Botín tiende la mano a Orcel para llegar a un pacto que evite un pleito por el fichaje

  • La presidenta del grupo cántabro reconoce que "sigue hablando" con el banquero italiano, pero elude comentar "casos hipotéticos"
Ana Botín, presidenta Banco Santander
Ana Botín, presidenta Banco Santander
BANCO SANTANDER - Archivo

La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, mantiene contactos con Andrea Orcel para alcanzar un acuerdo con él y evitar que lleve a los tribunales al grupo cántabro por haber cancelado su fichaje. En la rueda de prensa correspondiente a los resultados anuales de 2018, Botín ha admitido contactos con el banquero italiano: "seguimos hablando con él, pero no voy a comentar casos hipotéticos porque no puedo hacerlo", ha señalado la presidenta del grupo cántabro cuando ha sido cuestionada por la posibilidad de que Orcel emprenda acciones legales contra Santander.

"Fue una decisión difícil, pero fue la decisión correcta", ha defendido Botín, que considera que el bonus de 55 millones para sacar a Orcel de UBS era "inasumible" para la entidad. La banquera ha eludido dar detalles concretos sobre un proceso de contratación que, a su parecer, ha respetado las más estrictas normas de gobierno corporativo. No obstante, ha explicado que "por razones regulatorias" tuvieron que comunicar al mercado el nombramiento antes de tener todas las cifras cerradas. "Había un requerimiento para anunciar pronto, lo que nos llevó a un anuncio donde no teníamos todas las cuestiones", ha explicado.

Respecto a un posible deterioro de las relaciones con UBS, banco de inversión de cabecera de Santander y de donde procedía Orcel, Botín confía en mantener una "buena relación" a futuro con la firma helvética, pero ha asegurado que trabajará con el banco de inversión que le preste un mejor servicio. 

La presidenta del banco cántabro ha ratificado la posición de José Antonio Álvarez como número dos de la entidad y de su consejo de administración, quien seguirá en el cargo de manera "indefinida". "Es un buen soldado. Ha hecho su trabajo espectacular", ha comentado la presidenta, que ha solicitado a Rodrigo Echenique, presidente de Santander España, que prolongue su permanencia en el banco más allá de marzo para que el banco pueda encontrar el mejor sustituto posible "sin tanta prisa".

Pide "ortodoxia fiscal" al Gobierno

Por otro lado, la presidenta de Banco Santander también ha lanzado mensajes contra el Gobierno de Pedro Sánchez, al que le pide una "ortodoxia fiscal" en sus presupuestos que permita crecer a la economía de forma sostenible y favorezca el desarrollo de las empresas.

"Una política fiscal ortodoxa es fundamental porque influye en la prima de riesgo y en el coste al que se financia el sector financiero, que es el que concede hipotecas a los ciudadanos", ha indicado Botín, que ha criticado duramente la posibilidad de gravar los dividendos repatriados de otras zonas geográficas donde tiene presencia el grupo y que ya tributan en su origen. "No tiene ningún sentido". Así, ha defendido que el banco tiene una carga fiscal del 35% y que paga impuestos por importe de 5.200 millones de euros.

En última instancia, la presidenta de Santander ha dejado la puerta abierta a realizar posibles adquisiciones a pesar de que se frustrase la llegada de Orcel. "Si surgen oportunidades en alguno de nuestros diez mercados siempre vamos a analizarlo", ha asegurado. 

Botín ha realizado estas declaraciones durante la rueda de prensa  de presentación de los resultados anuales de 2018, el primer ejercicio completo desde la adquisición de Banco Popular. El banco cántabro se ha anotado un beneficio neto atribuido de 7.810 millones de euros, un 18% más que un año antes.

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