También despachos estadounidenses

Bufetes mexicanos y rusos aterrizan en España junto a grandes 'family offices'

Firmas de abogados de varios países acompañan a inversores extranjeros en su cambio de residencia como asesores encargados de gestionar el patrimonio millonario de los grupos familiares extranjeros.

Torres Kio, Castellana, Madrid, cielo de Madrid, cielos de Madrid, edificios
Despachos de distintos países han confirmado al mercado su intención de desembarcar.
Europa Press - Archivo

El sector de los despachos de abogados está en plena ebullición, tanto por la propia actividad del derecho de los negocios en un país ávido de recibir fondos de la UE y realizar operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A), como por la inminente llegada de firmas extranjeras de la mano de inversores internacionales interesados en apostar por la economía española para sacar rendimiento a su dinero. Varias fuentes conocedoras de este proceso indican que la situación recuerda a la vivida años atrás, con la particularidad de que en esta ocasión ha generado un efecto llamada entre despachos y boutiques con base en otras jurisdicciones.

"En las últimas semanas nos han contactado varios bufetes con intención de establecerse en España", asevera una voz al tanto de esta operativa. Ahora bien, son varias las fuentes del mercado que confirman la inminente llegada de firmas legales de diverso pelaje y procedentes de distintos mercados. Perú, Venezuela, México, Estados Unidos y Rusia son algunos de los países de origen. Todas están moviéndose con absoluta discreción, aunque cada una estudia su fórmula de entrada propia. La entrada por este método está siendo muy estudiada, por ejemplo, por dos despachos rusos, tras los cuales se encuentran altos patrimonios de aquel país y que optarían por su instalaciones preliminar en Barcelona. 

Por un lado, una parte apuesta por materializar su proyecto acompañando a los 'family offices' de las fortunas que han puesto el ojo en España. Es decir, uniéndose como abogados de confianza a los asesores encargados de gestionar el patrimonio de un grupo familiar único: desde las inversiones financieras e inmobiliarias hasta temas de fiscalidad o planificación. Una figura muy extendida entre las fortunas de capital latinoamericano, especialmente venezolano, y que sirve como llave de entrada a un mercado como el español, donde se ha endurecido la competencia por el empuje de los servicios jurídicos de las 'big four' y la presión sobre los honorarios.

En estos casos, determinados letrados estarían aprovechando el cambio de residencia de inversores para establecerse en nuestro país, donde la seguridad jurídica está garantizada. El cliente suele pedirles que le acompañe a un país determinado para que agilice trámites como la obtención de la 'golden visa', que se expide en Madrid con la adquisición de un inmueble de más de 500.000 euros y permite residir en España y moverse por la Unión Europea. Con el tiempo, y una vez alcanzado cierto tamaño, el trabajo desempeñado por estos profesionales permite abrir los servicios a terceros. 

Entrada de despachos

Más allá de la opción de los 'family offices', otros bufetes que sobrevuelan el mercado español en busca de negocio siguen un sistema más clásico: apuestan por un área de práctica -normalmente M&A- y buscan un colectivo de profesionales in situ que fichar para instalarse. Los pasos previos dados por otros despachos con más nombre en la abogacía de los negocios siguen esta estrategia más tradicional. En este sentido, ya han comenzado a transmitir al sector sus planes de aterrizaje mediante la fusión con una firma local. O directamente abriendo una oficina propia en Madrid o Barcelona, dos plazas que despiertan un interés tanto por su propio mercado, animado por el momento de gran actividad que vive en materia de operaciones, como por su potencial como puente con Latinoamérica.

De acuerdo con la información confirmada, detrás de esta táctica se encuentran despachos norteamericanos ya consolidados. De hecho, alguno ha pasado a la acción haciendo ofertas para contratar a equipos enteros de profesionales especializados en mercantil, fiscal o M&A. Además de tratarse de prácticas más centradas en transacciones, que dejan un mayor ratio de rentabilidad, requieren de expertos que conozcan las particularidades del derecho continental. Propuestas que se han hecho principalmente a firmas anglosajonas de la parte media, con los que comparten cultura.

Sin nombres que se hayan concretado, en los mentideros del sector legal se rumorea desde hace años con la llegada de grandes despachos de Estados Unidos y Reino unido, como Kirkland & Elis o Norton Rose. Los últimos en animar el mercado fueron Fieldfisher mediante su integración con Jausas en 2019, apellido hoy ya eliminado, o DWF con la compra del bufete barcelonés RCD.

Tras remitir los efectos de la crisis sanitaria, a la vuelta del verano se concretó el estreno en España de Spencer West, bajo la batuta de Eusebio Pujol y con sede en Madrid y Barcelona. Asimismo, el norteamericano King & Spalding también tiene a España en el punto de mira. Objetivo que se enmarca dentro de sus aspiraciones de expansión internacional y para el que llevan semanas considerando colaboraciones con otras firmas.

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