Fianza de 5 millones

Braun, ex CEO de Wirecard, detenido por inflar las cuentas de la compañía

La Fiscalía de Múnich, que le acusa de haber inflado el volumen de negocios y el balance de la firma de pagos electrónicos con ingresos simulados.

Markus Braun, consejero delegado de Wirecard.
Markus Braun, exconsejero delegado de Wirecard, ha sido detenido acusado de inflar el volumen de negocios y balance de la firma de pagos electrónicos.
L. I. / Archivo

Marcus Braun, consejero delegado hasta hace solo unos días de la compañía alemana de servicios de pagos electrónicos Wirecard, ha sido detenido este lunes acusado de haber inflado el volumen de negocios y el balance de la firma con ingresos simulados. La propia compañía germana, que ha sufrido un varapalo en bolsa desde la pasada semana (en tres días sus títulos se desplomaron un 86,22%), aseguró el lunes que era muy probable que los 1.900 millones de euros que faltan en dos cuentas fiduciarias es probable que no existieran. Este martes, Braun ha sido puesto en libertad tras el pago de una fianza de 5 millones de euros (unos 5,66 millones de dólares)

El exCEO de Wirecard dimitió el pasado viernes después de que la auditora Ernst & Young (EY) se negara a firmar el balance de 2019 por las dudas sobre la existencia de haberes bancarios en cuentas fiduciarias en Asia por esos 1.900 millones de euros y sobre los que no había comprobaciones suficientes.

El director Financiero en el sureste asiático y un fiduciario eran los que supuestamente gestionaban los negocios que en realidad no existían. Wirecard ha cesado a su director de operaciones al contado, Jan Marsalek, que también era responsable para las operaciones en el sureste asiático. La Fiscalía considera que además hubo cómplices en la central en Múnich que conocían el engaño.

Desde la fintech aseguraban que el dinero se encontraba en dos cuentas en dos bancos filipinos, el Banken BDO Unibank y el Bank of the Philippine Islands. Sin embargo, las dos entidades lanzaron un comunicado asegurando que no atesoraban esas cuentas y que la compañía alemana no era su cliente. Además, los documentos que mostraban la existencia de esas cuentas de depósito estaban manipulados con firmas falsas de directivos.

Wirecard, que parecía ser una tecnológica de gran éxito y llegó a sustituir al Commerzbank en el selectivo de Fráncfort en septiembre de 2018 y alcanzó una capitalización de 20.000 millones de euros en bolsa por su negocio de pagos online, fue acusada de irregularidades contables en Asia y de blanqueo de dinero a comienzos de 2019 por el diario británico Financial Times, que fue el que destapó el escándalo. 

El diario reveló cómo en enero de 2018, el director de las operaciones de contabilidad y finanzas para Asia de la compañía, Edo Kurniawan, reunió a su equipo en Singapur para trasladarles el modo en que debían 'cocinar' los libros contables y engordar las cifras de negocio para convencer a los reguladores de Hong Kong. El objetivo era conseguir la licencia con la que poder repartir tarjetas prepago en China. En ese encuentro se planteó el esquema que podría estar detrás del importante agujero en las cuentas confirmado por la auditora. Y de esa reunión salió, además, uno de los empleados que alertó de las prácticas.

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