El 'boom renovable' fuerza una nueva reorganización interna en Red Eléctrica

  • La compañía recibe un aluvión de solicitudes para conectar nuevos proyectos de energía limpia a la red que obligan a reforzar algunos departamentos
España se enfrenta a decenas de reclamaciones por el recorte a las renovables.
España se enfrenta a decenas de reclamaciones por el recorte a las renovables.
Solares de Navarra

El gestor del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE), no da abasto. La explosión de las renovables está poniendo a prueba la organización y el funcionamiento de áreas vitales en la compañía, según admiten fuentes de la empresa. La situación ha obligado a reforzar departamentos clave como la Dirección de Desarrollo de Sistemas y el departamento de acceso a la red. Se trata de hacer frente a una auténtica avalancha de solicitudes para tramitar la conexión a la red de los nuevos proyectos renovables

A 31 de enero de 2019, el gestor de la red había concedido permiso de acceso o aceptabilidad para 44.870 MW y tenía en tramitación otros 53.660 MW. En total, más de 100 GW. Es una potencia que, de momento está sólo en los papeles, en el limbo administrativo, pero que equivale a toda la potencia de generación efectivamente instalada en el país.

Para REE es todo un reto. Pone a prueba su esquema de funcionamiento. De momento, la avalancha verde ha obligado a la compañía a reforzar con personal propio las áreas de desarrollo del sistema y acceso a la red que dirige Santiago Marín. Ambas están adscritas a la Dirección General de Operación de Miguel Duvison. Para el presidente de REE, el exministro socialista Jordi Sevilla, la explosión de las energías renovables es la segunda razón para agitar la estructura heredada de su antecesor José Folgado (PP).

Un primer empujón

El primer empujón para cambiar la estructura de la compañía fue obligado. Los planes de la compañía para adquirir la compañía de satélites de Abertis, Hispasat, y para aprovechar oportunidades de inversión en el exterior obligaban a separar de forma más estricta las actividades reguladas -que pagan los usuarios en la factura de la luz- de las que no lo son. Era y es una exigencia de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC).

Gráfico renovables.
Gráfico renovables.

El presidente de la CNMC, José María Marín, y el de REE mantuvieron un encuentro en septiembre de 2018 en el que, entre otros puntos, trataron el encaje de las actividades de la compañía que no están bajo control del supervisor. La Comisión reclama una estricta separación entre los negocios regulados y no regulados. El fin: que los usuarios no acaben financiando actividades de riesgo de la compañía. Sevilla ya estaba cociendo una reorganización que ha tenido que acentuar a causa del 'boom' renovable.

En marzo, Sevilla anunció una nueva estructura. Todo encaminado a reforzar la independencia contable y funcional del operador e impulsar el área de las telecomunicaciones. Creó dos nuevas direcciones -Ejecutiva de Telecomunicaciones e Internacional y  Tecnología- y un nuevo comité de supervisión encabezado por él mismo. Para reforzar la imagen de separación de actividades, sacó al responsable de Operación -Duvison- de los dos comités en los que participaba, el de compras y el ejecutivo. Duvison y Marín tienen ante sí el reto de incorporar al sistema las renovables.

Es todo un desafío. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) enviado por el Gobierno a Bruselas prevé la entrada en funcionamiento de 67.500 MW de renovables hasta 2030. En principio, todo encaja. Según las cuentas de REE, con el ritmo de peticiones y autorizaciones actual se cumplirán las previsiones que hizo la comisión de expertos sobre la transición energética para cumplir con los objetivos de renovables en el año 2030: entre 31 y 47 GW de generación eólica y entre 40 y 77 GW de generación fotovoltaica.

En la trastienda

Pero a nadie se le escapa que hay trastienda. Detrás del escenario hay mucha especulación. En REE se teme que las renovables sufran por el crecimiento de una burbuja financiera evidente. El propio director de REE, Duvison, aseguró en unas jornadas celebradas recientemente que detrás de las peticiones de estos puntos de conexión no hay proyectos industriales "sino otros fines".

Coincide con el análisis de Fernando Ferrando (Fundación Renovables). "¿En cuántos de los proyectos coinciden el que pidió el punto de acceso con el inversor final?", se pregunta Ferrando, para quien está fuera de duda que hay especulación con las conexiones, un proceso  de autorización administrativa "que Red Eléctrica de España hace gratis y que se convierte en un activo". 

El de los accesos es un problema al que ya se refirió la CNMC en su informe sobre el decreto de acceso y conexión a las redes de transporte y distribución. En el documento, la Comisión advertía contra el acaparamiento de puntos de acceso y conexión, con permisos dilatados que tendrían un "efecto negativo sobre la competencia al cerrar el paso a posibles nuevos promotores".

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