La próxima semana

Botín prepara un consejo clave para decidir si recupera el dividendo del 50%

El Santander ha ido reservando capital durante los dos primeros trimestres del año para cumplir con su promesa a accionistas. Cuenta con unas reservas superiores a los 2.000 millones para este fin.

Ana Botín
Ana Botín
EFE

Ana Botín planifica la reunión del consejo de administración en el que se debatirá si Banco Santander eleva el dividendo al 50% o si, por el contrario, fija un pay-out inferior, aunque no menos del 40%. El órgano de gestión de la entidad se reunirá previsiblemente la próxima semana, cuando se cumple la fecha a partir de la cual el Banco Central Europeo (BCE) levantará oficialmente la limitación que mantenía a la banca para el reparto de beneficios entre accionistas tras el 'crash' que se produjo en marzo de 2020 con el estallido de la crisis sanitaria y económica. 

Una vez establecida la cantidad a repartir, la nueva política de remuneraciones se someterá a aprobación de la junta general de accionistas para después hacer llegar esta 'lluvia de millones' a las cuentas de los propietarios el próximo mes de noviembre. Banco Santander cerró el grifo del dividendo apenas unos días después de que llegara la recomendación del BCE, casi de obligado cumplimiento, para que las entidades bancarias se guardaran el capital que iban a distribuir entre el accionariado. A finales del año pasado, el supervisor adoptó una postura complaciente y abrió la puerta a distribuir como máximo el 15% del beneficio acumulado en 2019 y 2020. En ese momento, Botín se apresuró a aprobar en consejo el abono de 0,0275 euros en efectivo, unos 476 millones de euros.

El grupo ha sido contundente con que su compromiso de remunerar a los accionistas es firme y, precisamente, los buenos resultados logrados en el arranque del año le han permitido acumular entre enero y junio unas reservas de 2.102,5 millones de euros para este fin. La intención de Banco Santander es clara: quiere retomar su estrategia que establece un pay-out de entre el 40% y el 50% de las ganancias. Cualquier decisión, eso sí, será adoptada teniendo en cuenta primero la revisión del organismo europeo presidido por Christine Lagarde.

La nueva política de remuneraciones se someterá a aprobación para después hacer llegar esta 'lluvia de millones' en noviembre

El levantamiento del veto por parte de Fráncfort no exime a las entidades de continuar siendo extremadamente prudentes en la asignación de capital. El supervisor vigila de cerca los planes individuales de cada una de ellas. Desde Banco Santander han asegurado en varias ocasiones que no temen por el control del BCE, puesto que siempre han defendido que su política encaja con las exigencias del organismo. Dado que desde antes de verano aspiraba ya a repartir el 50% del beneficio ordinario, el grupo revisó las cuentas del primer trimestre del año.

La entidad se había apartado inicialmente el 40% de las ganancias registradas en los tres primeros meses de 2021 y finalmente decidió corregirlo al alza para reservar la mitad. Anteriormente, Banco Santander consideraba un 'pay out' en efectivo del 40%, pero como el BCE abrió la mano hasta el 50%, el grupo se precipitó a aplicar el máximo dentro del rango objetivo a la hora de calcular sus ratios de capital. En esas cuentas, situó en un principio su ratio CET1 'phase in' -que mide la solvencia financiera- en el 12,3%, tras recoger un impacto de 15 puntos básicos por devengo para la remuneración al accionista, equivalente al 40% del beneficio. 

En el último folleto financiero corrigió esta referencia para el periodo de los tres primeros meses del ejercicio situándola en el 12,26%, después de elevar en 10 puntos porcentuales la asignación máxima para el reparto de esta 'paga extra'. Esto implicó apartar unas reservas de 1.069 millones de euros del beneficio ordinario. En las cuentas del segundo trimestre, la ratio CET1 se situó en el 12,11%, tras reservar 18 puntos básicos para la distribución de hasta el 50% entre sus accionistas. En caso de que finalmente se apruebe el reparto de un porcentaje menor a la mitad de las ganancias ordinarias, aunque nunca inferior al 40%, Banco Santander se guardará lo que sobre en capital.

Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 3.675 millones de euros en el primer semestre de 2021, frente a las pérdidas récord de 10.798 millones de euros registradas un año antes, tras ajustar el valor de sus filiales en Reino Unido, Estados Unidos y Polonia. Mientras, el beneficio ordinario del periodo, excluido el cargo neto de 530 millones de euros por costes de reestructuración anunciado en el primer trimestre de 2021, fue de 4.205 millones de euros, un 153% más que en la primera mitad de 2020.

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