En la recta final

Bruselas consulta de nuevo a los rivales de Iberia sobre la compra de Air Europa

Competidores como Ryanair y Air France tendrán una segunda opción para mostrar sus discrepancias al Ejecutivo comunitario acerca de los 'remedies' ofrecidos por la aerolínea española.

Javier Sánchez Prieto
Javier Sánchez Prieto, presidente y CEO de Iberia.
EP

Nuevo capítulo en el periplo que ha supuesto la compra de Air Europa por parte de Iberia (IAG). La compañía española dirigida por Javier Sánchez Prieto presentó la pasada semana su propuesta de descartes regulatorios (remedies, en el argot de los servicios de Competencia) y extendió hasta 2022 el calendario para conocer el desenlace de la compra anunciada en 2019. Hasta entonces, la Comisión Europea, que lleva más de 17o días con el expediente de la fusión sobre la mesa, deberá examinar la propuesta compensatoria de la aerolínea y, sobre todo, someterla a la opinión de competidores de la talla de Air France y Ryanair.

Será la segunda ronda de consultas que la dirección capitaneada por Margrethe Vestager abre con los rivales de Iberia desde que el expediente se presentó a la Comisión Europea, según recuerdan las fuentes consultadas por La Información. Ya en la primera toma de contacto, algunas compañías como Ryanair rechazaron de lleno que Air Europa pudiese terminar en manos de Iberia y dominar así con mucha más fuerza las rutas hacia Latinoamérica y Estados Unidos. La compañía irlandesa de bajo coste presentó sus alegaciones y su consejero delegado, Eddie Willson, reclamó meses después públicamente parte de los derechos de despegue y aterrizaje de Air Europa si finalmente la fusión se producía.

Otro rival que no ha visto con buenos ojos la compra de Air Europa por parte de Iberia es Air France. La firma gala estuvo interesada en el pasado en hacerse con la compañía del grupo Globalia e incluso llegó a negociar en 2019 -en paralelo a Iberia- para hacerse con ella. Ben Smith, su director ejecutivo, aseguró que seguiría la operación "muy de cerca" porque, a su parecer, tenía "grandes implicaciones antimonopolio". Lo cierto es que Iberia y Air Europa trasladaron a los reguladores bursátiles en el primer acuerdo de compra que su unión aumentaría en un 35% el número de pasajeros combinados, con buena parte de ellos en el largo radio. Por destinos, la incorporación de Air Europa al perímetro de IAG suponía sumar 69 nuevas rutas (24 en América, 16 en Europa, 25 en España y 4 en Oriente Medio y Norte de África).

Propuesta "generosa"

Iberia, por su parte, ya ha presentado su propuesta definitiva de descartes regulatorios. Hace unos meses firmó un primer acuerdo con dos aerolíneas (World To Fly y Volotea), a quienes iba a ceder rutas y slots como prueba de buena fe. Pero ante las reticencias de Bruselas a esta concentración, el presidente de la compañía, Javier Sánchez Prieto, afirmó la semana pasada que los compromisos entregados en Bruselas habían terminado siendo “muy generosos” -no entró a dar detalles- respecto a la idea inicial.

La Comisión Europea tiene ahora hasta el próximo 4 de enero para pronunciarse. El reloj empezó a contar desde este verano, sin embargo el calendario se ha ido alterando hasta extender el tiempo de revisión de la operación a más de 170 días. Se da la circunstancia que Bruselas quiere agilizar los procesos de concentración y se está planeando revisar ciertos aspectos de procedimiento de las reglas de control de fusiones para hacerlas más eficientes y menos gravosas en los casos en que planteen problemas de competencia. Otro objetivo es permitir que la Comisión dedique más recursos para aquellos casos en los que se requiera una investigación detallada. A preguntas sobre los próximos pasos de los servicios de Competencia, una portavoz oficial de la Comisión Europea no quiso entrar en detalles escudándose a que la investigación de la operación "sigue en curso".

Iberia ya ha deslizado que la operación con Air Europa podría terminar como la de Norwegian

El estado de ánimo y las perspectivas de la operación han cambiado desde 2019, año en el que se firmó el primer acuerdo. Frente a la euforia inicial, Iberia ahora reconoce ser “más pesimista” por las trabas regulatorias con las que se ha topado, a las que hay que sumar el condicionante de la situación financiera de Air Europa. La compañía de Globalia no resistió al golpe del coronavirus y tuvo que ser rescatada por el Estado con 475 millones de euros. Este dinero podría no ser suficiente un año después y necesitar una inyección adicional, lo que obliga a revisar las condiciones del acuerdo con Iberia. Iberia ya pasó de cerrar la operación por 1.000 millones en 2019 a solo 500 un año más tarde -y con un calendario de pagos mucho más favorable-. La compañía de IAG ya ha deslizado que podría no seguir adelante, como ya hizo hace años tras tantear la posibilidad de integrar Norwegian al perímetro de IAG.

Pese a todo, en Air Europa siguen esperanzados con la compra, según las fuentes consultadas. La compañía vive momentos de incertidumbre porque no ha podido recuperar el mismo nivel de actividad que otras aerolíneas, como se desprende de los datos del organismo internacional Eurocontrol y corroboran los recopilados por el gestor aeroportuario Aena. La compra apremia a la familia Hidalgo, que también pasa apuros en su holding turístico Globalia por la exposición a la crisis sanitaria de su división de hoteles y viajes. De no llegar a buen puerto, el único consuelo que le quedaría a la compañía serían los 40 millones de euros que acordó como cláusula de penalización en caso de no obtener luz verde por parte de las autoridades.

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