Las cifras en la pandemia

Los bonus del Ibex 35, en cuarentena: ¿renuncia o incapacidad para cobrarlos?

  • Los directivos de los bancos renunciaron en su mayoría a percibir el salario variable. Otras empresas no cumplirán objetivos para lograr estas primas.
La Bolsa española ha mantenido una rentabilidad histórica del 4% por dividendo.
La Bolsa española ha mantenido una rentabilidad histórica del 4% por dividendo.
EFE

La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, dejaba este jueves en la primera presentación de resultados trimestrales de una empresa del Ibex35 este año una reflexión sobre el cobro de la parte variable de los salarios de los directivos del Ibex. "No hemos hecho la declaración de que vamos a renunciar a ella [la parte variable del salario], pero no la vamos a cobrar. Por una sencilla razón, porque esta retribución variable del banco está puesta en relación a unos objetivos enormemente exigentes, como no puede ser de otra manera, que no se van a cumplir (...). Y por tanto, pues yo creo que les diría una verdad a medias", señalaba en la rueda de prensa.

Echando un vistazo a las tripas de las empresas del máximo índice bursátil se puede observar que las retribuciones variables que perciben consejeros, alta dirección y, en algunos casos también el resto de empleados, dependen del cumplimiento de hasta una decena de objetivos en forma de ratio. De acuerdo con las manifestaciones de los máximos responsables de algunas empresas en los últimos días, estas estimaciones serán "difícilmente cumplibles".  Por lo tanto, los bonus del Ibex plantean una doble interrogante: ¿ Son un verdadero ejercicio de renuncia? ¿ O, más bien, se trata de la incapacidad real para poder cobrar dichas primas?

Los primeros en anunciar que desistían de una parte de sus salarios fueron los directivos de las entidades bancarias. Así, la cúpula de Banco Santander fue la primera en hacerlo, fijando una rebaja salarial del 50% del total para Ana Botín y José Antonio Álvarez, presidenta y CEO, respectivamente, y del 20% para el resto del consejo de administración de la entidad.

De acuerdo con el Informe de Relevancia Prudencial del banco, el cobro de las cuantías variables está relacionado con una serie de ratios, como la CET1 -capital de máxima calidad- o el ROTE -rentabilidad sobre los activos-, que deben alcanzar un mínimo. Santander pagó el año pasado más de 420 millones de euros de esta forma a directivos y empleados, cifras que ahora quedan en suspenso, más allá de los porcentajes anunciados, hasta conocer el alcance de la epidemia y los daños que supondrá sobre los indicadores básicos. 

Directamente con el bonus se metieron otras entidades como BBVA o Caixabank. Carlos Torres anunció a finales de marzo la renuncia a la parte variable de su salario y el del resto de la cúpula, unas 300 personas que cobrarían alrededor de 50 millones de euros, según datos del banco. El cobro de esta parte del salario está basado en "objetivos financieros y no financieros", según se estipula en el Informe de Relevancia Prudencial, y ascendió a un total de 88 millones en 2018, último ejercicio del que hay datos, para el total de la masa laboral.

En el caso de la entidad catalana que dirige Gonzalo Gortázar, el anuncio del desestimiento se hizo en dos partes: una primera, a finales de marzo, en la que se puso sobre la mesa el caso del CEO; y una segunda, a mediados de abril, cuando se comunicó la del resto de la alta dirección. Un total de 90 personas cuyos salarios dependen del cumplimiento de unos objetivos concretos como un mínimo en el ratio que mide la rentabilidad sobre el capital, el denominado ROE.

A ellos les siguieron otras entidades financieras, como Sabadell, y compañías de sectores tan dispares como el inmobiliario o la construcción, pero que de igual forma están sufriendo los efectos económicos de una pandemia que ya ha dejado más de 22.000 fallecidos en España. Entre los ejecutivos del Ibex que han dado el paso se encuentra Ismael Clemente, CEO de la socimi Merlin Properties, que decidió renunciar a la remuneración variable a corto plazo durante este 2020. Al mismo tiempo, el consejo de la primera socimi cotizada del país ha reducido en un 25% la retribución de sus consejeros. Durante 2019, Merlin pagó más de 44 millones de euros en forma de retribuciones variables al conjunto de su plantilla.

Otras cotizadas, como Ferrovial, optaron directamente por aplicar el recorte salarial a la parte fija de las cuantías a percibir. La compañía que capitanea Rafael del Pino aplicará un recorte del 20% en esta parte del sueldo a la espera de ver la evolución de la pandemia. Otras firmas de su sector, como ACS o Acciona no se han manifestado al respecto.

Pero si hay una parte del Ibex afectada por el estado de alarma son aquellas compañías dedicadas al turismo, completamente paralizado y uno de los que más va a sufrir para lograr una recuperación. La hotelera Meliá, una de las cotizadas del Ibex, ha reducido el sueldo de su CEO en un 50% durante, al menos, dos meses. En el sector de las aerolíneas, IAG -matriz de Iberia y British Airways- también ha tomado cartas en el asunto. Willie Walsh anunció que se iba a rebajar el sueldo un 20%, Luis Gallego se lo ha recortado un 50%, mientras que el comité de dirección ganará un 45% menos y los directores, un 40%. Difícil será llegar a los objetivos para acceder a la parte variable. 

Juntas pospuestas... pero sin decisión

Otro puñado de firmas del selectivo español ha optado por posponer su junta de accionistas hasta el próximo mes de mayo. Pero ese movimiento no ha implicado ningún retoque a su política de retribuciones. Al menos, por ahora. Es el caso de Repsol o Naturgy: ambas tienen en el orden del día tanto los planes de incentivos como los sueldos de sus consejeros y directivos. Acciona por su parte ha fijado la reunión anual a finales de ese mes, pero sí que ha introducido una novedad: recorta el dividendo, aunque no toca los salarios.

Másmóvil, por su parte, ha pospuesto ‘sine die’ su reunión anual, donde en teoría debía dar luz verde a la retribución de su directiva. El cuarto operador de telecomunicaciones no ha hecho ningún anuncio de renuncia ni al variable para el consejero delegado, Meinrad Spenger, y su equipo, ni al plan de incentivos correspondiente a los últimos tres años y que premia la revalorización de las acciones en bolsa. Un plan de 'stock options' que supondrá el reparto de decenas de millones de euros en efectivo y la mitad (50%) del cual irá destinado a la adquisición de acciones propias de la compañía.

En el mercado de las telecomunicaciones, los otros dos grandes actores no tienen fecha para su junta y tampoco han anunciado ninguna decisión de reducción del variable. Tanto Telefónica como Cellnex están a la espera. El presidente de la primera, José María Álvarez-Pallete, se embolsó 3,4 millones durante 2019 en retribución variable, mientras que su homólogo en la ‘torrera’, Tobías Martínez, sumó algo más de 2,1 millones a lo que se sumó también el plan de incentivos que premió la evolución del negocio.

En el segmento más tecnológico, las otras dos grandes compañías sí han tomado medidas. Se trata de Indra y Amadeus. La primera no ha adoptado aún una decisión formal en junta, pero tras el fallido Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) la compañía anunció un recorte salarial para todo su equipo directivo, con Fernando Abril-Martorell a la cabeza. Según confirmó la empresa, el primer ejecutivo se rebajará la retribución fija un 25%. ¿Y Amadeus? El consejo de administración aprobó el pasado 2 de abril, ante el avance del coronavirus y los problemas en el sector del turismo por las restricciones de movilidad, la reducción del programa de compra de acciones para el bonus de plantilla y directiva (que suponía un pago de más de 22 millones de euros) y la cancelación de su dividendo.

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