BMW planta cara a Trump y le confirma que reducirá plantillas por los aranceles

  • Advierte en una carta al secretario de Comercio de EEUU que la planta de Carolina del Sur que exporta el 70% de lo que produce será la más afectada.
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La realidad empieza a demostrar que las teorías económicas de Trump pueden convertirse en un boomerang que afectará más que a nadie a sus propios votantes. Su proteccionismo puede jugarle una mala pasada a medio plazo. BMW ha dado el pistoletazo de salida: invertirá menos en EEUU y reducirá empleos por culpa de los aranceles a los autómoviles importados. La razón es el gran número de vehículos que exporta desde su planta en Carolina del Sur.

El Gobierno del presidente Donald Trump lanzó el mes pasado una investigación para determinar si las importaciones de autos presentan una amenaza de seguridad nacional y Trump amenazó con imponer un arancel sobre todas las importaciones de vehículos ensamblados en la Unión Europea.

"La manufactura doméstica de automóviles no tiene una correlación aparente con la seguridad nacional estadounidense", escribió BMW en una carta al secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, esta semana, y agregó que la imposición de aranceles no aumentará el crecimiento ni la competitividad de Estados Unidos.

La planta de BMW en Carolina del Sur es la más grande a nivel global y envía más de un 70% de su producción anual a otros mercados de exportación, dijo la compañía. BMW afirmó que los aranceles chinos sobre autos de pasajeros estadounidenses, impuestos en represalia a tarifas estadounidenses contra bienes chinos, ya han elevado el costo de exportar a China. Además, aranceles más altos sobre componentes importados a Estados Unidos haría que otros lugares de producción fuera del país sean más competitivos.

"Todos estos factores aumentarían sustancialmente los costos de exportar autos de pasajeros a estos mercados desde Estados Unidos y deteriorarían el acceso al mercado para BMW en estas jurisdicciones", explica  la automotriz germana en la carta. "Eso podría llevar a volúmenes de exportaciones fuertemente reducidos y a efectos negativos en la inversión y en el empleo en Estados Unidos", amenaza veladamente.

Dos grandes grupos de comercio automotriz dijeron previamente esta semana que la imposición de aranceles de hasta 25% sobre vehículos importados costarían cientos de miles de empleos, elevarían dramáticamente los precios de los vehículos y amenazarían al gasto de la industria en autos de conducción autónoma. Trump ya lo sabe, otra cosa es que tome nota.

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