por ingresos sólo por detrás de Francia. Este dominio está amenazado por Rusia, cuya 'monetización' se ha iniciado y por el tamaño de habitantes acabará asumiendo esa posición.

Esa 'soledad' del servicio de coche compartido no debería alargarse mucho. Antes de la pandemia se anunció la posibilidad de lanzar BlaBlaLines, un servicio específico para viajes cortos. Ahora tampoco tiene fecha, pero el objetivo sería poder tenerlo a lo largo de 2022. Esa fecha también podría ser la del lanzamiento del 'marketplace' de los billetes de tren. Sus mercados prioritarios son España y también Alemania y Francia. Ouigo, controlada por la SNCF -accionista de Blablacar después de la compra de su división Ouibus- acaba de lanzar su servicio 'low cost' de AVE en el proceso de liberalización. Eso allanaría el camino.

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