Santander renunció a prorrogar los contratos

Botín se pliega a la CNMC y asume sus cuentas pese a la escasa rentabilidad

La entidad rechazó el año pasado extender el acuerdo para la gestión de los saldos del supervisor pero ha terminado por asumir el encargo al no haber ningún otro banco interesado.

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Ana Botín
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Banco Santander firmó en 2019 un contrato con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para gestionar trece cuentas corrientes con régimen de depósito relacionadas con al sector de la energía y que finalizaba en abril de este año. Competencia pidió una prórroga justo seis meses antes de que se consumiera el acuerdo, pero la entidad la rechazó ante el 'no' a negociar unas condiciones que no le eran rentables. Fue entonces cuando el organismo presidido por Cani Fernández tuvo que abrir un procedimiento acelerado que no podía demorarse ante el problema que suponía que los importes se quedaran 'en el aire' y, finalmente, Botín ha salido en su socorro ante una licitación que iba a quedar prácticamente desierta. 

La CNMC repartió la adjudicación de las trece cuentas en varios lotes diferentes: once de ellas corresponden a cuentas de depósito para el sistema de liquidaciones del sector eléctrico y gasista. De las dos restantes, la primera atañe a una cuenta de recaudación de tasas en el sector de la energía, que incluye el eléctrico, las tasas de hidrocarburos gaseosos y las de hidrocarburos líquidos; la segunda aglutina la recaudación de sanciones del sistema energético. Estas cuentas sumaron unos saldos conjuntos de 401,24 millones de euros en 2020, aunque Competencia adelanta que los importes de este año podrían ser menores

El saldo medio de las cuentas fue superior a los 400 millones de euros en 2020

El contrato resulta poco atractivo dado que uno de los requisitos incluidos en el pliego de prescripciones técnicas de la licitación es que no puede cobrarse comisión alguna por los servicios que preste la entidad bancaria adjudicataria en relación con el funcionamiento de las cuentas. Adicionalmente se suma la circunstancia actual a la que se enfrenta la banca en torno a un escenario de tipos de interés negativo (el BCE establece la facilidad de depósito en el -0,5%), lo que la hace estar poco predispuesta a custodiar dinero o bien a cobrar a los grandes clientes por este servicio, sobre todo a los institucionales.  En el propio anuncio, la CNMC admite que debido al estado actual de los mercados financieros, la gestión de esas cuentas va a empezar a implicar gastos de mantenimiento.

Tanto es así que a la licitación solamente ha concurrido, de nuevo, Banco Santander, adjudicándose a su pesar la gestión de estas trece cuentas corrientes con régimen de depósito. El lote número dos recibió también una propuesta de BBVA, pero quedó descartada rápidamente al no ser ventajosa según los vocales de la mesa de contratación que han tenido en cuenta el criterio de remuneración de los saldos medios. 

Para el 'lote 1' de cuentas, Banco Santander ha ofrecido una remuneración de dos puntos básicos sobre el tipo que aplica el Banco de España a la remuneración de los depósitos de las administraciones públicas no relacionados con la política monetaria y, para el 'lote 2', el diferencial establecido es de quince puntos básicos (BBVA fijó su oferta en este caso en 0,002%, que fue descartada). El tercer lote de cuentas que se ha quedado la entidad presidida por Ana Botín requería la presentación de una oferta económica, que ha sido formulada por 39.340 euros. El presupuesto de Competencia para este lote era de 40.979 euros para los dos años que dura inicialmente el acuerdo, así que le ha salido unos 1.600 euros más barato de lo que estaba dispuesto a asumir. 

En conjunto, el contrato tiene un valor estimado de 6 millones de euros, que incluye el importe del presupuesto base de licitación y el de la posible prórroga máxima de 12 meses que podrá aprobarse o no, hasta un total de tres años. En cualquier caso, la parte del valor estimado imputable al presupuesto de la CNMC es solo la del 'Lote 3', que sumando la posibilidad de añadir una anualidad alcanzaría un coste de 61.469 euros, mientras que el resto de las cuantías corren por cuenta del sistema eléctrico y el coste será variable en función de los criterios establecidos por Santander y el volumen de las cuantías que se depositen. 

Los bancos le dan la espalda a 882 millones de euros

A pesar de esta 'obra de generosidad' que Banco Santander ha aceptado realizar, la licitación lanzada por Competencia incluía también la gestión de unas cuentas corrientes cuyos saldos medios alcanzaron los 882,45 millones de euros en el ejercicio 2020. Ninguna entidad ha dado su brazo a torcer concurriendo en la adjudicación de las mismas, cuya licitación ha quedado totalmente desierta. 

Dado que estos saldos no pueden quedarse 'en el aire',  este volumen de dinero será gestionado temporalmente por una cuenta en el Banco de España hasta su futura licitación, que previsiblemente se lanzará cuando se incluya por Ley que los costes de mantenimiento los asume el sector eléctrico (la dirección de energía), según fuentes conocedoras consultadas por La Información.  Este volumen de saldos corresponde a los Sistemas Eléctricos Insulares y Extrapeninsulares (SEIE) para la retribución de la generación en las Islas Baleares, Islas Canarias, Ceuta y Melilla.

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